Fernando Vargas
  • Sur Global. Caso de Colombia en el Futbol Femenino: un verdadero cambio?
  • Lo Futbolístico: paradojas e ironías a nivel directivo, talento de las jugadoras y sapiencia del técnico
  • Relaciones Norte-Sur: ¿cambiando la desigualdad global?
  • El Deporte Comunitario: alternativa para la deconstrucción de la desigualdad en microentornos

Por Dr. Carlos Eduardo Vargas Olarte

Director Centro de Investigación SFBD

Presidente de la Academia Colombiana de Ciencias del Deporte ACCD

Elementos conceptuales para la realización del Conversatorio sobre la Gestión del Deporte/ futbol femenino como inductor para procesos de empoderamiento y cambio social en el Sur Global

Organizadores: Austria Santos International (https://austriasantos.com/), la Iniciativa Fairplay de Austria,  para la Diversidad y la antidiscriminación ( www.vidc.org, www.fair-plat.info , la Asociación Südwind para Políticas de Desarrollo y Justicia Global | Rebeldes del cambio (www.rebels-of-change.org ) apoyadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y la agencia Austriaca de cooperación internacional, Delta Cultura Austria, Cabo Verde, Alemania y Suiza (www.deltacultura.org/en/ )

Evento realizado el 16 de Octubre 2023 en la Casa del Deporte (Haus des Sports), (Viena, Austria) en la sede asignada por el Ministerio Federal de la Cultura, los servicios públicos y el Deporte de Austria a importantes instituciones deportivas como la Organización Federal de Deportes de Austria, el Instituto Austriaco para la Construcción de Instalaciones Escolares e Instalaciones Deportivas, a la Comisión de Control del Dopaje y a otras ‘0asociaciones deportivas.

Haus des Sports. Prinz Eugen Strasse 12, 1040 Viena- Austria

Fútbol Femenino: de la Cancha a la Teoría Sociopolítica del Deporte

El cuarto lugar de la Selección Colombia femenina en Futbol en la Copa Mundial de la FIFA celebrada en Australia y Nueva Zelanda sacudió la jerarquía mundial. Equipos del Sur Global como Sudáfrica, Marruecos, Nigeria y Jamaica llegaron a la ronda final, Filipinas derrotó a Nueva Zelanda y Colombia sólo falló en cuartos de final contra las inglesas.

En el país sudamericano, el fútbol femenino está creciendo con fuerza. El público de las ciudades admira y respeta a la selección nacional, llamada “las superpoderosas”. Cada vez más jugadoras dan el salto a Europa y Estados Unidos.

Lo significativo y meritorio del logro de la selección colombia femenina que ha llamado la atención en los medios deportivos y en particular en el entorno futbolistisco europeo, es que el éxito deportivo contrasta con la realidad del país, marcada por la violencia, el machismo, la pobreza y la corrupción de los dirigentes deportivos. ¿ cómo fue posible configurar un equipo tan sólido en lo futbolístico y en lo emocional? En qué medida la labor del entrenador ha sido el factor clave para este desempeño? ¿Es el rendimiento deportivo de un equipo femenino del sur global, una muestra de las tendencias de cambio social? ¿ el éxito alcanzado obedece a una casualidad? ¿Qué tiene que cambiar estructuralmente para que el fútbol se convierta en una fuerza de cambio social y empoderamiento?. ¿Qué potencial tiene el fútbol para el empoderamiento de las mujeres en el Sur Global?

Antes de plantear respuestas puntuales, se debe de anteponer que el logro obtenido se hizo realidad, no por convicción de la dirigencia deportiva para impulsar y desarrollar el futbol femenino en Colombia, ni por haber definido  un plan o un sistema de gestión para realizar un trabajo sistemático de búsqueda, selección, promoción y desarrollo de talentos, como tampoco a los esfuerzos para la cualificación de entrenadora(e)s. Y menos, en cuanto a: 1. la igualdad de condiciones para el uso de instalaciones para los entrenamientos y la preparación en los clubes, 2. la equidad en cuanto a la presencia de las mujeres en los cuadros directivos de la organización del futbol en el país 3. Las designaciones en el cuerpo arbitral de los torneos de futbol. 4. la consolidación de estructuras organizativas, 5. La realización de un torneo profesional con la definción de un sistema de ascenso y descenso.

Lo cierto, es que el éxito alcanzado, en forma desconcertante para la lógica europea de los procesos que le concede la mayor importancia a la configuración del sistema, el diseño esquemático de planes, programas y proyectos; el logro alcanzado   por la selección colombia femenina, obedeció en gran parte al desentendimiento de los dirigentes-rayando en indiferencia-  y a una “gestión” bajo la óptica del tener que cumplir las pautas de la FIFA y para responder (aparentemente) a los discursos de igualdad, equidad y justicia de género. Este desentendimiento, se revela por las contradicciones de la gestión de los dirigentes del futbol colombiano ante los principios “mandatos” en este sentido por parte de la FIFA, la ONU, la Conferencia Mundial de la Mujer realizada en Beijing1995: falta de reconocimiento, importancia y valoración del trabajo de la mujer, inequidad, desigualdad, poca visibiliización, ridiculización en algunos medios de comunicación, la inequidad y hasta el irrespeto a algunas de las jugadoras.

Gracias a ese desentimiento paradójica e ironicamente se pudo realizar

  1. Un proceso continuo durante 6 años cuando en el futbol mundial no es tan común el ver realizar procesos a mediano y largo plazo –como lo trazan los cánones de la producción del alto rendimiento deportivo[1] y el desarrollo de productos de renovación e innovación en el medio industrial-  Mucho menos en Latinoamérica / Colombia, en donde lo más común, es no desarrollar, ni comprometerse con los procesos ante el inmediatismo, la improvisación, el obedecer a las presiones tanto políticas, como mediáticas, así como a los intereses y no pocas veces a la corrupción que ha invadido a diferentes sectores de la sociedad colombiana. 
  • Un proceso innovador en su concepcion, enfoque, fundamentación, planeación y estilo de dirección de la producción del alto rendimiento deportivo  que permitió formar y desarrollar a un grupo de jóvenes mujeres talentosas y aguerridas (“guerreras”/ “superpoderosas”) bajo el liderazgo sapiente de un entrenador con formación académica y una experiencia acreditada al lado de maestros del futbol colombiano de finales del Siglo XX como Gabriel Ochoa Uribe (+) –en el América de Cali- y como miembro del cuerpo técnico de Luis Alfonso Marroquín (+) quien en 1985 lideró el proceso que con la clasificación al Mundial Sub 20 de la entonces Unión Soviética, marcó el nacimiento de la generación dorada del futbol masculino en Colombia.
  • Se pudo desarrollar un proceso continuo que permitio formar, desarrollar y fortalecer 1. el compromiso de todas las jugadoras con los principios de carácter – espíritu y esfuerzo de la disputa individual y colectiva-, 2. el conocimiento de su responsabilidad individual y con el equipo. 3. la comprensión y aplicación tanto de los conceptos, como de los sistemas de juego y las variantes de acuerdo a los rivales, las circunstancias y posibilidades de acción o reacción frente a un resultado favorable o adverso.
  • Fue posible, consolidar y hacer consciente a todas las jugadoras de la selección del valor simbólico y real de la representación que tenian en el uniforme no sólo de la selección, sino de la identidad de la mujer colombiana, su espíritu de superación y orientación al logro de metas.
  • Demostrar al país y al mundo que los grupos humanos, desarrollados con sentido de equipo, liderazgo innovador, solución creativa e innovadora de conflictos y una comunicación no violenta, a través del deporte, es posible  pomover y ejemplarizar: la convivencia, la coexistencia y la unión solidaria entre semejantes de diferentes edades, etnias, nivel sociocultural, socioeconómico y creencias. En el equipo se pudo conjugar y armonizar una diversidad de factores sociodemograficos y socio culturlales. Algunas de ellas acreditan estudios de posgrado, otras hablan más de dos idiomas, saben comprometerse con causas en favor del bienestar común, todas aprendieron a ser solidarias dentro  y fuera del campo, una de las características del equipo: la disposición de esfuerzo para recuperación inmediata del balón empezando por las atacantes, el cubrimiento de los espacios en los relevos y las coberturas, así como en el acompañamiento permanente para ofrecer el espacio o la posición.

Podría decirse que el proceso realizado no lo fue por la convicción y la responsablidad que desde de la dirigencia se debe de tener ante un proceso. Para el medio europeo, lo desconcertante es que se logró un resultado doblemente meritorio: además de la exigente competencia deportiva, se realizó a pesar de que los directivos del futbol colombiano consideraron que había que estar a la moda con el “cuento de futbol femenino”, que no le colocaron el mayor interés al equipo y sus necesidades, sino cuando despuntó con un gran desempeño y unos logros que les sorprendieron, (ellos, no tuvieron la culpa del éxito, se reitera: lo logrado ha sido a pesar de ellos) pero ante lo cual no tuvieron el menor recato para ir a aparecer en las pantallas de la TV internacional.

Al lado del éxito, no demoraron en manifestar los deseos de figuración protagónica de los dirigentes o allegados a ellos, para pretender ejercer influencia en aspectos del funcionamiento interno del equipo, desde el desconocimiento de la autoridad, legitimación y competencia del entrenador, tanto en las convocatorias, como en el camerino durante el torneo, en el manejo de las informaciones y hasta en el entorno de las concentraciones (los verdaderos motivos de la renuncia del Técnico Nacional?)

Lamentablemente, lo más probable es que al ignorar las enseñanzas positivas que ha dejado este proceso y lo que se debe de corregir, difícilmente se pueda brindar continuidad al éxito alcanzado, bien sea para igualarlo o superarlo. Sumado a las carencias estructurales, funcionales y sistémicas del fútbol femenino en Colombia.

De otro lado, posterior a la efervecencia del meritorio 4to lugar a nivel mundial, todavía es un ideal y una utopía, que el futbol femenino logre influir en forma significativa, las causas -luchas- de las mujeres en el país por la superación de las desigualdades estructurales en las organizaciones, la decisiones, la valoración y el reconocimineto justo a su labor, los prejuicios culturales, el sexismo y la homofobia.

En el “partido” -simbólico- frente al machismo reinante en el mundo del futbol colombiano, son pocos los goles concretados por las “superpoderosas”. En el “marcador” no se registran otros logros, mas allá de la emocionalidad estimulada por los triunfos de una corajuda representación que en opinión de la mayoría de los colombianos, es superior en “compromiso y berraquera” que lo exhibido por los varones. El “partido” continúa. Toca estar atentos a la presencia, a la voz y decisiones de las mujeres en los organismos del futbol ante: 1. los riesgos y amenazas de la transfererencia de las prácticas “contaminadas” del futbol másculino.2. la realidad de la equidad e igualdad en el reconocimiento de su labor. 3. Al equilibrio de perspectivas estrategicas, tacticas y operativas en la gestión el futbol en general 4. La necesidad de estructurar la organización del futbol femenino como organización independiente?. 5 las exigencias de los movimientos feministas para la superación de estereotipos sobre genero y deporte en los medios de comunicación y en la sociedad en general. 7. Al respeto y derecho a la intimidad (esfera privada).

Socipoliticamente, el futbol femenino es un campo de tensión frente al dominio / poder masculino que se puede resumir bajo el concepto de empoderamiento que va mas allá del rotulo publicitario de las superpoderosas. El reto de un verdadero empoderamiento, está en reclamar y defender los derechos, a no ser sometidas ni estrutural- ni funcionalmente; a luchar por lo que no se puede aceptar. Para ello, tanto las futbolistas, como los dirigentes- mujeres y hombres- deben de considerar que este es un proceso continuo y a largo plazo, que remite a luchar por el cambio de paradigmas, prácticas y “maniobras” enquistadas muy resistentes al cambio, al control y a su liquidación.

Se debe de advertir que los logros individuales – los contratos en las grandes ligas- no las lleguen a desvincular de estos procesos de empoderamiento y estas luchas sociopolíticas. Que la conciencia sobre lo que no se puede aceptar, no es episódica, debe de ser permanente, así cmo las demandas del cumplimiento de los derechos de las mujeres, la superación de los esterotipos, alcanzar los ideales y las utopías.  Que el futbol, debe de ser un medio simbólico para generar unión, solidaridad, co- cooperación, igualdad y Paz. Que la mujer lucha por las verdaderas prácticas de la inclusión, la equidad, el respeto y la igualdad. Que el futbol, asi como responde a la rivalidad deportiva, abre posiblides de comunicación, interaccion y relación que permite generar los vinculos necesarios cuando se comparte una pasión.

Esta construciión, estas luchas y estos cambios,  no se le pueden dejar solo al futbol feminino, incluso ni a su integración con el futbol masculino (un futbol unico). El futbol es un sistema social, dentro de otro sistema social como lo es el deporte y este a su vez, es un sistema en interacción con otros sistemas. Se debe de reconocer que las inequidades, las injusticias, la desigualdad, están generaddas por “techos” muy altos de las jerarquías del mundo global.

En la medida en que se trabaje en forma integrada, coordinada, sistemática y proyectada en el largo plazo, en determinados microentornos se puede pretender cambiar paradigmas, prácticas anacrónicas, concepciones especulativas, aprender / cambiar las formas de comunicación, relación, interacción el manejo de los conflictos, la construcción de acuerdos, la solución creativa e innovadora de conflictos, fomas de liderazgo colectivo, estilos creativos de dirección, debidamente soportdas con la fundamentación cientifica que demandan los procesos y el estudio de la desigualdad para poder comprender las pretensiones de la igualdad.

En el final de la intervención, se ampliaran las bases teóricas de una propuesta en pro de la construcción de una perspectiva integral, intersectorial e interinstitucional que trasciende de los limites de la igualdad de generos en el futbol: el Deporte Comunitario como inductor de la gestión sostenible. Un modelo / ejemplo del desarrollo y fortalecimiento de sistemas sociales innovadores, creativos y sostenibles.

Lo Geoplítico en el Deporte: la Relación Sur Global-Norte Global

El término Sur Global es un término utilizado en estudios geopolíticos, geoeconómicos y sociohistóricos que se ocupan de las relaciones post coloniales y transnacionales, los cuales permiten describir, comprender y explicar la situación social, cultural, política, económica, tecnológica y ambiental de los países y regiones que están en desventaja en el sistema global en el marco de las condiciones derivadas de la división entre países del primer mundo / desarrollado y del tercer mundo / subdesarrollado. En la acepción más actualizada, no se considera limitado al nivel geográfico, puesto que también en él se incluyen regiones del Norte afectadas por la pobreza y en general por la desigualdad.

Términos como “países en desarrollo” o “Tercer Mundo” expresan una idea eurocéntrica jerarquizada del “desarrollo” que estos países deberían seguir, y que sugiere un subdesarrollo de los países del Sur Global depende de la ayuda del “Primer Mundo”. En la interdependencia que esta relación representa los “países desarrollados” establecen condiciones restrictivas a los “subdesarrollados” y muy favorables para ellos. Por otro lado, el par de términos Sur y Norte Global intentan la comprensión y la explicación de las realidades políticas, económicas, tecnológicas, ambientales y culturales en un contexto global.

