Ejercitando con alma, mente y cuerpo

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HUMANISMO Y TENDENCIAS EN LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE

Escrito por:

LEF. DEL OLMO PADILLA ALMA DELIA

Ahora bien, después de haber visto qué es el humanismo desde la perspectiva de Carl Rogers y Maslow y, su enfoque en el Artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Sistema Educativo Nacional, se dará continuidad en este ensayo a la manera en cómo repercute en la Cultura Física.

Los sistemas pedagógicos desarrollados en Europa en la primera década del siglo XIX acentuaban cuán necesaria era la Educación Física para alcanzar la integralidad de la formación humanista. Muchos pensadores del siglo XIX cubano recibieron una gran influencia de estos modelos pedagógicos y apoyaron la idea de incorporar la Educación Física a la formación en los centros educativos, como vía para mejorar así el rendimiento intelectual. Como asegura Alfonso (2009), entre las personalidades sobresalientes en este sentido cabe citar a Ruiz, Castro y Agüera. En este período se fundaron gimnasios y los pedagogos cubanos reflexionaron sobre la importancia y la necesidad de la actividad física para la formación, a partir de la articulación entre la formación intelectual, moral y física. Al analizar la obra pedagógica de estos pensadores se puede profundizar en el proceso configurativo de la Cultura Física como dimensión importante para la formación humanista. 

Entre 1807 y 1808, O’Gavan permaneció en España bajo el patrocinio de la Sociedad Económica de Amigos del País. El viaje tenía la finalidad de estudiar el método pestalozziano, así como las implicaciones del mismo en el contexto educacional y cultural cubano. Allí constató las notables diferencias entre este método y el escolástico, habitualmente empleado en la enseñanza. Hasta ese momento, la educación se limitaba a lo puramente intelectual y espiritual. 

Después del periplo por España, O’Gavan redactó un informe que presentó a la Real Sociedad Patriótica de Amigos del País, en el que proponía incorporar la gimnasia a los planes de estudio de la Educación Física. No obstante, la propuesta no fue aceptada por las autoridades pertinentes. Fue el iniciador de la Educación Física, asentada sobre los criterios y las tendencias modernas del pensamiento filosófico de la época, fruto de sus estudios del método de Pestalozzi y de su evaluación crítica de las ventajas y las limitaciones del mismo. Esto ha hecho que algunos autores lo consideren el padre de la Educación Física en Cuba, aunque no se dedicó plenamente a ella. (Rodríguez, 2017).

El estudio realizado en los años 80´s hace referencia a la importancia del desarrollo integral y espiritual que ejercía la realización de la gimnasia dentro de la Educación Física; ya que es, una manera de cultivar el cuerpo, contribuyendo al bienestar general del estudiante y/o deportista.

Al respecto la norma dice “Se conoce como gimnasia cerebral y según lo expresa la Doctora Susana Buscaglia, se intenta detectar y equilibrar aquellas tensiones que pudieran haberse acumulado en un cerebro a lo largo de la existencia y que influyeran notablemente en el aprendizaje, además fomenta la creatividad y la autovaloración”. (Pérez P. J. y Gardey A., 2009).

Por lo tanto, si el concepto de E. F. se centra en la etología, como ciencia que estudia la conducta del sujeto, podemos argumentar con Parlebás, P. (1985) que: “la E. F. es la ciencia de la conducta motriz, entendido como conducta motriz, la organización significante del comportamiento motor”. Esta concepción nos hace aproximarnos a la Psicología como Ciencia de la Conducta, definida en el diccionario de la Psicología como “la actividad física de un organismo vivo, observable en un principio por otro organismo”. 

Se deduce de estas afirmaciones, que la E. F. puede modificar la conducta motriz y la conducta del individuo, así como, su personalidad, permitiéndole crear mejores hábitos de vida y completar su proceso de relación. (Zagalaz S. Ma. L., 2001, p. 12).

