ATLETISMO PARA TODOS

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A T L E T I S M O

Por Violeta Guzmán Magaña

De nuevo compartiendo con ustedes unas líneas sobre el análisis de los lanzamientos, en esta ocasión tocaremos de forma breve la técnica del impulso de la bala y de algunas planificaciones que pueden ser usadas. 

Para iniciar quiero hacerles una breve reseña sobre el impulso de la bala, de sus inicios en la era moderna y antes de la década lo de los 50’s. La mayoría de ustedes saben que se utilizaba una técnica; “La Ortodoxa”, como así se le ha llamado, donde la colocación de la salida y el desplazamiento eran de costado a la dirección del impulso de la bala. Pero poco después de aquellos años apareció el atleta californiano Parry O’Brien, quien daría un avance significativo a lo que se venía haciendo en el impulso de la bala. Él propuso salir completamente de espaldas a la dirección del impulso de la bala, los especialistas rápidamente se dieron cuenta que con este movimiento el atleta se podría desplazar más rápido, se alargaba considerablemente la trayectoria de la aplicación de las fuerzas, es decir el atleta podía retrasar mas el implemento y la posición de esfuerzo final tenia mejor apoyo, había una mejor aplicación de fuerza y velocidad de desplazamiento para el final del impulso, lo cual era una ganancia extraordinaria suponiendo que en aquel momento se estimaba que se podía ganar más de 1 m en el resultado, por tanto los entrenadores no dudaron en aprovecharlo, hasta que aparece otro nuevo atleta, el soviético Alexander Baryschnikov mostrándonos una revolucionaria técnica, el “Desplazamiento Giratorio” como en el disco, es a partir de aquí que comenzaremos a ver la evolución de este nuevo gesto técnico rotatorio como también comúnmente se le puede llamar y que muchos ya conocemos. 

En la actualidad, la bala se puede impulsar con la técnica lineal o la rotacional, dependerá de las características de cada atleta y de lo que arrojen las pruebas médicas, fisiológicas y técnicas, entre otros aspectos mas que se pueden realizar al lanzador en el laboratorio o en el campo. Algunos entrenadores elegimos iniciar con la técnica lineal para principiantes y después con el paso de los años, se puede iniciar con la otra técnica. 

Es necesario comentar que muchos autores tienen sus propios términos para las fases técnicas de los lanzamientos, sin embargo, la mayoría de ellos aterrizan la estructura del gesto técnico de los lanzamientos en fases similares para cualquiera de los cuatro lanzamientos. 

En el caso del impulso de la bala lineal, se pueden nombrar las siguientes fases: 

  1. Toma del implemento: el atleta tiene que sostener firmemente la bala que se apoya en la base de los dedos y donde estos están levemente separados. El atleta la ubica contra el cuello, con el pulgar un poco mas separado de la bala y sobre la clavícula y el codo, un poco hacia fuera en un ángulo de aproximadamente 45° en relación con el cuerpo.
  1. La preparación: es el momento en que la atleta se ubica para dar inicio al desplazamiento, se coloca en la parte posterior del círculo y de espaldas a la tabla de contención. El atleta debe buscar equilibrarse en el apoyo simple para dar inicio al desplazamiento.
  1. El desplazamiento: en este punto el lanzador inicia la aceleración de la bala para colocarse a la acción final o de descarga. Aquí se impulsa la pierna libre hacia la tabla de contención, la pierna de apoyo mantiene contacto con el suelo en la mayor parte del desplazamiento. 
  1. El final o descarga: aquí se produce velocidad adicional con el retraso del implemento que será transferida a la bala antes de soltarse, para esto se mantiene la velocidad que ya se generó y se inicia su aceleración transfiriendo la velocidad del lanzador al implemento. Comienza el impulso del brazo de lanzamiento luego de la completa extensión de piernas y tronco.
  1. La recuperación: las piernas cambian rápidamente después de liberar el implemento, es el punto en que el atleta se tiene que estabilizar para evitar cometer un lanzamiento nulo, esto lo consigue descendiendo un poco el cuerpo y balanceándose hacia atrás con la pierna contraria.

Recordemos que el objetivo del atleta es buscar lanzar lo más lejos posible el implemento, por lo tanto, habrá parámetros biomecánicos involucrados para analizar e interpretar la técnica y que tendrán injerencia en la distancia que recorre el implemento. Estos parámetros (altura, velocidad, ángulo de liberación y en el caso del disco y la jabalina, las cualidades aerodinámicas del implemento) son de mucho valor para el entrenador y al atleta no solo en la bala si no en todos los lanzamientos.

Luego entonces, para llevar al atleta a un optimo rendimiento en el impulso de la bala, debe existir una planificación eficiente. Considero que todos nos preguntamos al inicio de cada temporada, ¿Cómo y cuándo hacer lo óptimo para obtener los mejores rendimientos deportivos con nuestros atletas?, pues bien, todos sabemos que esto depende de muchos factores interconectados, debemos tener presente que la instauración de los Juegos Olímpicos de la era moderna en 1896 trajo muchos avances e innovaciones en el campo de la planificación del entrenamiento. Pero es correcto que hasta la década de los 50’s se comienza a realizar aportaciones más significativas en relación con los modelos de planificación del entrenamiento deportivo y que a continuación brevemente les mencionaré.