El Norte Global, por el contrario, determina una posición con ventajas. La división apunta a las diferentes experiencias con el colonialismo y la explotación, una, como principalmente quienes se benefician y la otra, como quienes son principalmente explotados. Como ya se ha anotado, la división entre sur y norte es sólo parcialmente geográfica. Por ejemplo, al igual que Alemania, la mayor parte de Australia pertenece al Norte Global, pero también hay personas en ambos países que forman parte del Sur Global, por ejemplo, aborígenes australianos y personas ilegalizadas. Por el contrario, incluso en países donde la mayoría pertenece al Sur Global, hay personas que disfrutan de la posición y condiciones ventajosas del Norte Global, ya sea porque son blancos o porque pertenecen a la clase globalmente privilegiada debido a sus recursos económicos.

Las relaciones entre el Norte y el Sur Global están determinadas fundamentalmente por un pasado colonial compartido y su legado continuo en el presente. A lo largo de los últimos siglos, se han creado relaciones de poder político, económico y cultural que se mantienen relativamente estables hasta el día de hoy, son efectivas en todo el mundo y de las que el Norte Global sigue beneficiándose hoy (desigualdad). 

El alcance del colonialismo europeo es inmenso: tiene una historia de más de 500 años que continúa hasta el día de hoy; En 1914, por ejemplo, el 85% de la Tierra estaba ocupada por europeos. Pero el colonialismo europeo no implicó sólo la ocupación de determinadas zonas y, por tanto, no terminó con la retirada de las potencias coloniales. Es un sistema de conocimiento, dominación y violencia que perdura y determina nuestros pensamientos y acciones de manera consciente o inconsciente. Las relaciones de poder coloniales incluyen tres dimensiones en particular:

  • Conquista, control y explotación económica, así como integración forzada a un sistema económico y social capitalista global;
  • la difusión mundial de los sistemas de conocimiento europeos y la formación de la conciencia de los (antiguos) colonizadores y (antiguos) colonizados
  • Racismo.

De esta realidad, no puede sustraerse el futbol femenino, ni el deporte en general.  Ni ningún otro sistema social. En medio de la competencia, se ha colocado en evidencia que a las jugadoras de la mayoria de los seleccionados de diferentes continentes (Norte Global y Sur Global) les afectan: las desigualdades estructurales, los prejuicios culturales, el sexismo y la homofobia. Que la mayoria de ellas -indistintamente- provienen de entornos desfavorecidos social, económica- y politicamente.  

La unión femenina de futbolistas en esta unión Norte y Sur Global, está configurando las luchas por la igualdad salarial, la presencia de la mujer en las estructuras organizativas, censurar los silencios complices que esconden al machismo, el respeto por su cuerpo e intimidad, superar los estereotipos y los prejuicios en torno a la dedicación a la practica del futbol, la igualdad en el juego, en las condiciones para el entrenamiento, la remuneración, nuevos estilos de liderazgo y dirección técnica, participación indistinta en cuerpos tecnicos y equipos de apoyo interdisciplinario/ Ciencias del Deporte, acoger y apoyar proyectos de desarrollo deportivo orientados no sólo hacia el alto rendimiento y la competencia, sino tambien a la salud, a la diversión y el entretenimiento, al uso de la tecnología, a la integración social (perspectiva de genero), el desarrollo comunitario y la sostenibilidad

Con relación al contexto/ entorno de donde provienen las jugadoras -tanto las del Norte Global, como las del Sur Global- también sufren en diferente nivel, intensidad y magnitud: la pobreza, las dificultades de acceso a recursos, servicios de baja calidad, sobrecargas de labor y baja esperanza de vida. La lucha de ellas, la de todas las mujeres y la de gran parte de la población de sus países, es por reducir las enormes e injustas brechas sociales, económicas, políiticas, culturales, tecnológicas, deportivas y culturales: la desigualdad.

El reto y el desafío conceptual -científico social- es el de dimensionar la contribución -potencial y real- del deporte a favor de los cambios estructurales, es decir, estudiar, hacer conciencia sobre el fenómeno de  la desigualdad social y las tendencias actuales de la desigualdad global / las asimetrías estructurales que regularmente son reducidas a la pregunta simplista:  “Sí los procesos de cambio se limitan a lo económico y político que es lo que generalmente se discute bajo el título de aspectos positivos y negativos de la globalización dejando al margen otros aspectos /hechos sociales (socioculturales, socio tecnológicos y ambientales) que requieren ser considerados, aparte de la relación de dominio político y económico entre el Norte Global y el Sur Global.

Aunque persisten las desigualdades sociales globales: las asimetrías estructurales, el ascenso económico y la nueva confianza política de algunos países y regiones emergentes apuntan -esperanzadoramente- a un cambio. Ya se insinúan nuevas tendencias económicas, hay una mayor apertura para la cooperación internacional, en algunos países del sur global, se nota un mejoramiento del potencial económico y en el Norte global, se están reduciendo las restricciones para ciudadanos emigrantes en condiciones más justas. En ellos se reconoce y se valora los aportes y contribuciones que provienen del Sur Global, no necesariamente limitado a las materias primas (recursos naturales). Igualmente se debate abiertamente sobre la defensa de la soberanía, el respeto por la autodeterminación de los pueblos, se valoran en forma más justa sus riquezas y se establecen relaciones de beneficio mutuo

En función del camino esperanzador del cambio, el deporte ha adquirido una dimensión de trascendencia como inductor de la gestión sostenible y de la generación de cambios paradigmaticos y la deconstrucción de la dsigualdad en microentornos sociales. En el“Juego” de las ideas, nos permitimos plantear la desigualdad como categoría general y el manejo ideológico de los sistemas económicos y políticos, tomando como referencia el caso del futbol femenino- y el deporte en general-. ilustrando las relaciones entre las situaciones de orden supraestructural que en algunos apartes nos remitiremos a ejemplificar

De un lado, se procurará ilustrar  como la desigualdad, es un hecho general, no limitado a lo socioeconómico y lo sociopolítico. Y de otro lado, que así como hay enfoques, modelos y sistemas que retóricamente promueven ideales sobre la igualdad, a fraternidad y la libertad como las proclamas de la revolución francesa, a diferencia de ellas, también hay otros modelos de deporte que no se quedan en el nivel de la retórica, existe la posibilidad de la fundamentación científica, crítica y propositiva en favor de plantear nuevos enfoques, modelos y sistemas en procura de deconstruir la desigualdad, y trabajar de forma mancomunada en pro de la solidaridad, la co- cooperación y la igualdad.

Sur  y Norte Global: Desigualdad y Deporte

Desde una perspectiva liberal, que domina tanto los medios de comunicación como las instituciones financieras internacionales, el cambio estructural político y económico (¿orden mundial?- ) observado en todo el mundo en las últimas décadas promueve el desarrollo, el crecimiento y una creciente prosperidad. 

La combinación de acontecimientos políticos y económicos de finales del siglo XX y comienzos del Siglo XX están alcanzando los niveles más altos de preocupación en los últimos cincuenta años. Las combinaciones de condiciones socioeconómicas y sociopolíticas bajo la óptica sociohistórica, son características de los períodos de transición en los que la riqueza y el poder cambian de tal manera que remodelan el orden mundial con el surgimiento de conflictos, incluso con amenazas de guerras o hecatombes.

El credo liberal de mercado es que la apertura global al comercio y la inversión, el aumento de las exportaciones, la privatización, la desregulación y unos mercados laborales más flexibles aumentan el crecimiento económico y el nivel de vida de todos. Al aumentar el ingreso promedio per cápita, se reducirá la pobreza y, en el largo plazo, los grupos de menores ingresos lograrán avances económicos y sociales. También se supone que los países más pobres que constantemente abren sus mercados y liberalizan sus economías nacionales crecen más rápido debido al bajo nivel inicial, de modo que las diferencias de ingresos globales se igualan con el tiempo.[1]

Desigualdad: una aproximación conceptual

Las desigualdades sociales caracterizan a todas las sociedades, aunque en distintos grados. No se trata de características físicas o diferencias culturales, sino de la distribución de las oportunidades de vida y de derechos desiguales de disposición sobre bienes materiales e inmateriales que se consideran necesarios, valiosos y deseables dentro de una sociedad.(2]

La desigualdad no es un estado de naturaleza, como escribió Jean-Jacques Rousseau en 1754, sino un fenómeno socialmente producido y reproducido, cuya legitimidad siempre sigue siendo cuestionada. Rousseau, como más tarde Karl Marx, presentaron un concepto relacional de desigualdadRelacional significa que se supone que el surgimiento histórico de clases sociales y relaciones de explotación está directa o causalmente relacionado con la implementación de la división del trabajo y la propiedad privada.

Los críticos del concepto de clase tampoco niegan que la desigualdad se produzca y reproduzca socialmente. Pero desde su punto de vista, las diferencias estructurales sociales son el requisito previo para asegurar los principios de competencia y desempeño, que se consideran indispensables para la dinámica del desarrollo social. En esta lectura, conocida como funcionalista, los bienes materiales (por ejemplo, el ingreso) e intangibles (por ejemplo, el poder) representan importantes incentivos y recompensas para los que tienen un alto desempeño.

Los críticos a este enfoque estructural- funcionalista (Parsons) con relación al deporte, colocan en el “ojo del huracán” a la exagerada importancia que se le brinda al “Modelo de deporte de competencia y de alto rendimiento” como prototipo y sistema social que reproduce la esencia, la naturaleza y los principios del capitalismo a ultranza, orientados al beneficio de los negocios privados que en forma desconcertante – en gran parte- son subsidiados por los gobiernos locales, regionales y nacionales mediante transferencia de recursos y medidas de apoyo, a los que incluso en el caso de eventos internacionales, se les llega a liberar de las normas tributarias que si deben de cumplir todas las organizaciones privadas y todos los ciudadanos!!!!.

Este modelo, es cuestionado por los sociólogos que siguen la teoría de los Sistemas Sociales (Niklas Luhmann) por reproducir en su campo y con impacto a otros sistemas, las relaciones de desigualdad a partir de la industria de la corporalidad, el juego, lo lúdico, los espacios, el movimiento, las técnicas corporales y los motivos de práctica  a través de las cuales, de un lado: 1. Se “naturaliza” el dominio de los “poderosos” como algo esperado y lógico, matizado por la disputa de los primeros lugares entre ellos. 2. De otro lado,  se magnifican los desempeños  (éxitos y fracasos) de los “menos favorecidos” para legitimar el principio de la competencia y desempeño aplicable para la productividad, el ascenso social, el reconocimiento y la remuneración: la guerra de la supervivencia dentro del desarrollismo social

El argumento estructural funcionalista del deporte como sistema administrativo  y su entorno, puede ser rápidamente refutado empíricamente (resultados en los juegos olímpicos y en los campeonatos mundiales). Basándose en diversas épocas históricas y en diferentes culturas, se puede demostrar que los puestos importantes no se cubren únicamente en función de la competencia y las características de los méritos y el desempeño, sino que a menudo están vinculados al origen y el estatus social. La suerte del nacimiento, así como el apoyo y las oportunidades de acceso distribuidos de manera muy desigual, sirven para asegurar y continuar con los privilegios, el poder y las relaciones de propiedad existentes. Por otra parte, los grupos de población social y económicamente desfavorecidos a menudo no tienen la oportunidad de descubrir, desarrollar y aportar sus talentos a la sociedad. Por lo tanto, desde un punto de vista estructural, la desigualdad social es relacional, incluso si, desde una perspectiva funcionalista, que puede abrir espacios para la movilidad social y oportunidades de avance para los individuos a través de logros individuales.

En otras palabras el negocio del deporte de  competencia y el alto rendimiento deportivo a nivel internacional – legitimando la desigualdad social- se ha desarrollado paralelo al desarrollo de la revolución industrial y los hechos socioeconómicos, sociopolíticos, socioculturales y socio tecnológicos  inherentes al proceso (Vargas, C:E, 2019). La desigualdad social refleja las relaciones de poder, dominio y propiedad tanto dentro de una sociedad como entre sociedades basadas en estados nacionales. 

La investigación sobre la desigualdad distingue entre desigualdades verticales y horizontalesLas desigualdades verticales incluyen desventajas socioeconómicas como la distribución de ingresos y activos y el tipo de impuestos, la (falta de) acceso a la tierra, a los medios de producción y al crédito, al mercado laboral formal o incluso a los servicios estatales de interés general (educación), salud, infraestructura básica y sistemas de seguridad social).

Estas desventajas están entrelazadas con desigualdades horizontales. Estas incluyen una participación social y política limitada, o a oportunidades reducidas de acceso, que se imponen a través de desventajas y exclusiones simbólicas e institucionalizadas basadas en la nacionalidad o ciudadanía, el género, el color de la piel, la afiliación religiosa, la cultura, la edad, las discapacidades y las disparidades espaciales o las condiciones climáticas y ambientales negativas. condiciones ambientales.

La competencia como principio del desarrollo utilitarista, pragmatista, empirista, estructural- funcionalista y racionalista, se ha promovido desde Inglaterra- cuna de la Revolución Industrial- bajo los preceptos de Thomas Hobbes (1588-1679), Jeremy Bentham (1748-1832), Adam Smith (1723-1790), se extendió desde mediados del Siglo XVII a otros países de Europa, en la segunda mitad del siglo XIX  Talcott Parsons (1902-1979), Karl Popper ( 1902-1994), se fortaleció notablemente con la bandera del Olimpismo después de las guerras mundiales y el desarrollo de los medios de comunicación, en un proceso combinado con otras dinámicas de las industrias y consorcios multinacionales. Lo cual facilitó su expansión a otros continentes.

La competencia deportiva -entre países en las olimpiadas y campeonatos mundiales- de un lado ha reforzado los principios ideológicos de la competencia, aspecto clave para el desarrollo socioeconómico y sociopolítico. Y de otro lado, ha fortalecido el desarrollo del sistema administrativo del deporte y la perspectiva del éxito, basados en la superioridad sociopolítica, socioeconómica, socio tecnológica y socio cultural de las potencias -imperiales- colocando como premisa las bondades del sistema para el desarrollo de los talentos y sus capacidades de su población. En consecuencia los resultados deportivos son divulgados gracias al desarrollo de los medios de comunicación, la publicidad y la comercialización alimentados por el marketing y el patrocinio con el – y en el- deporte.

De esta manera el deporte -de competencia y alto rendimiento deportivo- se enmarcó dentro del sector del entretenimiento (espectáculo) para fortalecer el negocio de grandes industrias asociadas al hecho deportivo: los medios de comunicación, las agencias de publicidad, de mercadeo, comercialización, representación y venta de derechos, de catering y la seguridad, así como los negocios relacionados con la industria del tiempo libre (Turismo, Viajes, Series de TV, Cartillas, Novelas, Filmes. Juegos electrónicos). La competencia deportiva, estimula el consumo,  tanto en el Norte Global como en el Sur Global.