La E. F., la Psicología conductual y/o humanista, están estrechamente relacionadas en estudios realizados desde los años 80´s; por su parte, la Educación Física modifica la conducta motriz, la Psicología, la conducta del individuo y su personalidad; es por esto, que los planes y programas de E. F. de aprendizajes clave, busca que los alumnos aprendan a través del juego, ejercicios motrices, juegos pre deportivos y deportivos; ya que, los estudiantes se muestran tal y como son, aprendiendo a través de la experiencia, para mejorar así el rendimiento intelectual pero sobre todo, hábitos de vida. En la actualidad no basta solo con llevar a cabo la clase de Educación Física como una materia integral, los aprendizajes clave, buscan que los estudiantes y/o deportistas generen hábitos como un estilo de vida saludable, a lo que se hablará a continuación.

En la escuela hipocrática, el ejercicio físico era un elemento fundamental, tan importante como la dieta, tanto para la actividad terapéutica como para lo que llamaríamos con lenguaje moderno “medicina preventiva”. Estos diferentes componentes confluyeron en el siglo V a.C, el gran siglo clásico griego por excelencia, y contribuyeron a formar este ideal educativo del cuerpo, este componente básico de la paideia griega. El joven griego ejercitaba su cuerpo tanto como su espíritu en la búsqueda del ideal conformador de su personalidad, alcanzar la arethé, la “irtus latina que, en sus connotaciones semánticas, no resulta homologable a nuestra virtud, ya que el componente de valor personal tiene mayor importancia. El hombre debe encontrar la sophrosyne. el equilibrio. a través de la búsqueda de lo hermoso (kalos) y de lo moralmente bueno (agathos). Y en esta búsqueda de la kalokagathia. La educación del cuerpo tiene tanta importancia como la del espíritu. (Pérez, 1993, p. 25).

En la época de la “medicina preventiva”, la formación espiritual era prioridad; así como, el cuerpo. Escuchar que la salud es un equilibrio de mente y cuerpo es una manera de mantener la salud y, evitar enfermedades. En la época actual en la que vivimos se ha observado que: “La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en 2016, más de 41 millones de niños menores de cinco años en todo el mundo tenían sobrepeso o eran obesos”. (OMS, 2020).

Así, se ha comprobado cómo adolescentes en situación de sobrepeso y obesidad muestran mayor dificultad para conciliar su vida social y relaciones con sus iguales. Ello se traduce en un peor grado de adaptación social a su entorno y una considerable dificultad para relacionarse con otros jóvenes. Dicha situación parece verse potenciada en chicas y se incrementa con la edad. Esta baja motivación, determina en muchos casos, la adopción por parte del niño de actitudes de aislamiento y reclusión, alcanzando en algunos casos verdaderas situaciones de anomia social llegando en los casos más extremos a desarrollar ideas de autolisis. (Aguilar, González, Padilla, Guisado & Sánchez, 2012).

La obesidad es un tema que nos está rebasando día a día, debido a que las niñas, niños y, adolescentes pasan más tiempo en la computadora, Ipad o celulares, esto genera que pasan mucho tiempo sentados e inactivos. Sumado a que los padres de familia trabajan doble turno y, los responsables del cuidado de las niñas, niños y, adolescentes está en su mayoría en manos de los abuelos (as).

Realizar actividad física para mantener mente y cuerpo sanos es lo que se desea logren alcanzar los estudiantes y/o deportistas, pero ¿el deporte realmente aporta al humanismo?

El deporte es una actividad humana. Aunque frecuentemente se aborda el deporte desde una perspectiva fisiológica en la que se destaca el esfuerzo que debe realizar el deportista, también es útil hacerlo desde un enfoque conductual centrado en las habilidades que han de adquirir los deportistas. Por consiguiente, es posible establecer una vinculación entre los comportamientos y habilidades en el deporte con los que se dan en otras actividades humanas, respetando, sin embargo, la especificidad de los objetivos y los procedimientos de cada actividad.

La realización de actividades como correr, saltar impulsar el balón o pelearse no requiere una normativa previa, pero el deporte no puede existir sin ellas. El deporte se rige por una estricta regla que intentan garantizar la igualdad de oportunidades de los contendientes. El deporte es un claro ejemplo de actividad humana regida por normas sociales. (Riera, 2001, p. 51).