La primera propuesta metodológica que surge es la estructura del plan anual de L.P. Matveiev (1958), con el objetivo de preparar al atleta para conseguir la forma deportiva y competir en el punto exacto de la temporada, (construcción de la forma, estabilización y regresión progresiva). Vemos claramente la constante interacción del volumen – intensidad, y que es un modelo muy útil en atletas principiantes, sin embargo hay entrenadores y atletas que siguen utilizándolo en niveles mas altos, esto no quiere decir que sea malo o bueno, simplemente es la necesidad de resolver los objetivos que se plantean al inicio de la temporada y que tienen que ver con la percepción y asimilación de la carga de entrenamiento y la manera científica en que el entrenador abordará todas las necesidades del atleta. 

Después vemos el surgimiento de la estructura pendular propuesta por A. Arosiev (1976), esta estructura se aplicó preferentemente en deportes como el boxeo la lucha y el remo, distinguía una preparación condicional y una preparación técnica, además de ver plasmada la idea de que, el contraste con ambas cargas conduce a mejorar las capacidades del atleta, al ir disminuyendo las cargas genéricas e ir aumentando las de carácter específico. 

Luego vienen los modelos contemporáneos, dentro de estos encontramos los que probablemente pueden ser los más utilizados en la actualidad por los entrenadores, el modelo de bloques (Verjoshanski, 1979 y Bondartchuk 1984), estas estructuras han ayudado considerablemente sobre todo a los deportes de fuerza explosiva, (caso lanzamientos). El modelo de bloques surge a razón de querer tener un método más preciso para desarrollar la fuerza. Se busca un efecto retardado y la óptima transferencia del trabajo realizado, donde existe concentración de cargas de entrenamiento para mejorar la fuerza en dos o más bloques (de 2 a 2 1/2 meses). Cada bloque maneja su objetivo principal del desarrollo y hay una interconexión de sus contenidos que suceden de un bloque a otro.  

El modelo individualizado, integrador de Bondartchuk, puede ser uno de los modelos más utilizados para la alta competencia en el deporte actual, donde se pretende conseguir una adaptación a las cargas fundamentando que el atleta es indivisible y que es necesario unificar y compatibilizar la preparación condicional y técnica. Este modelo se adapta mejor a los atletas ya formados y se utiliza en tres fases; el periodo de desarrollo, de mantenimiento y de recuperación. 

Es aquí donde llegamos a un aspecto muy importante a tomar en cuenta para los entrenadores que estén interesados en este modelo para la preparación de sus lanzadores, y es que, Bondartchuk (entrenador de lanzadores de martillo) pudo diferenciar siete tipos de lanzadores en función de las respuestas a los estímulos del entrenamiento durante un lapso de 2 a 7 meses. Llegando a la conclusión que los atletas respondían a ciertos estímulos de entrenamiento en un determinado número de meses, por ejemplo, (atleta tipo 2=2 meses), indicando así que el atleta tipo 2, era capaz de obtener su nivel óptimo de forma física en 2 meses. En cuanto el atleta entra a su nivel optimo de la forma se inicia el periodo de mantenimiento que dura aproximadamente cuatro semanas y por último si no hay cambios importantes en el programa comienza la fase progresiva de reducción de la forma que dura aproximadamente cuatro semanas también. 

Algunos otros modelos que existen y que muchos de ustedes conocen son:

  • Modelo de Altas Cargas de Vorobiev 
  • Modelo de Altas Cargas de Tshiene 
  • Modelo de las Campanas Estructurales de Forteza. 
  • Modelo A.T.R. de Issurin y Kaverin. 
  • Modelo de Largo estado de forma de Bompa. 
  • Modelo Cognitivo de Seirul-Lo 

Independientemente del modelo que utilicen, lo fundamental es saber elegir el que nos va a dar el resultado óptimo que esperamos con el lanzador. Me atrevo a decir que muchos entrenadores de lanzamientos utilizamos combinaciones de modelos, podemos tener nuestras propias formas y estilos para abordar las cantidades de trabajo especial, o por ejemplo tomar a veces decisiones arriesgadas cuando se trata de la combinación exquisita de un implementó ligero o pesado, de saber colocar lo necesario para llegar a la puesta a punto en el lugar y momento indicado entre tantas cosas más. Saber que hay muchas elecciones y decisiones en las que nos veremos involucrados para llevar al más alto nivel que nuestros lanzadores puedan llegar a tener en esa temporada. 

Pero por ahora, dejamos el tema hasta aquí, en la siguiente ocasión retomaremos otra técnica con algunos otros aspectos importantes del mismo.

Violeta Guzman Magaña

Ex atleta de Campeonatos mundiales Indoor, Juegos Centroamericanos, Juegos Panamericanos, Universiadas mundiales, múltiples eventos internacionales de invitación, Juegos Iberoamericanos y Juegos Olímpicos. Mejor marca en el lanzamiento de Martillo: 64.21 m (2004)

Diversos congresos, diplomados y cursos especializados en Ciencias Aplicadas al Deporte y al Alto Rendimiento. Organización de cursos sobre Saltos y Lanzamientos atléticos. Entrenadora Nacional Juvenil en el CNAR. Entrenadora de lanzamientos en el Alto Rendimiento y Máster. Licenciada en Educación Física, Maestra en Ciencias del Deporte y Alto Rendimiento. Catedrática en la ENED. Seguimiento y Control del Entrenamiento Deportivo con diversos atletas para la mejora de los Lanzamientos atléticos. Desarrollo y Aplicación de las pesas para el Rendimiento Deportivo de lanzadores nacionales. Actualmente, dentro del consejo directivo nacional de la Asociación Nacional de Atletas Máster de México en coordinación con la World Masters Athletics, WMA y la World Athletics, (anteriormente conocido como Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, IAAF. Encargada del área de Capacitación, Normatividad y Fomento Deportivo en el Instituto poblano del Deporte. 

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