Lo conciliatorio: un deporte socialmente responsable y sostenible

El principio de realidad no es atacar al Modelo de deporte de competencia y Alto rendimiento deportivo como reforzador de la ideología del capitalismo. El capitalismo moderado, de centro, es socialmente responsable. Hay casos y ejemplos de éxito a nivel internacional, nacional, regional y local. Lamentablemente son esfuerzos aislados pero que han comprometido con los principios de vida, el respeto a los derechos humanos, al medio ambiente y con la supervivencia de las generaciones futuras. Estos preceptos, son los que promueven, impulsan y apoyan organismos multilaterales como las Naciones Unidas (ONU): los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), la Agenda 2030, y las encíclicas papales (Laudato Si y Fratelli Tutti).

Los grandes organismos deportivos (COI) Comité Olímpico Internacional y las Federaciones deportivas internacionales, entre ellas la de mayor importancia la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociado), han anunciado compromisos de manera forma y protocolaria, pero no se han comprometido a fondo. Continúan reproduciendo los modelos, sistemas y practicas tradicionales adornados con declaraciones retoricas y apoyos aislados que en la práctica, no generan acciones verdaderamente transformadoras.

El reto y el desafío de la Sociología del Deporte contempla dos campos de acción complementarios y convergentes: De un lado, la tarea es estudiar la desigualdad en el deporte, con base en hechos, datos sociodemográficos, socioeconómicos, sociopolíticos, socioculturales y filosóficos, procurando caracterizarla, tipificarla, explicarla, diferenciarla, analizarla y establecer sus relaciones con las políticas de desarrollo económico, social, urbano, rural y tecnológico del país.

Y de otro lado, revisar:  la coherencia, la consistencia y la pertinencia de los modelos de administración del deporte -en general- que están estructurados y orientados bajo el modelo de administrar lo competitivo, orientado hacia el alto rendimiento deportivo, no como un sistema social que considere su relación, interacción, conflictos y contingencias frente a otros  modelos de deporte con impactos reales en la práctica social, como inductor de los cambios y desarrollos socioeconómicos, sociopolíticos, socioculturales, socio tecnológicos y ambientales contemplados en los planes de desarrollo para reducir las desigualdades.

La perspectiva amplia de la gestión del deporte, bajo los principios de solidaridad, cooperación, igualdad, inclusión, equidad y respeto,  debe de contemplar la promoción de proyectos, la realización de programas, la asignación de recursos, la coordinación de trabajo intersectorial y los estimativos reales de los impactos pretendidos de la implementación en forma integrada de los diferentes modelos de deporte frente a los planes de desarrollo ante -el futuro?- de la desigualdad.

Diferenciar el modelo de  la competencia y el alto rendimiento deportivo con base en la legitimación y competencia real de su alcance en la contribución a los planes de desarrollo frente a las brechas de la desigualdad, invita a examinar los orígenes de la inversión, el uso eficiente, eficaz y sostenible  de los recursos, así como de los beneficios tributarios y el impacto real en favor de los planes de desarrollo. La ponderación responsable de la proporcionalidad en la asignación de recursos, apoyos y  la evaluación de los retornos (beneficios) de la inversión económica tanto en lo deportivo, como en lo social, bajo la diferenciación de la naturaleza y carácter de las organizaciones – público o privado-.

La gestión del deporte bajo concepciones amplias, responsables con la sociedad y el medio ambiente, se debe de auspiciar, promover y apoyar con base en los desempeños de gestión de los diferentes modelos de deporte- ya no por ligas o federaciones- en cuanto a:.1. la rentabilidad deportiva – bajo perspectiva amplia- , 2. rentabilidad social, es decir los impactos sociales de acuerdo a la contribución a los planes de desarrollo, al cumplimiento de los  ODS y la Agenda 2030 3. El mejoramiento de la gestión y sus resultados con base en las buenas prácticas de los sistemas de gestión. 4. La rentabilidad económica de la gestión con el sector privado que se beneficia del consumo de sus productos y servicios. Dentro de ese marco, en aras de los principios de solidaridad, co-cooperación e igualdad en el campo social y el desarrollo del país, se debe de ponderar la asignación de recursos y las medidas de apoyo.

La ponderación de la proporcionalidad de la gestión con el sector privado, es un factor diferenciador pero al cual se puede aspirar desde los diferentes modelos de deporte, en donde tanto el deporte de competencia y alto rendimiento como el deporte amplio (para todos y tiempo libre) tienen -potencialmente- unas mayores oportunidades. En el caso del modelo de deporte de competencia y de alto rendimiento: 1. Son limitadas posibilidades  de generar un gran impacto social en los términos ya referidos 2. Son mayores las posibilidades de generación de recursos en la interacción con el sector privado  (proveedores industriales y comerciales, los medios de comunicación, las casas de apuestas, los agentes de representación y demás grupos de interés que se benefician del producto: rendimiento deportivo). El deporte amplio (para todos y tiempo libre), dado los amplios volúmenes de convocatoria y participación, demanda una mayor gestión con grandes posibilidades de respuesta de las agencias de publicidad y mercadeo de productos de consumo y servicios masivos. Iguales perspectivas se presentan y se deben de explorar para gestionar los modelos de Deporte y Salud, las Nuevas Tendencias Deportivas (NTD) y el Deporte electrónico (eSport)

De esta manera,  se puede ampliar la perspectiva social de la gestión del deporte, no desde un retórica desgastada y repetitiva a la sombra de la competencia y del alto rendimiento deportivo, que a veces resulta no sólo aparente, sino contradictoria ante las realidades inherentes a ella, como la exclusión, la desigualdad y la inequidad en el acceso a recursos. Un enfoque innovador de la gestión del Deporte con relación a su contribución -como inductor- a los planes de desarrollo en su compromiso de reducción a las brechas de la desigualdad desde una perspectiva intersectorial comprometida con los principios de igualdad, equidad, solidaridad, inclusión, mejoramiento del bienestar, la calidad y la vida de la población, para ello están los otros modelos de deporte: para la salud, el deporte amplio (para todos y de tiempo libre), las nuevas tendencias deportivas (NTD) y el deporte electrónico.

Hasta el día de hoy, en el deporte a través de los clubes, las ligas y las federaciones, se reproducen fenómenos como el racismo, las inequidades en las relaciones de género y los antagonismos de clase, que constituyen los  ejes centrales de la desigualdad global. Estos fenómenos no se suman automáticamente, sino que se superponen y pueden reforzarse o debilitarse mutuamente. Esto significa que, si bien los factores locales y nacionales desempeñan un papel importante a la hora de explicar la desigualdad, siempre se debe tener en cuenta su naturaleza global

Los regímenes globales (como el régimen fronterizo y migratorio europeo) influyen en las condiciones de vida de los individuos tanto directa como indirectamente y están estrechamente vinculados al desarrollo de disparidades sociales y económicas en los estados nacionales individuales.[3] La aplicación global de intereses particulares de estados económica, política y militarmente influyentes también puede ilustrarse utilizando las medidas comerciales proteccionistas y de subsidios de los países industrializados, particularmente en el contexto de subsidios agrícolas masivos.

Al considerar la desigualdad global, es importante no sólo utilizar datos económicos, sino también tener en cuenta otros factores. El privilegio o desventaja de una determinada ciudadanía (pasaporte) y los derechos asociados (como movilidad y visas) o la falta de derechos (migración ilegal), los efectos de la división internacional del trabajo (exportador de materias primas versus exportador de bienes terminados y bienes de consumo). ), así como las dimensiones históricas y actuales de la aplicación (colonización, imperialismo, proteccionismo y políticas de subsidios, neocolonialismo) tienen una influencia decisiva.

Además, el género, la pertenencia a un grupo etnocultural específico o los aspectos espaciales (división urbano-rural, centros de crecimiento y polos prósperos versus el interior y sectores y regiones que están perdiendo importancia económica) son de gran importancia para las oportunidades de vida altamente desiguales en todo el mundo, el nivel de participación social y política y el acceso a los recursos materiales.

Desde una perspectiva socio ecológica, los conflictos por recursos naturales cada vez más escasos (como el agua o los combustibles fósiles) dentro y entre sociedades también están desempeñando un papel cada vez más importante. El debate actual sobre el cambio climático ilustra la drástica distribución internacional desigual de beneficios y costos o el consumo altamente desigual de recursos y la brecha de consumo y riqueza entre el norte y el sur, así como las oportunidades tecnológicas y financieras desiguales de los individuos y las sociedades para responder a los impactos climáticos ambientales y poder responder a los crecientes desastres naturales.

Lo Sociológico y lo Geopolítico: la división empírica y teórica norte-sur

Hasta ahora, la sociología se ha ocupado de las cuestiones de la desigualdad social predominantemente dentro del marco de referencia nacional. Sin embargo, apenas se tuvieron en cuenta las desigualdades globales e interestatales.[4] Si bien en la década de 1990 las organizaciones financieras y de desarrollo internacionales se centraron cada vez más en el discurso sobre la lucha contra la pobreza global, los hechos y cifras sobre el desarrollo de la desigualdad a escala global son sorprendentemente raros. Últimamente se ha criticado cada vez más que esto no es una coincidencia, sino que podría deberse a motivos políticos. Branko Milanovic afirma con inusual claridad que esta laguna en la investigación aparentemente sirve a los intereses de la élite, ya que una mayor atención a la desigualdad podría cuestionar la legitimidad de la distribución de la riqueza existente.[5]

Errores estadísticos

El predominio de los datos macroeconómicos agregados para ilustrar la desigualdad global se debe, por un lado, a la importancia que se atribuye a la recopilación de datos (aparentemente) objetivos y cuantitativamente comparables y, por otro lado, a menudo no existe otra alternativa porque sigue simples razones de viabilidad o del esfuerzo que implica la registrabilidad y mensurabilidad estadística. [6]

En lugar de seguir criticando esta perspectiva abreviada, abogamos por un enfoque pragmático y crítico del malabarismo internacional de datos. Es importante dejar claro que las estadísticas no pueden pretender ser veraces y, a pesar de todas las fórmulas y sutilezas matemáticas, no son neutrales. Con vistas a la brecha de desigualdad internacional, permiten representar de forma relativamente fiable las asimetrías económicas estructurales y los desarrollos y tendencias nacionales y globales, a veces también en comparación histórica: ni más, ni menos.

No explican ni las causas ni las complejas conexiones de la desigualdad y no son adecuados para captar la diversidad, la interconexión y la dinámica de las desigualdades realmente existentes dentro de la sociedad o incluso entre los Estados. Los estudios sobre las asimetrías Norte-Sur ciertamente pueden ilustrarse utilizando números, pero no deben reducirse únicamente a ellos.

En 2009, Milanovic comparó y revisó un número manejable de estudios globales a largo plazo sobre el desarrollo de la desigualdad de ingresos. Llega a la conclusión de que la desigualdad global y el coeficiente global de Gini (una medida estadística para determinar la distribución del ingreso) han aumentado continuamente.[7] Cabe destacar que, sobre todo, la composición de la desigualdad del ingreso global ha cambiado. Si bien la desigualdad global se caracterizó durante mucho tiempo por diferencias de clase dentro de los países, hoy está determinada principalmente por la brecha de riqueza entre países.[8vo]

Esto último lo confirman otros estudios. Aunque el ingreso promedio per cápita de la población mundial ha aumentado continuamente, la brecha de riqueza dentro de los países (pero especialmente entre los países pobres y ricos) se ha ampliado constantemente. La gran mayoría de los estudios también suponen un aumento significativo en la distribución desigual del ingreso y la riqueza entre estados y dentro de los estados. Según Kreckel, estudios recientes suponen que alrededor del 75% de la desigualdad global puede explicarse a nivel internacional y sólo el 25% a nivel nacional.[9]

Los éxitos más recientes en materia de crecimiento económico y desarrollo en los populosos estados de China e India son particularmente cruciales para una evaluación más optimista o pesimista de la desigualdad global y la evolución de la pobreza. Sin tener en cuenta a China, incluso los partidarios vehementes de la globalización tendrían que confirmar la profundización de la desigualdad global del ingreso.[10] Sin embargo, el nivel de agregación de los datos no sólo distorsiona la tendencia general del desarrollo de la desigualdad global y la polarización de las concentraciones de ingresos y riqueza observadas en todo el mundo, sino que también bloquea la visión de las disparidades internas. El crecimiento económico ha llevado a una reducción de la desigualdad entre países tanto de China como de la India, pero al mismo tiempo la desigualdad nacional en la distribución del ingreso ha empeorado, particularmente en China.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también confirma un aumento de la desigualdad global. Como resultado, la desigualdad en los países económicamente prósperos de Asia, en los nuevos estados miembros de la UE de Europa del Este, en América Latina, los países emergentes y los países industrializados ha aumentado en lasúltimas dos décadas, mientras que ha disminuido ligeramente en algunos países del mundo. África Sub-sahariana. En los países industrializados del norte, la desigualdad sólo ha disminuido en Francia, mientras que el panorama en los países emergentes es mucho más diferenciado: pocos cambios en India y un aumento significativo de la desigualdad en China.[11]

¿Emancipación económica y política del Sur?

La emancipación/ empoderamiento, es el proceso de cambio de lo que no es aceptable socialmente, culturalmente, políticamente, económicamente, ecológica y tecnológicamente. El empoderamiento, remite a reclamar cambios (Top Down o Bottom Upp) relacionados con los derechos, las condiciones justas, equitativas y respetuosas. El principio indeclinable: no ser sometido. Esta adquisición de poder, no puede argumentarse limitándose a las razones empírico-estadísticas (indicadores), se requiere la óptica desde diferentes puntos de vista, campos del conocimiento, metodologías de investigación,  y de la práctica social. Por ejemplo a pesar de citar cifras, se pueden observar, comprender y explicar cambios notables en el poder tanto en la economía global como en el ámbito político internacional en la primera década del milenio XXI.[12]

Después de la crisis financiera de 2001/2002, numerosos países emergentes y unos pocos en desarrollo registraron un crecimiento significativo del PIB de más del 6%, mientras que los países industrializados sólo alcanzaron el 2,5%.[13] En particular, los países exportadores de materias primas como Venezuela, Bolivia, Chile, Rusia, pero también países individuales del África subsahariana, se benefician de la continua necesidad de recursos de China y de la alta demanda mundial de gas natural y petróleo crudo.

En principio, numerosos países deudores de América Latina lograron desactivar significativamente el drama de la trampa de la deuda mediante el aumento exponencial de los precios de las materias primas y la renegociación paralela de las concesiones de producción y minería y las regulaciones de impuestos para los inversores extranjeros. Estos acontecimientos macroeconómicos van de la mano con la emancipación política y una mayor cooperación Sur-Sur en países y regiones individuales, particularmente en Asia Oriental y la India, pero también en algunos países de América del Sur.