Y, esto es un tema que se observa en las contiendas y que cuesta reeducar a la sociedad. Cuantas veces se ha observado que los encuentros terminan en disputas por no aceptar las reglas del juego o por el simple hecho de querer ganar a costa de lo que sea, perdiéndose la falta de respeto, la individualidad e integridad, desvalorizando al deporte como actividad humana y, convirtiéndolo en un objetivo netamente enfocado a los resultados cuantificables.

El deporte es tan antiguo como la existencia de la humanidad, por consiguiente, el hombre propiciaba actividades que contribuían a su desarrollo y equilibrio biológico – social, logrando con éste la correspondencia y armonía con otras comunidades o sociedades.  De igual manera se interrelacionaría el crecimiento de todas las relaciones del individuo consigo mismo, con los demás y con la naturaleza.

En la actualidad el deporte es percibido como la actividad de ocio que aporta mayores beneficios, desde el punto de vista físico, mental y social. Además de jugar un papel esencial preventivo ante la sociedad sedentaria y mecanizada que se vive en estos tiempos, igual tiene el poder de integración social y emocional que ayuda a las personas a cultivar las relaciones humanas sin discriminación alguna. La importancia a la inclusión de las personas que tienen alguna discapacidad al deporte, todo en busca de una mejor calidad de vida e inserción social de los individuos con esta condición. (Galindo de Duran & Rengifo, 2017).

La inclusión de deportistas que presentan discapacidad es un tema que como sociedad aún no estamos preparados para ello. Un ejemplo claro, es la aceptación y participación como visores en los juegos paraolímpicos; es decir, a modo de ejemplo, cuando se presenta a jugar la selección mexicana de fútbol varonil, la Ciudad de México, se paraliza por completo; sin embargo, observar el fútbol con ciegos no es tan relevante como lo mencionado anteriormente.

Ahora bien, fomentar el deporte inclusivo en los deportistas con discapacidad, les fortalece su autoconcepto y, mejora su autoaceptación individual y social. Motivo por el cual, ya no son observados como seres no funcionales para la sociedad.

La actividad fisico-deportiva es uno de los escenarios donde las personas se muestran de forma más abierta y directa. Este hecho puede ser usado por los técnicos implicados, no sólo para conocer mejor a sus deportistas, sino también para fortalecer el proceso de autoconocimiento y autoaceptación. (Amat & Batalla, 2000).

Para resumirlo en unas cuantas palabras, dice Maslow (1971):

“El hombre tiene una naturaleza elevada y trascendente y esta es parte de su esencia, esto es de su naturaleza biológica, como miembro de una especie que se ha desarrollado. Esto implica para mi alga que vale más que exprese claramente: un rechazo absoluto del existencialismo tipo Sartre”.

Muy esquemáticamente el presupuesto antropofilosófico de la teoría de autorrealización puede expresarse de la siguiente manera: El ser humano se halla en un punto culminante de la evolución cósmica. Su naturaleza orgásmica lleva genéticamente inscrita la potencialidad de un desarrollo todavía más elevado que está llamado a desplegarse durante la existencia individual y colectiva hasta alcanzar su plenitud.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aguilar C. Ma. J., González J. E., Guisado B. R., Padilla L. C. A. & Sánchez L. A. M. (2012). Nutrición Hospitalaria. Sobrepeso y obesidad como factor pronóstico de la desmotivación en el niño y el adolescente. 27 (4). Recuperado de: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112012000400029

Amat M. & Batalla A. (2000). Deporte y Educación en valores. 1 (12). Revista Aula de Innovación Educativa. Barcelona, España. Extractos tomados de: www.revistacandidus.com

Galindo de Duran C. A. & Rengifo Y. M. (2017). El deporte adaptado y paralímpico herramienta de inclusión social para las personas con discapacidad. 5 (2), 90. Recuperado de: http://www.ecoambienteydesarrollo.org/revista/ojs/index.php/novum/article/view/149

Organización Mundial de la Salud (2020). Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud. Sobrepeso y obesidad infantiles. Recuperado de: https://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood/es/

Pérez R. C. (1993). Evolución Histórica de la Educación Física. Grecia. (33), 24 – 38. Recuperado de: https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/33023446/articulo_de_la_educacion_fisica_e_historiaa.pdf

Pérez P. J. y Gardey A. (2009). Definición. de. Definición de gimnasia. Recuperado de: https://definicion.de/gimnasia/

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