Papel de los países BRIC

El liderazgo de los EE.UU. hasta la fecha como principal socio comercial exterior de numerosos países emergentes y en desarrollo ha sido cuestionado en los últimos años, en particular por los llamados países BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Por ejemplo, en 2009 la República Popular China reemplazó a Estados Unidos como el socio comercial exterior más importante de Brasil. Además, desde 2008, dadas sus inmensas reservas de divisas, el país intermedio ya no es uno de los países deudores, sino uno de los acreedores centrales: China ahora no sólo desempeña un papel destacado como país cotizado financiero en los continentes africano y latinoamericano, pero también aparece como el mayor acreedor en Estados Unidos. [14]

Ya tras la crisis financiera de 1997/1999, Arrighi y otros identificaron una dicotomía global entre los EE.UU. y Asia Oriental, que por un lado continuaba atestiguando la supremacía militar ilimitada de los EE.UU., mientras que, por el otro, Asia Oriental era Siempre en el sector financiero y económico fue capaz de asegurar más territorio e influencia.[15]

Después de las repetidas crisis financieras y monetarias desde finales de los años 1990, que revelaron el fracaso de la panacea de las medidas de ajuste estructural neoliberales, el FMI se enfrentó a una deslegitimación política en rápido aumento y a una caída de la demanda de préstamos. Boris y Schmalz señalan que tanto la Iniciativa Chiang Mai en Asia Oriental como nuevo fondo de liquidez regional alternativo como la fundación del Banco del Sur en América Latina también apuntan a una diversificación de las instituciones acreedoras anteriormente dominadas por Países de la OCDE.[dieciséis 16]

La reducción de las dependencias financieras y la posibilidad de fuentes alternativas de financiación permitieron a menudo abolir las condicionalidades de política económica y regulatoria implementadas por el FMI y el Banco Mundial y fortalecer la posición de los países deudores.

La crisis financiera que estalló en 2008 aceleró esta reconfiguración de las constelaciones de poder político y económico. Aunque el FMI pudo volver a consolidarse como autoridad crediticia, particularmente para los países de Europa del Este que habían caído en crisis, desde entonces se han hecho evidentes nuevos cambios. Países y regiones como Asia Oriental, Rusia y América del Sur afrontaron la crisis mediante sus propios recursos o mediante ayuda bilateral y renunciando al apoyo del FMI.

En vista de su pérdida de importancia, el FMI respondió en 2007 con las primeras ofertas tentativas de reforma. Pero la reforma del derecho al voto exigida durante mucho tiempo por los países en desarrollo sólo se llevó a cabo el año pasado y sólo a raíz de los efectos de la enorme crisis financiera y la presión concertada de los países BRIC. También en este caso no cumplió con las demandas y expectativas, pero aumentó el peso de los votos de los países emergentes y en desarrollo en un 5% de los votos

El G20 [18] lograron establecerse como un foro central dentro de los ámbitos de negociación política internacional, por ejemplo en el contexto de las pasadas cumbres financieras, y han acordado reunirse anualmente en el futuro. Los cambios también se están haciendo evidentes en otros foros políticos y de poder establecidos a nivel internacional: las críticas al déficit democrático y a la falta de legitimidad del G8 hicieron posible las reformas y la apertura del G8 a China y a algunas de las nuevas potencias regionales. A pesar de todas las presiones políticas, a Brasil, China, India y Sudáfrica sólo se les concedió el estatus de observadores. [19]

Ni imperio americano, ni gobernanza global

El reciente ascenso económico de países como China, India y otras economías emergentes, así como los proyectos de mayor cooperación Sur-Sur y los intentos de integración regional (a menudo inspirados en la UE) han coincidido con la mayor confianza política en sí mismos de algunos países de del Sur en los foros internacionales de toma de decisiones.

Además, los actores no estatales globalmente activos, como las empresas transnacionales, las empresas de medios de comunicación, las agencias de seguridad privadas, los grupos de presión, las organizaciones no gubernamentales y los movimientos sociales, están adquiriendo cada vez más importancia política. Todos estos acontecimientos están cuestionando cada vez más las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos, Europa y Japón y la idea de un mundo en el que el “Norte” domina y el resto del mundo está simplemente subsumido económica, política e ideológicamente.[20]

Esta perspectiva dicotómica no hace justicia a la enorme heterogeneidad y complejidad global y nacional de las relaciones de poder y dominación existentes, incluidas sus múltiples interconexiones. Pero a pesar de estos cambios bastante inesperados en la red global de relaciones económicas y políticas, queda por señalar que las desigualdades socioeconómicas estructurales, las dependencias y la dominancia todavía existen y las políticas (neo)liberales continúan dominando.

El deporte no está ajeno a estas perspectivas, las tendencias reproductivas continúan ejerciéndose a nivel organizativo, estructural, funcional, interfuncional, operativo, sectorial, institucional, académico y científico.

La perspectiva transformadora que se propone es la del deporte comunitario como inductor de procesos de cambio y desarrollo asistida por los enfoques en favor del desarrollo deportivo en sentido amplio, el cumplimiento de los Derechos Humanos, del derecho a la vida, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de la Agenda 2030 y la transformación tecnológica. Estos son los marcos referenciales para un desarrollo que facilite la deconstrucción de las desigualdades, trabajar de forma mancomunada en pro de la solidaridad, la co- cooperación y la igualdad y la supervivencia de las generaciones futuras. El deporte puede ser un componente activo o pasivo para ser partícipe de procesos, proyectos, acciones, reacciones, reflexiones, juicios, opiniones y conocimientos relacionados con estos propósitos transformadores en microentornos sociales.

El Deporte Comunitario: alternativa para la deconstrucción de la desigualdad en microentornos

El Deporte Comunitario es un campo de Gestión del Deporte en intersección entre la Política social del estado, la Política pública de Deporte, el desarrollo social, el desarrollo urbano y rural. Su implementación se hace a través de los diferentes modelos de deporte bajo el enfoque de la gestión de sostenibilidad con carácter interdisciplinario, intersectorial e interinstitucional.

Se propone potencializar la contribución del deporte a los planes de desarrollo bajo perspectivas sociopolíticas, socioculturales, socioeconómicas, tecnológicas y ambientales que transversalicen los planes, proyectos y programas de los diferentes modelos de deporte con compromisos de atención e intervención social de manera conjunta e integrada con otros sectores.

El reto de la Gestión del Deporte Comunitario, es  contribuir a la atención de los problemas, necesidades y expectativas de los grandes grupos poblacionales que se ven afectados por las consecuencias de la globalización (lasinjustas brechas sociales, económicas, políiticas, culturales, tecnológicas, deportivas y culturales): la desigualdad socio política y socioeconómica.

Presupuesto para la implementación y desarrollo de este enfoque son: los recursos, potencialidades, posibilidades y oportunidades locales/ regionales/ nacionales e internacionales  – en forma cooperada, asociada, e integrada –

para apoyar y desarrollar proyectos orientados no sólo hacia el alto rendimiento y la competencia, sino tambien a la salud, a la diversión y el entretenimiento, al uso de la tecnología, a la integración social (perspectiva de genero), el desarrollo comunitario y la sostenibilidad (Vargas, 2017 apoyado en Rittner,V. y Breuer, Ch. 2000).

Los riesgos de la auto limitación de la política del Deporte Comunitario a un enfoque competitivo de diversión y entretenimiento, es la mayor limitante para su desarrollo y la generación de una política amplia de Deporte, que atienda las necesidades de grupos amplios de población. Es evidente el hecho de que la competencia como motivación principal para la práctica deportiva ha cedido los lugares de preferencia a otros motivos que representan no sólo la mayor cuota significativa de interés de la comunidad, sino que constituyen una de las mayores expectativas generales para participar de los procesos de desarrollo social considerando:

  • La creciente necesidad de integración del medio Deporte a nivel de aspectos sociales y políticos en forma sistemática, ordenada, integrada con programas, planes y proyectos concretos para la comunidad; cada día son mayores los casos para relacionar de proyectos que pretenden barajar la complejidad de lo social bajo una perspectiva de procesos y no como simple activismo.
  • El potencial del Deporte en el campo de la prevención de enfermedades y la promoción de la salud, es un rol que se insinúa tímidamente en las políticas de Salud Pública, donde se evidencia una preocupación por intervenir la salud de la población adulta en general y el segmento escolar-infantil-, quedando pendientes las tareas con otros grupos de población como los jóvenes y demás poblaciones inmersas en procesos educativos y laborales.
  • La creciente importancia económica del Deporte y de la gestión de sostenibilidad y rentabilidad de las organizaciones deportivas a nivel comunitario. Caso de Modelos exitosos de Comités de Deporte y la Administración de algunos Centros Deportivos y Polideportivos.
  • El recurrente llamado para que el Deporte sirva como un medio de identidad local en el sentido de contribuir a fomentar tanto el espíritu participativo, como el de compromiso y corresponsabilidad cívica – deportiva.
  • En algunos casos se emprenden programas dirigidos a grupos de población (clases menos favorecidas, población en condición de vulnerabilidad, etc.) bajo un enfoque residual (asistencialista y activista) con la etiqueta de “Deporte Social” o “Deporte Social Comunitario”. Estos programas por lo general se soportan con una retórica social que adorna el “activismo social de entretenimiento”, el cual se distancia estratégicamente de los hechos y datos que caracterizan las necesidades, problemas, expectativas e intereses de la comunidad para desarrollar un proceso efectivo de una política pública que incluya lo deportivo, no como un activismo y un gasto social, sino como un campo de la gestión social en interacción con otros campos. Estos enfoques reduccionistas por lo general se rodean con anuncios y estrategias publicitarias típicas del efectismo mediático.
  • Mientras al Deporte, se le continúe considerando como una acción limitada a la concepción física del cuerpo y no se le conciba, como un hecho y un sistema social en interacción y relación con otros sistemas sociales, sino como un modelo de gestión administrativo, es evidente que se estará reproduciendo continuamente el enfoque reduccionista, en el cual solo se acogen los cambios de primer y segundo orden bajo un sistema de ejecución jerárquico descendente –top-down- desvirtuando su esencia de hecho, proceso y sistema social. La pretendida compensación que se hace con rótulos efectistas (“Deporte social”) legitima una óptica asistencialista, desconociendo la perspectiva interactiva, Inter sistémica, transversal y de desarrollo de un sistema social. Además de una profunda inconsistencia conceptual.
  • Se deben encontrar respuestas a interrogantes como: ¿Cuál es la razón de otorgar y diferenciar unos programas bajo la denominación de “Deporte Social”, cuando el Deporte en su conjunto en un hecho, un proceso y un sistema social- no una suma de actividades?, ¿Cómo puede una organización deportiva crear y gestar un sistema de Deporte que le permita definir sistemática y ordenadamente sus procesos y sus metas para atender las demandas y necesidades frente al desarrollo del Deporte? ¿Cómo va a estar preparándose la organización deportiva- el sistema de Deporte- frente a la demanda, motivos, necesidades, expectativas de los usuarios del servicio deportivo?, ¿Qué significa y que representa el cambio de motivos, necesidades, expectativas para la construcción, mantenimiento, de escenarios e instalaciones deportivas para el diseño de planes participativos con la comunidad, a nivel directivo y a nivel práctico?, Qué representa el mismo fenómeno para la capacitación de los actores participantes en los procesos de intervención de la misma comunidad y poder enrutar los procesos de mejoramiento? ¿Cuáles deben ser las mediciones referentes a la eficiencia y la eficacia de la inversión de los recursos en los programas deportivos? ¿Cómo se debe desarrollar la ecuación entre la demanda y la oferta deportiva? ¿Cómo puede el Deporte optimizar su rol de contribuir a la atención de problemas comunes a la población como los temas de salud, medio ambiente, educación no formal, integración social, tolerancia, convivencia, solución pacífica de conflictos y liderazgo? ¿Cómo se procurará que la gestión de conocimiento sea re-conocida como insumo imprescindible al interior de la organización y del sistema del Deporte? ¿Cómo reconocer la importancia del conocimiento y el manejo de los conceptos, métodos y herramientas más actualizados para fundamentar la Gestión científica, técnica y administrativa en el Deporte?, ¿Cómo establecer la conveniencia de la realización de estudios continuos y longitudinales y transversales de los comportamientos, demandas y necesidades de la población en temas del Deporte, Recreación y Tiempo Libre?
  • Posicionar al Deporte -en sus diferentes modelos- como campo de acción social con grandes potenciales de impacto en lo sociopolítico, lo socioeconómico, lo sociocultural y lo ambiental que se puede integrar activamente a los esfuerzos de los gobiernos en pro del fortalecimiento “….de la gobernanza democrática, el estado de derecho, la rendición de cuentas y la transparencia sobre la bases de un pacto social para garantizar la legitimidad, la inclusión y la eficacia de las políticas públicas” (Naciones Unidas 2020). Opciones coyunturales y a largo plazo, en este sentido: impulsar y desarrollar Iniciativas de programas de salud pública en torno al estilo de vida sano para diferentes grupos de edad y condición, la intervención de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), a la educación y control de los factores de riesgo.
  • Dimensionar el potencial del Deporte y sus diferentes modelos: 1. Deporte para la salud, 2. Deporte Amplio (Para Todos y de Tiempo Libre). 3. Deporte de Competencia y Alto rendimiento, 4. Las Nuevas Tendencias Deportivas- NDT-y 5. e- Sport, como medios y espacios -programas- para recuperar la confianza en la gestión pública, en particular frente a las medidas gubernamentales y a las políticas para la recuperación tras la pandemia, ofreciendo posibilidades para fortalecer el respeto y la participación significativa de la mujer, los jóvenes, los pueblos indígenas, las personas afrodescendientes, las personas en situación de discapacidad, los desplazados , los inmigrantes, la comunidad LGTBIQ+ y las personas privadas de la libertad.
  • Impulsar el desarrollo de integraciones (Inter sistémicas, interdisciplinarias, interinstitucionales, intersectoriales), la creación de redes, modelos de Clúster -sociopolíticos y socioeconómicos- proyectando los cambios previo estudio, análisis, simulaciones o pilotos de adaptación e integración con iniciativas de otros sectores y similar carácter proactivo, generativo e innovador dentro de un marco de escenarios que permitan plantear alternativas, respuestas probables y posibles espacios de acción intersectorial (salud, educación, desarrollo comunitario, social, urbano y económico). En el marco de esta relación simbiótica e Inter sistémica (científico, académico, deportivo, industrial- y el mundo laboral) se debe de reconocer que el Nuevo Universo Deportivo está influido tanto por las bases conceptuales (fronteras del conocimiento) como por la creciente demanda del trabajo intelectual, la mayor disposición de Tiempo Libre y paradójicamente de la mayor presencia de lo lúdico-deportivo en el mundo laboral. Entremezclándose los valores del trabajo y el Tiempo Libre- actividad deportiva- con fines de prevención, bienestar, equilibrio, armonía, trabajo en equipo, liderazgo participativo, solución creativa e innovadora de conflictos.

Figura 1. Deporte Comunitario bajo el enfoque de Gestión de la Sostenibilidad. (Vargas, C.E. 2023).

Figura 2. Deporte Comunitario bajo el enfoque de gestión de la sostenibilidad, Modelo de las 5 Puertas. (Vargas,C.E. 2023).

Notas a pie de página

  1. Martin Wolf, Why Globalization Works, New Haven-Londres 2004; David Dollar, Globalization, Poverty and Inequality since 1980, en: David Held/Ayse Kaya (eds.), Global Inequality, Cambridge 2007, págs. 73 – 103.
  2. Nicole Burzan, Desigualdad social: una introducción a las teorías centrales, Wiesbaden 2007, página 7; Reinhard Kreckel, Sociología política de la desigualdad social, Frankfurt/M. 2004, página 17.
  3. Thomas W. Pogge, Why Inequalities Matters, en: D. Held/A. Kaya (nota 1), págs. 132 – 147.
  4. Branko Milanovic, director de pobreza, distribución del ingreso y desigualdad del Banco Mundial, distingue entre desigualdad internacional y global. Mientras que el primero se centra en la desigualdad basada en el ingreso per cápita promedio entre países individuales, el segundo se refiere a la desigualdad entre individuos en todo el mundo, teniendo en cuenta tanto las desigualdades de ingresos entre países como dentro de los países.
  5. Branko Milanovic, Why We All Do Care About Inequality (pero somos reacios a admitirlo), en línea: http://129.3.20.41/eps/hew/papers/0404/0404001.pdf (20 de enero de 2010).
  6. Desde una perspectiva global, normalmente sólo los valores promedio nacionales, como el producto nacional bruto (PNB) per cápita, pueden compararse con el ingreso per cápita promedio de otros países ajustado por poder adquisitivo. No se tiene en cuenta la distribución desigual del PNB dentro de cada país. Esto significa que estos datos no dicen nada sobre las posibilidades de vida del individuo. Esping-Andersen y otros también señalan que las instantáneas estadísticas, como la medición de los coeficientes de Gini o las tasas de pobreza, permiten afirmar el grado promedio de impacto, pero no pueden capturar la dinámica de la desigualdad. Estos datos no permiten sacar conclusiones sobre si se trata de formas temporales o crónicas de pobreza de ingresos; véase Esping-Andersen, ¿Más desigualdad y menos oportunidades? Determinantes estructurales y agencia humana en la dinámica de la distribución del ingreso, en: ibid., págs. 216 – 251; Bob Sutcliffe, The Unequaled and Unequal Twentieth Century, en: ibid., págs. 50 – 72; Sylvia Walby, Globalización y desigualdades, Londres 2009.
  7. Milanovic calcula entre 43 y 45 puntos en 1820, 61,6 puntos en 1929, 63,5 puntos en 1960, 65,7 puntos en 1980 y 70,7 puntos en 2002; véase Branko Milanovic, Global Inequality and the Global Inequality Extraction Ratio. The Story of the Last Two Centuries, Policy Research Working Paper, No. 5044, Banco Mundial, Washington 2009, páginas 5 y siguientes.
  8. Ibídem.
  9. Reinhard Kreckel, Sociología de la desigualdad social en un contexto global. La garza real de Halle, informes de investigación del Instituto de Sociología de la MLU Halle-Wittenberg, (2006) 4. Las estimaciones más cautelosas oscilan entre el 60% y el 90% o entre el 10% y el 40%.
  10. Robert Hunter Wade, ¿Deberíamos preocuparnos por la desigualdad de ingresos desde 1980?, en: D. Held/A. Kaya (nota 1), págs. 104 – 131.
  11. Florence Jaumotte/Subir Lall/Chris Papageorgiou, Rising Income Inequality: Technology, or Trade and Financial Globalization?, FMI, documento de trabajo, WP/08/185, (2008), página 6.
  12. Boike Rehbein, Aspectos de la estructura social global, en: Hans-Jürgen Burchardt (ed.), Relaciones Norte-Sur en transición. Nuevas perspectivas sobre el Estado y la democracia en la política mundial, Frankfurt/M.-Nueva York 2009, págs. 303 – 333; Dieter Boris/Stefan Schmalz, Una crisis de transición: cambios de poder en la economía global, en: PROKLA. Revista de Ciencias Sociales Críticas, 39 (2009), págs. 625 – 643; Dana de la Fontaine/Jurek Seifert, La política africana de Brasil: ¿Qué hay detrás de la cooperación Sur-Sur?, en: Helmut Asche et al. (ed.), África y actores externos: ¿socios en igualdad de condiciones?, Baden-Baden 2010 (iE) .
  13. D. Boris/S. Schmalz (nota 12), página 629.
  14. Helmut Sangmeister: “¡Juntos (no) somos más fuertes!” Percepciones, ilusiones y visiones en las relaciones económicas chino-latinoamericanas, conferencia en la conferencia “Las nuevas orientaciones de la política exterior de América Latina” en la Fundación Ciencia y Política, Berlín 7/8. mayo de 2009; Helmut Reisen, ¿Quién teme a China en África?, en: Política Internacional, (2007) 5, pág.98 y siguientes.
  15. Giovanni Arrighi/Beverly Silver (eds.), Caos y gobernanza en el sistema mundial moderno, Minneapolis-Londres 1999.
  16. D. Boris/S. Schmalz (nota 12), página 637.
  17. Hoja informativa del FMI: IMF Quota, en línea: www.imf. org/external/np/exr/facts/quotas.htm (20 de enero de 2010).
  18. El G20 fue fundado en 1999 y ahora se ha convertido en una alianza política que ya no puede ser traicionada en el ámbito de las negociaciones globales. Los países centrales incluyen: Argentina, Australia, Brasil, China, Alemania, Francia, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, Canadá, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Estados Unidos y la UE. .
  19. D. Boris/S. Schmalz (nota 12), páginas 637 y siguientes.
  20. Michael Zürn, La desigualdad institucionalizada en la política mundial. Más allá de la alternativa “Gobernanza global” versus “Imperio americano”, en: Political Quarterly, 4 (2007), págs. 680 – 704.

Publicaciones relacionadas con la temática.

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  • Vargas, Olarte. C.E (2021): Deporte 4.0. Nuevo Universo deportivo. Grin Verlag. München , Alemania
  • Vargas, Salazar V. (2021): eSport Campus virtual SFBD. Trabajo Final MBA Universidad ICESI en eSport : de actividad a disciplina y modelo de deporte. Centro de Investigación SFBD. Cali. Edición digital (en revisión)
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  • DEPORTE 4.0 SFBD (2020) Canal de Youtube. Ponencias Virtuales con motivo de invitaciones de diferentes Universidades. Temas sobre Deporte 4.0.
  • Vargas, Olarte, C.E (2020): Perspectivas sobre las etapas del desarrollo industrial y el deporte. Praxis, Educación y Pedagogía • N° 4, 2019 • pp 98-123 e-ISSN: 2619-4791 • doi: 10.25100/praxis_educacion. v0i4.8671
  • Vargas-Olarte C.E. (2019) La investigación de futuro y el deporte siglo XXI | Libre Empresa. 16(1), 126-154 https://doi.org/10.18041/1657-2815/libreempresa.2019v16n1.5916           
  • Vargas, C.E, Rittner, V. (2017): Ciencias del Deporte. Teoría Científica del Deporte. El Deporte como objeto de estudio y sistema social. GRIN VERLAG. München. Noderstedt. Germany.  ISBN 9783668677944

El alto rendimiento, en el siglo XXI- el Siglo del Conocimiento- cada día se consolida como un producto de la Industria del Deporte, la cual se apoya en la inversión económica, la aplicación de la técnica, la tecnología y la ciencia, unidas a procesos de búsqueda, selección (Scounting) y desarrollo de talentos, vincular a entrenadores calificados (gerentes de producción, que lideran procesos y subprocesos con equipos de asistentes técnicos, analistas que se apoyan con tecnología del procesamiento de datos e imágenes, y ofrecer las condiciones y posibilidades óptimas para el bienestar de los deportistas.

  • Sur Global. Caso de Colombia en el Futbol Femenino: un verdadero cambio?
  • Lo Futbolístico: paradojas e ironías a nivel directivo, talento de las jugadoras y sapiencia del técnico
  • Relaciones Norte-Sur: ¿cambiando la desigualdad global?
  • El Deporte Comunitario: alternativa para la deconstrucción de la desigualdad en microentornos

Por Dr. Carlos Eduardo Vargas Olarte

Director Centro de Investigación SFBD

Presidente de la Academia Colombiana de Ciencias del Deporte ACCD

Elementos conceptuales para la realización del Conversatorio sobre la Gestión del Deporte/ futbol femenino como inductor para procesos de empoderamiento y cambio social en el Sur Global

Organizadores: Austria Santos International (https://austriasantos.com/), la Iniciativa Fairplay de Austria,  para la Diversidad y la antidiscriminación ( www.vidc.org, www.fair-plat.info , la Asociación Südwind para Políticas de Desarrollo y Justicia Global | Rebeldes del cambio (www.rebels-of-change.org ) apoyadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y la agencia Austriaca de cooperación internacional, Delta Cultura Austria, Cabo Verde, Alemania y Suiza (www.deltacultura.org/en/ )

Evento realizado el 16 de Octubre 2023 en la Casa del Deporte (Haus des Sports), (Viena, Austria) en la sede asignada por el Ministerio Federal de la Cultura, los servicios públicos y el Deporte de Austria a importantes instituciones deportivas como la Organización Federal de Deportes de Austria, el Instituto Austriaco para la Construcción de Instalaciones Escolares e Instalaciones Deportivas, a la Comisión de Control del Dopaje y a otras ‘0asociaciones deportivas.

Haus des Sports. Prinz Eugen Strasse 12, 1040 Viena- Austria

Fútbol Femenino: de la Cancha a la Teoría Sociopolítica del Deporte

El cuarto lugar de la Selección Colombia femenina en Futbol en la Copa Mundial de la FIFA celebrada en Australia y Nueva Zelanda sacudió la jerarquía mundial. Equipos del Sur Global como Sudáfrica, Marruecos, Nigeria y Jamaica llegaron a la ronda final, Filipinas derrotó a Nueva Zelanda y Colombia sólo falló en cuartos de final contra las inglesas.

En el país sudamericano, el fútbol femenino está creciendo con fuerza. El público de las ciudades admira y respeta a la selección nacional, llamada “las superpoderosas”. Cada vez más jugadoras dan el salto a Europa y Estados Unidos.

Lo significativo y meritorio del logro de la selección colombia femenina que ha llamado la atención en los medios deportivos y en particular en el entorno futbolistisco europeo, es que el éxito deportivo contrasta con la realidad del país, marcada por la violencia, el machismo, la pobreza y la corrupción de los dirigentes deportivos. ¿ cómo fue posible configurar un equipo tan sólido en lo futbolístico y en lo emocional? En qué medida la labor del entrenador ha sido el factor clave para este desempeño? ¿Es el rendimiento deportivo de un equipo femenino del sur global, una muestra de las tendencias de cambio social? ¿ el éxito alcanzado obedece a una casualidad? ¿Qué tiene que cambiar estructuralmente para que el fútbol se convierta en una fuerza de cambio social y empoderamiento?. ¿Qué potencial tiene el fútbol para el empoderamiento de las mujeres en el Sur Global?

Antes de plantear respuestas puntuales, se debe de anteponer que el logro obtenido se hizo realidad, no por convicción de la dirigencia deportiva para impulsar y desarrollar el futbol femenino en Colombia, ni por haber definido  un plan o un sistema de gestión para realizar un trabajo sistemático de búsqueda, selección, promoción y desarrollo de talentos, como tampoco a los esfuerzos para la cualificación de entrenadora(e)s. Y menos, en cuanto a: 1. la igualdad de condiciones para el uso de instalaciones para los entrenamientos y la preparación en los clubes, 2. la equidad en cuanto a la presencia de las mujeres en los cuadros directivos de la organización del futbol en el país 3. Las designaciones en el cuerpo arbitral de los torneos de futbol. 4. la consolidación de estructuras organizativas, 5. La realización de un torneo profesional con la definción de un sistema de ascenso y descenso.

Lo cierto, es que el éxito alcanzado, en forma desconcertante para la lógica europea de los procesos que le concede la mayor importancia a la configuración del sistema, el diseño esquemático de planes, programas y proyectos; el logro alcanzado   por la selección colombia femenina, obedeció en gran parte al desentendimiento de los dirigentes-rayando en indiferencia-  y a una “gestión” bajo la óptica del tener que cumplir las pautas de la FIFA y para responder (aparentemente) a los discursos de igualdad, equidad y justicia de género. Este desentendimiento, se revela por las contradicciones de la gestión de los dirigentes del futbol colombiano ante los principios “mandatos” en este sentido por parte de la FIFA, la ONU, la Conferencia Mundial de la Mujer realizada en Beijing1995: falta de reconocimiento, importancia y valoración del trabajo de la mujer, inequidad, desigualdad, poca visibiliización, ridiculización en algunos medios de comunicación, la inequidad y hasta el irrespeto a algunas de las jugadoras.

Gracias a ese desentimiento paradójica e ironicamente se pudo realizar

  1. Un proceso continuo durante 6 años cuando en el futbol mundial no es tan común el ver realizar procesos a mediano y largo plazo –como lo trazan los cánones de la producción del alto rendimiento deportivo[1] y el desarrollo de productos de renovación e innovación en el medio industrial-  Mucho menos en Latinoamérica / Colombia, en donde lo más común, es no desarrollar, ni comprometerse con los procesos ante el inmediatismo, la improvisación, el obedecer a las presiones tanto políticas, como mediáticas, así como a los intereses y no pocas veces a la corrupción que ha invadido a diferentes sectores de la sociedad colombiana. 
  • Un proceso innovador en su concepcion, enfoque, fundamentación, planeación y estilo de dirección de la producción del alto rendimiento deportivo  que permitió formar y desarrollar a un grupo de jóvenes mujeres talentosas y aguerridas (“guerreras”/ “superpoderosas”) bajo el liderazgo sapiente de un entrenador con formación académica y una experiencia acreditada al lado de maestros del futbol colombiano de finales del Siglo XX como Gabriel Ochoa Uribe (+) –en el América de Cali- y como miembro del cuerpo técnico de Luis Alfonso Marroquín (+) quien en 1985 lideró el proceso que con la clasificación al Mundial Sub 20 de la entonces Unión Soviética, marcó el nacimiento de la generación dorada del futbol masculino en Colombia.
  • Se pudo desarrollar un proceso continuo que permitio formar, desarrollar y fortalecer 1. el compromiso de todas las jugadoras con los principios de carácter – espíritu y esfuerzo de la disputa individual y colectiva-, 2. el conocimiento de su responsabilidad individual y con el equipo. 3. la comprensión y aplicación tanto de los conceptos, como de los sistemas de juego y las variantes de acuerdo a los rivales, las circunstancias y posibilidades de acción o reacción frente a un resultado favorable o adverso.
  • Fue posible, consolidar y hacer consciente a todas las jugadoras de la selección del valor simbólico y real de la representación que tenian en el uniforme no sólo de la selección, sino de la identidad de la mujer colombiana, su espíritu de superación y orientación al logro de metas.
  • Demostrar al país y al mundo que los grupos humanos, desarrollados con sentido de equipo, liderazgo innovador, solución creativa e innovadora de conflictos y una comunicación no violenta, a través del deporte, es posible  pomover y ejemplarizar: la convivencia, la coexistencia y la unión solidaria entre semejantes de diferentes edades, etnias, nivel sociocultural, socioeconómico y creencias. En el equipo se pudo conjugar y armonizar una diversidad de factores sociodemograficos y socio culturlales. Algunas de ellas acreditan estudios de posgrado, otras hablan más de dos idiomas, saben comprometerse con causas en favor del bienestar común, todas aprendieron a ser solidarias dentro  y fuera del campo, una de las características del equipo: la disposición de esfuerzo para recuperación inmediata del balón empezando por las atacantes, el cubrimiento de los espacios en los relevos y las coberturas, así como en el acompañamiento permanente para ofrecer el espacio o la posición.

Podría decirse que el proceso realizado no lo fue por la convicción y la responsablidad que desde de la dirigencia se debe de tener ante un proceso. Para el medio europeo, lo desconcertante es que se logró un resultado doblemente meritorio: además de la exigente competencia deportiva, se realizó a pesar de que los directivos del futbol colombiano consideraron que había que estar a la moda con el “cuento de futbol femenino”, que no le colocaron el mayor interés al equipo y sus necesidades, sino cuando despuntó con un gran desempeño y unos logros que les sorprendieron, (ellos, no tuvieron la culpa del éxito, se reitera: lo logrado ha sido a pesar de ellos) pero ante lo cual no tuvieron el menor recato para ir a aparecer en las pantallas de la TV internacional.

Al lado del éxito, no demoraron en manifestar los deseos de figuración protagónica de los dirigentes o allegados a ellos, para pretender ejercer influencia en aspectos del funcionamiento interno del equipo, desde el desconocimiento de la autoridad, legitimación y competencia del entrenador, tanto en las convocatorias, como en el camerino durante el torneo, en el manejo de las informaciones y hasta en el entorno de las concentraciones (los verdaderos motivos de la renuncia del Técnico Nacional?)

Lamentablemente, lo más probable es que al ignorar las enseñanzas positivas que ha dejado este proceso y lo que se debe de corregir, difícilmente se pueda brindar continuidad al éxito alcanzado, bien sea para igualarlo o superarlo. Sumado a las carencias estructurales, funcionales y sistémicas del fútbol femenino en Colombia.

De otro lado, posterior a la efervecencia del meritorio 4to lugar a nivel mundial, todavía es un ideal y una utopía, que el futbol femenino logre influir en forma significativa, las causas -luchas- de las mujeres en el país por la superación de las desigualdades estructurales en las organizaciones, la decisiones, la valoración y el reconocimineto justo a su labor, los prejuicios culturales, el sexismo y la homofobia.

En el “partido” -simbólico- frente al machismo reinante en el mundo del futbol colombiano, son pocos los goles concretados por las “superpoderosas”. En el “marcador” no se registran otros logros, mas allá de la emocionalidad estimulada por los triunfos de una corajuda representación que en opinión de la mayoría de los colombianos, es superior en “compromiso y berraquera” que lo exhibido por los varones. El “partido” continúa. Toca estar atentos a la presencia, a la voz y decisiones de las mujeres en los organismos del futbol ante: 1. los riesgos y amenazas de la transfererencia de las prácticas “contaminadas” del futbol másculino.2. la realidad de la equidad e igualdad en el reconocimiento de su labor. 3. Al equilibrio de perspectivas estrategicas, tacticas y operativas en la gestión el futbol en general 4. La necesidad de estructurar la organización del futbol femenino como organización independiente?. 5 las exigencias de los movimientos feministas para la superación de estereotipos sobre genero y deporte en los medios de comunicación y en la sociedad en general. 7. Al respeto y derecho a la intimidad (esfera privada).

Socipoliticamente, el futbol femenino es un campo de tensión frente al dominio / poder masculino que se puede resumir bajo el concepto de empoderamiento que va mas allá del rotulo publicitario de las superpoderosas. El reto de un verdadero empoderamiento, está en reclamar y defender los derechos, a no ser sometidas ni estrutural- ni funcionalmente; a luchar por lo que no se puede aceptar. Para ello, tanto las futbolistas, como los dirigentes- mujeres y hombres- deben de considerar que este es un proceso continuo y a largo plazo, que remite a luchar por el cambio de paradigmas, prácticas y “maniobras” enquistadas muy resistentes al cambio, al control y a su liquidación.

Se debe de advertir que los logros individuales – los contratos en las grandes ligas- no las lleguen a desvincular de estos procesos de empoderamiento y estas luchas sociopolíticas. Que la conciencia sobre lo que no se puede aceptar, no es episódica, debe de ser permanente, así cmo las demandas del cumplimiento de los derechos de las mujeres, la superación de los esterotipos, alcanzar los ideales y las utopías.  Que el futbol, debe de ser un medio simbólico para generar unión, solidaridad, co- cooperación, igualdad y Paz. Que la mujer lucha por las verdaderas prácticas de la inclusión, la equidad, el respeto y la igualdad. Que el futbol, asi como responde a la rivalidad deportiva, abre posiblides de comunicación, interaccion y relación que permite generar los vinculos necesarios cuando se comparte una pasión.

Esta construciión, estas luchas y estos cambios,  no se le pueden dejar solo al futbol feminino, incluso ni a su integración con el futbol masculino (un futbol unico). El futbol es un sistema social, dentro de otro sistema social como lo es el deporte y este a su vez, es un sistema en interacción con otros sistemas. Se debe de reconocer que las inequidades, las injusticias, la desigualdad, están generaddas por “techos” muy altos de las jerarquías del mundo global.

En la medida en que se trabaje en forma integrada, coordinada, sistemática y proyectada en el largo plazo, en determinados microentornos se puede pretender cambiar paradigmas, prácticas anacrónicas, concepciones especulativas, aprender / cambiar las formas de comunicación, relación, interacción el manejo de los conflictos, la construcción de acuerdos, la solución creativa e innovadora de conflictos, fomas de liderazgo colectivo, estilos creativos de dirección, debidamente soportdas con la fundamentación cientifica que demandan los procesos y el estudio de la desigualdad para poder comprender las pretensiones de la igualdad.

En el final de la intervención, se ampliaran las bases teóricas de una propuesta en pro de la construcción de una perspectiva integral, intersectorial e interinstitucional que trasciende de los limites de la igualdad de generos en el futbol: el Deporte Comunitario como inductor de la gestión sostenible. Un modelo / ejemplo del desarrollo y fortalecimiento de sistemas sociales innovadores, creativos y sostenibles.

Lo Geoplítico en el Deporte: la Relación Sur Global-Norte Global

El término Sur Global es un término utilizado en estudios geopolíticos, geoeconómicos y sociohistóricos que se ocupan de las relaciones post coloniales y transnacionales, los cuales permiten describir, comprender y explicar la situación social, cultural, política, económica, tecnológica y ambiental de los países y regiones que están en desventaja en el sistema global en el marco de las condiciones derivadas de la división entre países del primer mundo / desarrollado y del tercer mundo / subdesarrollado. En la acepción más actualizada, no se considera limitado al nivel geográfico, puesto que también en él se incluyen regiones del Norte afectadas por la pobreza y en general por la desigualdad.

Términos como “países en desarrollo” o “Tercer Mundo” expresan una idea eurocéntrica jerarquizada del “desarrollo” que estos países deberían seguir, y que sugiere un subdesarrollo de los países del Sur Global depende de la ayuda del “Primer Mundo”. En la interdependencia que esta relación representa los “países desarrollados” establecen condiciones restrictivas a los “subdesarrollados” y muy favorables para ellos. Por otro lado, el par de términos Sur y Norte Global intentan la comprensión y la explicación de las realidades políticas, económicas, tecnológicas, ambientales y culturales en un contexto global.

El Norte Global, por el contrario, determina una posición con ventajas. La división apunta a las diferentes experiencias con el colonialismo y la explotación, una, como principalmente quienes se benefician y la otra, como quienes son principalmente explotados. Como ya se ha anotado, la división entre sur y norte es sólo parcialmente geográfica. Por ejemplo, al igual que Alemania, la mayor parte de Australia pertenece al Norte Global, pero también hay personas en ambos países que forman parte del Sur Global, por ejemplo, aborígenes australianos y personas ilegalizadas. Por el contrario, incluso en países donde la mayoría pertenece al Sur Global, hay personas que disfrutan de la posición y condiciones ventajosas del Norte Global, ya sea porque son blancos o porque pertenecen a la clase globalmente privilegiada debido a sus recursos económicos.

Las relaciones entre el Norte y el Sur Global están determinadas fundamentalmente por un pasado colonial compartido y su legado continuo en el presente. A lo largo de los últimos siglos, se han creado relaciones de poder político, económico y cultural que se mantienen relativamente estables hasta el día de hoy, son efectivas en todo el mundo y de las que el Norte Global sigue beneficiándose hoy (desigualdad). 

El alcance del colonialismo europeo es inmenso: tiene una historia de más de 500 años que continúa hasta el día de hoy; En 1914, por ejemplo, el 85% de la Tierra estaba ocupada por europeos. Pero el colonialismo europeo no implicó sólo la ocupación de determinadas zonas y, por tanto, no terminó con la retirada de las potencias coloniales. Es un sistema de conocimiento, dominación y violencia que perdura y determina nuestros pensamientos y acciones de manera consciente o inconsciente. Las relaciones de poder coloniales incluyen tres dimensiones en particular:

  • Conquista, control y explotación económica, así como integración forzada a un sistema económico y social capitalista global;
  • la difusión mundial de los sistemas de conocimiento europeos y la formación de la conciencia de los (antiguos) colonizadores y (antiguos) colonizados
  • Racismo.

De esta realidad, no puede sustraerse el futbol femenino, ni el deporte en general.  Ni ningún otro sistema social. En medio de la competencia, se ha colocado en evidencia que a las jugadoras de la mayoria de los seleccionados de diferentes continentes (Norte Global y Sur Global) les afectan: las desigualdades estructurales, los prejuicios culturales, el sexismo y la homofobia. Que la mayoria de ellas -indistintamente- provienen de entornos desfavorecidos social, económica- y politicamente.  

La unión femenina de futbolistas en esta unión Norte y Sur Global, está configurando las luchas por la igualdad salarial, la presencia de la mujer en las estructuras organizativas, censurar los silencios complices que esconden al machismo, el respeto por su cuerpo e intimidad, superar los estereotipos y los prejuicios en torno a la dedicación a la practica del futbol, la igualdad en el juego, en las condiciones para el entrenamiento, la remuneración, nuevos estilos de liderazgo y dirección técnica, participación indistinta en cuerpos tecnicos y equipos de apoyo interdisciplinario/ Ciencias del Deporte, acoger y apoyar proyectos de desarrollo deportivo orientados no sólo hacia el alto rendimiento y la competencia, sino tambien a la salud, a la diversión y el entretenimiento, al uso de la tecnología, a la integración social (perspectiva de genero), el desarrollo comunitario y la sostenibilidad

Con relación al contexto/ entorno de donde provienen las jugadoras -tanto las del Norte Global, como las del Sur Global- también sufren en diferente nivel, intensidad y magnitud: la pobreza, las dificultades de acceso a recursos, servicios de baja calidad, sobrecargas de labor y baja esperanza de vida. La lucha de ellas, la de todas las mujeres y la de gran parte de la población de sus países, es por reducir las enormes e injustas brechas sociales, económicas, políiticas, culturales, tecnológicas, deportivas y culturales: la desigualdad.

El reto y el desafío conceptual -científico social- es el de dimensionar la contribución -potencial y real- del deporte a favor de los cambios estructurales, es decir, estudiar, hacer conciencia sobre el fenómeno de  la desigualdad social y las tendencias actuales de la desigualdad global / las asimetrías estructurales que regularmente son reducidas a la pregunta simplista:  “Sí los procesos de cambio se limitan a lo económico y político que es lo que generalmente se discute bajo el título de aspectos positivos y negativos de la globalización dejando al margen otros aspectos /hechos sociales (socioculturales, socio tecnológicos y ambientales) que requieren ser considerados, aparte de la relación de dominio político y económico entre el Norte Global y el Sur Global.

Aunque persisten las desigualdades sociales globales: las asimetrías estructurales, el ascenso económico y la nueva confianza política de algunos países y regiones emergentes apuntan -esperanzadoramente- a un cambio. Ya se insinúan nuevas tendencias económicas, hay una mayor apertura para la cooperación internacional, en algunos países del sur global, se nota un mejoramiento del potencial económico y en el Norte global, se están reduciendo las restricciones para ciudadanos emigrantes en condiciones más justas. En ellos se reconoce y se valora los aportes y contribuciones que provienen del Sur Global, no necesariamente limitado a las materias primas (recursos naturales). Igualmente se debate abiertamente sobre la defensa de la soberanía, el respeto por la autodeterminación de los pueblos, se valoran en forma más justa sus riquezas y se establecen relaciones de beneficio mutuo

En función del camino esperanzador del cambio, el deporte ha adquirido una dimensión de trascendencia como inductor de la gestión sostenible y de la generación de cambios paradigmaticos y la deconstrucción de la dsigualdad en microentornos sociales. En el“Juego” de las ideas, nos permitimos plantear la desigualdad como categoría general y el manejo ideológico de los sistemas económicos y políticos, tomando como referencia el caso del futbol femenino- y el deporte en general-. ilustrando las relaciones entre las situaciones de orden supraestructural que en algunos apartes nos remitiremos a ejemplificar

De un lado, se procurará ilustrar  como la desigualdad, es un hecho general, no limitado a lo socioeconómico y lo sociopolítico. Y de otro lado, que así como hay enfoques, modelos y sistemas que retóricamente promueven ideales sobre la igualdad, a fraternidad y la libertad como las proclamas de la revolución francesa, a diferencia de ellas, también hay otros modelos de deporte que no se quedan en el nivel de la retórica, existe la posibilidad de la fundamentación científica, crítica y propositiva en favor de plantear nuevos enfoques, modelos y sistemas en procura de deconstruir la desigualdad, y trabajar de forma mancomunada en pro de la solidaridad, la co- cooperación y la igualdad.

Sur  y Norte Global: Desigualdad y Deporte

Desde una perspectiva liberal, que domina tanto los medios de comunicación como las instituciones financieras internacionales, el cambio estructural político y económico (¿orden mundial?- ) observado en todo el mundo en las últimas décadas promueve el desarrollo, el crecimiento y una creciente prosperidad. 

La combinación de acontecimientos políticos y económicos de finales del siglo XX y comienzos del Siglo XX están alcanzando los niveles más altos de preocupación en los últimos cincuenta años. Las combinaciones de condiciones socioeconómicas y sociopolíticas bajo la óptica sociohistórica, son características de los períodos de transición en los que la riqueza y el poder cambian de tal manera que remodelan el orden mundial con el surgimiento de conflictos, incluso con amenazas de guerras o hecatombes.

El credo liberal de mercado es que la apertura global al comercio y la inversión, el aumento de las exportaciones, la privatización, la desregulación y unos mercados laborales más flexibles aumentan el crecimiento económico y el nivel de vida de todos. Al aumentar el ingreso promedio per cápita, se reducirá la pobreza y, en el largo plazo, los grupos de menores ingresos lograrán avances económicos y sociales. También se supone que los países más pobres que constantemente abren sus mercados y liberalizan sus economías nacionales crecen más rápido debido al bajo nivel inicial, de modo que las diferencias de ingresos globales se igualan con el tiempo.[1]

Desigualdad: una aproximación conceptual

Las desigualdades sociales caracterizan a todas las sociedades, aunque en distintos grados. No se trata de características físicas o diferencias culturales, sino de la distribución de las oportunidades de vida y de derechos desiguales de disposición sobre bienes materiales e inmateriales que se consideran necesarios, valiosos y deseables dentro de una sociedad.(2]

La desigualdad no es un estado de naturaleza, como escribió Jean-Jacques Rousseau en 1754, sino un fenómeno socialmente producido y reproducido, cuya legitimidad siempre sigue siendo cuestionada. Rousseau, como más tarde Karl Marx, presentaron un concepto relacional de desigualdadRelacional significa que se supone que el surgimiento histórico de clases sociales y relaciones de explotación está directa o causalmente relacionado con la implementación de la división del trabajo y la propiedad privada.

Los críticos del concepto de clase tampoco niegan que la desigualdad se produzca y reproduzca socialmente. Pero desde su punto de vista, las diferencias estructurales sociales son el requisito previo para asegurar los principios de competencia y desempeño, que se consideran indispensables para la dinámica del desarrollo social. En esta lectura, conocida como funcionalista, los bienes materiales (por ejemplo, el ingreso) e intangibles (por ejemplo, el poder) representan importantes incentivos y recompensas para los que tienen un alto desempeño.

Los críticos a este enfoque estructural- funcionalista (Parsons) con relación al deporte, colocan en el “ojo del huracán” a la exagerada importancia que se le brinda al “Modelo de deporte de competencia y de alto rendimiento” como prototipo y sistema social que reproduce la esencia, la naturaleza y los principios del capitalismo a ultranza, orientados al beneficio de los negocios privados que en forma desconcertante – en gran parte- son subsidiados por los gobiernos locales, regionales y nacionales mediante transferencia de recursos y medidas de apoyo, a los que incluso en el caso de eventos internacionales, se les llega a liberar de las normas tributarias que si deben de cumplir todas las organizaciones privadas y todos los ciudadanos!!!!.

Este modelo, es cuestionado por los sociólogos que siguen la teoría de los Sistemas Sociales (Niklas Luhmann) por reproducir en su campo y con impacto a otros sistemas, las relaciones de desigualdad a partir de la industria de la corporalidad, el juego, lo lúdico, los espacios, el movimiento, las técnicas corporales y los motivos de práctica  a través de las cuales, de un lado: 1. Se “naturaliza” el dominio de los “poderosos” como algo esperado y lógico, matizado por la disputa de los primeros lugares entre ellos. 2. De otro lado,  se magnifican los desempeños  (éxitos y fracasos) de los “menos favorecidos” para legitimar el principio de la competencia y desempeño aplicable para la productividad, el ascenso social, el reconocimiento y la remuneración: la guerra de la supervivencia dentro del desarrollismo social

El argumento estructural funcionalista del deporte como sistema administrativo  y su entorno, puede ser rápidamente refutado empíricamente (resultados en los juegos olímpicos y en los campeonatos mundiales). Basándose en diversas épocas históricas y en diferentes culturas, se puede demostrar que los puestos importantes no se cubren únicamente en función de la competencia y las características de los méritos y el desempeño, sino que a menudo están vinculados al origen y el estatus social. La suerte del nacimiento, así como el apoyo y las oportunidades de acceso distribuidos de manera muy desigual, sirven para asegurar y continuar con los privilegios, el poder y las relaciones de propiedad existentes. Por otra parte, los grupos de población social y económicamente desfavorecidos a menudo no tienen la oportunidad de descubrir, desarrollar y aportar sus talentos a la sociedad. Por lo tanto, desde un punto de vista estructural, la desigualdad social es relacional, incluso si, desde una perspectiva funcionalista, que puede abrir espacios para la movilidad social y oportunidades de avance para los individuos a través de logros individuales.

En otras palabras el negocio del deporte de  competencia y el alto rendimiento deportivo a nivel internacional – legitimando la desigualdad social- se ha desarrollado paralelo al desarrollo de la revolución industrial y los hechos socioeconómicos, sociopolíticos, socioculturales y socio tecnológicos  inherentes al proceso (Vargas, C:E, 2019). La desigualdad social refleja las relaciones de poder, dominio y propiedad tanto dentro de una sociedad como entre sociedades basadas en estados nacionales. 

La investigación sobre la desigualdad distingue entre desigualdades verticales y horizontalesLas desigualdades verticales incluyen desventajas socioeconómicas como la distribución de ingresos y activos y el tipo de impuestos, la (falta de) acceso a la tierra, a los medios de producción y al crédito, al mercado laboral formal o incluso a los servicios estatales de interés general (educación), salud, infraestructura básica y sistemas de seguridad social).

Estas desventajas están entrelazadas con desigualdades horizontales. Estas incluyen una participación social y política limitada, o a oportunidades reducidas de acceso, que se imponen a través de desventajas y exclusiones simbólicas e institucionalizadas basadas en la nacionalidad o ciudadanía, el género, el color de la piel, la afiliación religiosa, la cultura, la edad, las discapacidades y las disparidades espaciales o las condiciones climáticas y ambientales negativas. condiciones ambientales.

La competencia como principio del desarrollo utilitarista, pragmatista, empirista, estructural- funcionalista y racionalista, se ha promovido desde Inglaterra- cuna de la Revolución Industrial- bajo los preceptos de Thomas Hobbes (1588-1679), Jeremy Bentham (1748-1832), Adam Smith (1723-1790), se extendió desde mediados del Siglo XVII a otros países de Europa, en la segunda mitad del siglo XIX  Talcott Parsons (1902-1979), Karl Popper ( 1902-1994), se fortaleció notablemente con la bandera del Olimpismo después de las guerras mundiales y el desarrollo de los medios de comunicación, en un proceso combinado con otras dinámicas de las industrias y consorcios multinacionales. Lo cual facilitó su expansión a otros continentes.

La competencia deportiva -entre países en las olimpiadas y campeonatos mundiales- de un lado ha reforzado los principios ideológicos de la competencia, aspecto clave para el desarrollo socioeconómico y sociopolítico. Y de otro lado, ha fortalecido el desarrollo del sistema administrativo del deporte y la perspectiva del éxito, basados en la superioridad sociopolítica, socioeconómica, socio tecnológica y socio cultural de las potencias -imperiales- colocando como premisa las bondades del sistema para el desarrollo de los talentos y sus capacidades de su población. En consecuencia los resultados deportivos son divulgados gracias al desarrollo de los medios de comunicación, la publicidad y la comercialización alimentados por el marketing y el patrocinio con el – y en el- deporte.

De esta manera el deporte -de competencia y alto rendimiento deportivo- se enmarcó dentro del sector del entretenimiento (espectáculo) para fortalecer el negocio de grandes industrias asociadas al hecho deportivo: los medios de comunicación, las agencias de publicidad, de mercadeo, comercialización, representación y venta de derechos, de catering y la seguridad, así como los negocios relacionados con la industria del tiempo libre (Turismo, Viajes, Series de TV, Cartillas, Novelas, Filmes. Juegos electrónicos). La competencia deportiva, estimula el consumo,  tanto en el Norte Global como en el Sur Global.

Lo conciliatorio: un deporte socialmente responsable y sostenible

El principio de realidad no es atacar al Modelo de deporte de competencia y Alto rendimiento deportivo como reforzador de la ideología del capitalismo. El capitalismo moderado, de centro, es socialmente responsable. Hay casos y ejemplos de éxito a nivel internacional, nacional, regional y local. Lamentablemente son esfuerzos aislados pero que han comprometido con los principios de vida, el respeto a los derechos humanos, al medio ambiente y con la supervivencia de las generaciones futuras. Estos preceptos, son los que promueven, impulsan y apoyan organismos multilaterales como las Naciones Unidas (ONU): los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), la Agenda 2030, y las encíclicas papales (Laudato Si y Fratelli Tutti).

Los grandes organismos deportivos (COI) Comité Olímpico Internacional y las Federaciones deportivas internacionales, entre ellas la de mayor importancia la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociado), han anunciado compromisos de manera forma y protocolaria, pero no se han comprometido a fondo. Continúan reproduciendo los modelos, sistemas y practicas tradicionales adornados con declaraciones retoricas y apoyos aislados que en la práctica, no generan acciones verdaderamente transformadoras.

El reto y el desafío de la Sociología del Deporte contempla dos campos de acción complementarios y convergentes: De un lado, la tarea es estudiar la desigualdad en el deporte, con base en hechos, datos sociodemográficos, socioeconómicos, sociopolíticos, socioculturales y filosóficos, procurando caracterizarla, tipificarla, explicarla, diferenciarla, analizarla y establecer sus relaciones con las políticas de desarrollo económico, social, urbano, rural y tecnológico del país.

Y de otro lado, revisar:  la coherencia, la consistencia y la pertinencia de los modelos de administración del deporte -en general- que están estructurados y orientados bajo el modelo de administrar lo competitivo, orientado hacia el alto rendimiento deportivo, no como un sistema social que considere su relación, interacción, conflictos y contingencias frente a otros  modelos de deporte con impactos reales en la práctica social, como inductor de los cambios y desarrollos socioeconómicos, sociopolíticos, socioculturales, socio tecnológicos y ambientales contemplados en los planes de desarrollo para reducir las desigualdades.

La perspectiva amplia de la gestión del deporte, bajo los principios de solidaridad, cooperación, igualdad, inclusión, equidad y respeto,  debe de contemplar la promoción de proyectos, la realización de programas, la asignación de recursos, la coordinación de trabajo intersectorial y los estimativos reales de los impactos pretendidos de la implementación en forma integrada de los diferentes modelos de deporte frente a los planes de desarrollo ante -el futuro?- de la desigualdad.

Diferenciar el modelo de  la competencia y el alto rendimiento deportivo con base en la legitimación y competencia real de su alcance en la contribución a los planes de desarrollo frente a las brechas de la desigualdad, invita a examinar los orígenes de la inversión, el uso eficiente, eficaz y sostenible  de los recursos, así como de los beneficios tributarios y el impacto real en favor de los planes de desarrollo. La ponderación responsable de la proporcionalidad en la asignación de recursos, apoyos y  la evaluación de los retornos (beneficios) de la inversión económica tanto en lo deportivo, como en lo social, bajo la diferenciación de la naturaleza y carácter de las organizaciones – público o privado-.

La gestión del deporte bajo concepciones amplias, responsables con la sociedad y el medio ambiente, se debe de auspiciar, promover y apoyar con base en los desempeños de gestión de los diferentes modelos de deporte- ya no por ligas o federaciones- en cuanto a:.1. la rentabilidad deportiva – bajo perspectiva amplia- , 2. rentabilidad social, es decir los impactos sociales de acuerdo a la contribución a los planes de desarrollo, al cumplimiento de los  ODS y la Agenda 2030 3. El mejoramiento de la gestión y sus resultados con base en las buenas prácticas de los sistemas de gestión. 4. La rentabilidad económica de la gestión con el sector privado que se beneficia del consumo de sus productos y servicios. Dentro de ese marco, en aras de los principios de solidaridad, co-cooperación e igualdad en el campo social y el desarrollo del país, se debe de ponderar la asignación de recursos y las medidas de apoyo.

La ponderación de la proporcionalidad de la gestión con el sector privado, es un factor diferenciador pero al cual se puede aspirar desde los diferentes modelos de deporte, en donde tanto el deporte de competencia y alto rendimiento como el deporte amplio (para todos y tiempo libre) tienen -potencialmente- unas mayores oportunidades. En el caso del modelo de deporte de competencia y de alto rendimiento: 1. Son limitadas posibilidades  de generar un gran impacto social en los términos ya referidos 2. Son mayores las posibilidades de generación de recursos en la interacción con el sector privado  (proveedores industriales y comerciales, los medios de comunicación, las casas de apuestas, los agentes de representación y demás grupos de interés que se benefician del producto: rendimiento deportivo). El deporte amplio (para todos y tiempo libre), dado los amplios volúmenes de convocatoria y participación, demanda una mayor gestión con grandes posibilidades de respuesta de las agencias de publicidad y mercadeo de productos de consumo y servicios masivos. Iguales perspectivas se presentan y se deben de explorar para gestionar los modelos de Deporte y Salud, las Nuevas Tendencias Deportivas (NTD) y el Deporte electrónico (eSport)

De esta manera,  se puede ampliar la perspectiva social de la gestión del deporte, no desde un retórica desgastada y repetitiva a la sombra de la competencia y del alto rendimiento deportivo, que a veces resulta no sólo aparente, sino contradictoria ante las realidades inherentes a ella, como la exclusión, la desigualdad y la inequidad en el acceso a recursos. Un enfoque innovador de la gestión del Deporte con relación a su contribución -como inductor- a los planes de desarrollo en su compromiso de reducción a las brechas de la desigualdad desde una perspectiva intersectorial comprometida con los principios de igualdad, equidad, solidaridad, inclusión, mejoramiento del bienestar, la calidad y la vida de la población, para ello están los otros modelos de deporte: para la salud, el deporte amplio (para todos y de tiempo libre), las nuevas tendencias deportivas (NTD) y el deporte electrónico.

Hasta el día de hoy, en el deporte a través de los clubes, las ligas y las federaciones, se reproducen fenómenos como el racismo, las inequidades en las relaciones de género y los antagonismos de clase, que constituyen los  ejes centrales de la desigualdad global. Estos fenómenos no se suman automáticamente, sino que se superponen y pueden reforzarse o debilitarse mutuamente. Esto significa que, si bien los factores locales y nacionales desempeñan un papel importante a la hora de explicar la desigualdad, siempre se debe tener en cuenta su naturaleza global

Los regímenes globales (como el régimen fronterizo y migratorio europeo) influyen en las condiciones de vida de los individuos tanto directa como indirectamente y están estrechamente vinculados al desarrollo de disparidades sociales y económicas en los estados nacionales individuales.[3] La aplicación global de intereses particulares de estados económica, política y militarmente influyentes también puede ilustrarse utilizando las medidas comerciales proteccionistas y de subsidios de los países industrializados, particularmente en el contexto de subsidios agrícolas masivos.

Al considerar la desigualdad global, es importante no sólo utilizar datos económicos, sino también tener en cuenta otros factores. El privilegio o desventaja de una determinada ciudadanía (pasaporte) y los derechos asociados (como movilidad y visas) o la falta de derechos (migración ilegal), los efectos de la división internacional del trabajo (exportador de materias primas versus exportador de bienes terminados y bienes de consumo). ), así como las dimensiones históricas y actuales de la aplicación (colonización, imperialismo, proteccionismo y políticas de subsidios, neocolonialismo) tienen una influencia decisiva.

Además, el género, la pertenencia a un grupo etnocultural específico o los aspectos espaciales (división urbano-rural, centros de crecimiento y polos prósperos versus el interior y sectores y regiones que están perdiendo importancia económica) son de gran importancia para las oportunidades de vida altamente desiguales en todo el mundo, el nivel de participación social y política y el acceso a los recursos materiales.

Desde una perspectiva socio ecológica, los conflictos por recursos naturales cada vez más escasos (como el agua o los combustibles fósiles) dentro y entre sociedades también están desempeñando un papel cada vez más importante. El debate actual sobre el cambio climático ilustra la drástica distribución internacional desigual de beneficios y costos o el consumo altamente desigual de recursos y la brecha de consumo y riqueza entre el norte y el sur, así como las oportunidades tecnológicas y financieras desiguales de los individuos y las sociedades para responder a los impactos climáticos ambientales y poder responder a los crecientes desastres naturales.

Lo Sociológico y lo Geopolítico: la división empírica y teórica norte-sur

Hasta ahora, la sociología se ha ocupado de las cuestiones de la desigualdad social predominantemente dentro del marco de referencia nacional. Sin embargo, apenas se tuvieron en cuenta las desigualdades globales e interestatales.[4] Si bien en la década de 1990 las organizaciones financieras y de desarrollo internacionales se centraron cada vez más en el discurso sobre la lucha contra la pobreza global, los hechos y cifras sobre el desarrollo de la desigualdad a escala global son sorprendentemente raros. Últimamente se ha criticado cada vez más que esto no es una coincidencia, sino que podría deberse a motivos políticos. Branko Milanovic afirma con inusual claridad que esta laguna en la investigación aparentemente sirve a los intereses de la élite, ya que una mayor atención a la desigualdad podría cuestionar la legitimidad de la distribución de la riqueza existente.[5]

Errores estadísticos

El predominio de los datos macroeconómicos agregados para ilustrar la desigualdad global se debe, por un lado, a la importancia que se atribuye a la recopilación de datos (aparentemente) objetivos y cuantitativamente comparables y, por otro lado, a menudo no existe otra alternativa porque sigue simples razones de viabilidad o del esfuerzo que implica la registrabilidad y mensurabilidad estadística. [6]

En lugar de seguir criticando esta perspectiva abreviada, abogamos por un enfoque pragmático y crítico del malabarismo internacional de datos. Es importante dejar claro que las estadísticas no pueden pretender ser veraces y, a pesar de todas las fórmulas y sutilezas matemáticas, no son neutrales. Con vistas a la brecha de desigualdad internacional, permiten representar de forma relativamente fiable las asimetrías económicas estructurales y los desarrollos y tendencias nacionales y globales, a veces también en comparación histórica: ni más, ni menos.

No explican ni las causas ni las complejas conexiones de la desigualdad y no son adecuados para captar la diversidad, la interconexión y la dinámica de las desigualdades realmente existentes dentro de la sociedad o incluso entre los Estados. Los estudios sobre las asimetrías Norte-Sur ciertamente pueden ilustrarse utilizando números, pero no deben reducirse únicamente a ellos.

En 2009, Milanovic comparó y revisó un número manejable de estudios globales a largo plazo sobre el desarrollo de la desigualdad de ingresos. Llega a la conclusión de que la desigualdad global y el coeficiente global de Gini (una medida estadística para determinar la distribución del ingreso) han aumentado continuamente.[7] Cabe destacar que, sobre todo, la composición de la desigualdad del ingreso global ha cambiado. Si bien la desigualdad global se caracterizó durante mucho tiempo por diferencias de clase dentro de los países, hoy está determinada principalmente por la brecha de riqueza entre países.[8vo]

Esto último lo confirman otros estudios. Aunque el ingreso promedio per cápita de la población mundial ha aumentado continuamente, la brecha de riqueza dentro de los países (pero especialmente entre los países pobres y ricos) se ha ampliado constantemente. La gran mayoría de los estudios también suponen un aumento significativo en la distribución desigual del ingreso y la riqueza entre estados y dentro de los estados. Según Kreckel, estudios recientes suponen que alrededor del 75% de la desigualdad global puede explicarse a nivel internacional y sólo el 25% a nivel nacional.[9]

Los éxitos más recientes en materia de crecimiento económico y desarrollo en los populosos estados de China e India son particularmente cruciales para una evaluación más optimista o pesimista de la desigualdad global y la evolución de la pobreza. Sin tener en cuenta a China, incluso los partidarios vehementes de la globalización tendrían que confirmar la profundización de la desigualdad global del ingreso.[10] Sin embargo, el nivel de agregación de los datos no sólo distorsiona la tendencia general del desarrollo de la desigualdad global y la polarización de las concentraciones de ingresos y riqueza observadas en todo el mundo, sino que también bloquea la visión de las disparidades internas. El crecimiento económico ha llevado a una reducción de la desigualdad entre países tanto de China como de la India, pero al mismo tiempo la desigualdad nacional en la distribución del ingreso ha empeorado, particularmente en China.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también confirma un aumento de la desigualdad global. Como resultado, la desigualdad en los países económicamente prósperos de Asia, en los nuevos estados miembros de la UE de Europa del Este, en América Latina, los países emergentes y los países industrializados ha aumentado en lasúltimas dos décadas, mientras que ha disminuido ligeramente en algunos países del mundo. África Sub-sahariana. En los países industrializados del norte, la desigualdad sólo ha disminuido en Francia, mientras que el panorama en los países emergentes es mucho más diferenciado: pocos cambios en India y un aumento significativo de la desigualdad en China.[11]

¿Emancipación económica y política del Sur?

La emancipación/ empoderamiento, es el proceso de cambio de lo que no es aceptable socialmente, culturalmente, políticamente, económicamente, ecológica y tecnológicamente. El empoderamiento, remite a reclamar cambios (Top Down o Bottom Upp) relacionados con los derechos, las condiciones justas, equitativas y respetuosas. El principio indeclinable: no ser sometido. Esta adquisición de poder, no puede argumentarse limitándose a las razones empírico-estadísticas (indicadores), se requiere la óptica desde diferentes puntos de vista, campos del conocimiento, metodologías de investigación,  y de la práctica social. Por ejemplo a pesar de citar cifras, se pueden observar, comprender y explicar cambios notables en el poder tanto en la economía global como en el ámbito político internacional en la primera década del milenio XXI.[12]

Después de la crisis financiera de 2001/2002, numerosos países emergentes y unos pocos en desarrollo registraron un crecimiento significativo del PIB de más del 6%, mientras que los países industrializados sólo alcanzaron el 2,5%.[13] En particular, los países exportadores de materias primas como Venezuela, Bolivia, Chile, Rusia, pero también países individuales del África subsahariana, se benefician de la continua necesidad de recursos de China y de la alta demanda mundial de gas natural y petróleo crudo.

En principio, numerosos países deudores de América Latina lograron desactivar significativamente el drama de la trampa de la deuda mediante el aumento exponencial de los precios de las materias primas y la renegociación paralela de las concesiones de producción y minería y las regulaciones de impuestos para los inversores extranjeros. Estos acontecimientos macroeconómicos van de la mano con la emancipación política y una mayor cooperación Sur-Sur en países y regiones individuales, particularmente en Asia Oriental y la India, pero también en algunos países de América del Sur.

Papel de los países BRIC

El liderazgo de los EE.UU. hasta la fecha como principal socio comercial exterior de numerosos países emergentes y en desarrollo ha sido cuestionado en los últimos años, en particular por los llamados países BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Por ejemplo, en 2009 la República Popular China reemplazó a Estados Unidos como el socio comercial exterior más importante de Brasil. Además, desde 2008, dadas sus inmensas reservas de divisas, el país intermedio ya no es uno de los países deudores, sino uno de los acreedores centrales: China ahora no sólo desempeña un papel destacado como país cotizado financiero en los continentes africano y latinoamericano, pero también aparece como el mayor acreedor en Estados Unidos. [14]

Ya tras la crisis financiera de 1997/1999, Arrighi y otros identificaron una dicotomía global entre los EE.UU. y Asia Oriental, que por un lado continuaba atestiguando la supremacía militar ilimitada de los EE.UU., mientras que, por el otro, Asia Oriental era Siempre en el sector financiero y económico fue capaz de asegurar más territorio e influencia.[15]

Después de las repetidas crisis financieras y monetarias desde finales de los años 1990, que revelaron el fracaso de la panacea de las medidas de ajuste estructural neoliberales, el FMI se enfrentó a una deslegitimación política en rápido aumento y a una caída de la demanda de préstamos. Boris y Schmalz señalan que tanto la Iniciativa Chiang Mai en Asia Oriental como nuevo fondo de liquidez regional alternativo como la fundación del Banco del Sur en América Latina también apuntan a una diversificación de las instituciones acreedoras anteriormente dominadas por Países de la OCDE.[dieciséis 16]

La reducción de las dependencias financieras y la posibilidad de fuentes alternativas de financiación permitieron a menudo abolir las condicionalidades de política económica y regulatoria implementadas por el FMI y el Banco Mundial y fortalecer la posición de los países deudores.

La crisis financiera que estalló en 2008 aceleró esta reconfiguración de las constelaciones de poder político y económico. Aunque el FMI pudo volver a consolidarse como autoridad crediticia, particularmente para los países de Europa del Este que habían caído en crisis, desde entonces se han hecho evidentes nuevos cambios. Países y regiones como Asia Oriental, Rusia y América del Sur afrontaron la crisis mediante sus propios recursos o mediante ayuda bilateral y renunciando al apoyo del FMI.

En vista de su pérdida de importancia, el FMI respondió en 2007 con las primeras ofertas tentativas de reforma. Pero la reforma del derecho al voto exigida durante mucho tiempo por los países en desarrollo sólo se llevó a cabo el año pasado y sólo a raíz de los efectos de la enorme crisis financiera y la presión concertada de los países BRIC. También en este caso no cumplió con las demandas y expectativas, pero aumentó el peso de los votos de los países emergentes y en desarrollo en un 5% de los votos

El G20 [18] lograron establecerse como un foro central dentro de los ámbitos de negociación política internacional, por ejemplo en el contexto de las pasadas cumbres financieras, y han acordado reunirse anualmente en el futuro. Los cambios también se están haciendo evidentes en otros foros políticos y de poder establecidos a nivel internacional: las críticas al déficit democrático y a la falta de legitimidad del G8 hicieron posible las reformas y la apertura del G8 a China y a algunas de las nuevas potencias regionales. A pesar de todas las presiones políticas, a Brasil, China, India y Sudáfrica sólo se les concedió el estatus de observadores. [19]

Ni imperio americano, ni gobernanza global

El reciente ascenso económico de países como China, India y otras economías emergentes, así como los proyectos de mayor cooperación Sur-Sur y los intentos de integración regional (a menudo inspirados en la UE) han coincidido con la mayor confianza política en sí mismos de algunos países de del Sur en los foros internacionales de toma de decisiones.

Además, los actores no estatales globalmente activos, como las empresas transnacionales, las empresas de medios de comunicación, las agencias de seguridad privadas, los grupos de presión, las organizaciones no gubernamentales y los movimientos sociales, están adquiriendo cada vez más importancia política. Todos estos acontecimientos están cuestionando cada vez más las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos, Europa y Japón y la idea de un mundo en el que el “Norte” domina y el resto del mundo está simplemente subsumido económica, política e ideológicamente.[20]

Esta perspectiva dicotómica no hace justicia a la enorme heterogeneidad y complejidad global y nacional de las relaciones de poder y dominación existentes, incluidas sus múltiples interconexiones. Pero a pesar de estos cambios bastante inesperados en la red global de relaciones económicas y políticas, queda por señalar que las desigualdades socioeconómicas estructurales, las dependencias y la dominancia todavía existen y las políticas (neo)liberales continúan dominando.

El deporte no está ajeno a estas perspectivas, las tendencias reproductivas continúan ejerciéndose a nivel organizativo, estructural, funcional, interfuncional, operativo, sectorial, institucional, académico y científico.

La perspectiva transformadora que se propone es la del deporte comunitario como inductor de procesos de cambio y desarrollo asistida por los enfoques en favor del desarrollo deportivo en sentido amplio, el cumplimiento de los Derechos Humanos, del derecho a la vida, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de la Agenda 2030 y la transformación tecnológica. Estos son los marcos referenciales para un desarrollo que facilite la deconstrucción de las desigualdades, trabajar de forma mancomunada en pro de la solidaridad, la co- cooperación y la igualdad y la supervivencia de las generaciones futuras. El deporte puede ser un componente activo o pasivo para ser partícipe de procesos, proyectos, acciones, reacciones, reflexiones, juicios, opiniones y conocimientos relacionados con estos propósitos transformadores en microentornos sociales.

El Deporte Comunitario: alternativa para la deconstrucción de la desigualdad en microentornos

El Deporte Comunitario es un campo de Gestión del Deporte en intersección entre la Política social del estado, la Política pública de Deporte, el desarrollo social, el desarrollo urbano y rural. Su implementación se hace a través de los diferentes modelos de deporte bajo el enfoque de la gestión de sostenibilidad con carácter interdisciplinario, intersectorial e interinstitucional.

Se propone potencializar la contribución del deporte a los planes de desarrollo bajo perspectivas sociopolíticas, socioculturales, socioeconómicas, tecnológicas y ambientales que transversalicen los planes, proyectos y programas de los diferentes modelos de deporte con compromisos de atención e intervención social de manera conjunta e integrada con otros sectores.

El reto de la Gestión del Deporte Comunitario, es  contribuir a la atención de los problemas, necesidades y expectativas de los grandes grupos poblacionales que se ven afectados por las consecuencias de la globalización (lasinjustas brechas sociales, económicas, políiticas, culturales, tecnológicas, deportivas y culturales): la desigualdad socio política y socioeconómica.

Presupuesto para la implementación y desarrollo de este enfoque son: los recursos, potencialidades, posibilidades y oportunidades locales/ regionales/ nacionales e internacionales  – en forma cooperada, asociada, e integrada –

para apoyar y desarrollar proyectos orientados no sólo hacia el alto rendimiento y la competencia, sino tambien a la salud, a la diversión y el entretenimiento, al uso de la tecnología, a la integración social (perspectiva de genero), el desarrollo comunitario y la sostenibilidad (Vargas, 2017 apoyado en Rittner,V. y Breuer, Ch. 2000).

Los riesgos de la auto limitación de la política del Deporte Comunitario a un enfoque competitivo de diversión y entretenimiento, es la mayor limitante para su desarrollo y la generación de una política amplia de Deporte, que atienda las necesidades de grupos amplios de población. Es evidente el hecho de que la competencia como motivación principal para la práctica deportiva ha cedido los lugares de preferencia a otros motivos que representan no sólo la mayor cuota significativa de interés de la comunidad, sino que constituyen una de las mayores expectativas generales para participar de los procesos de desarrollo social considerando:

  • La creciente necesidad de integración del medio Deporte a nivel de aspectos sociales y políticos en forma sistemática, ordenada, integrada con programas, planes y proyectos concretos para la comunidad; cada día son mayores los casos para relacionar de proyectos que pretenden barajar la complejidad de lo social bajo una perspectiva de procesos y no como simple activismo.
  • El potencial del Deporte en el campo de la prevención de enfermedades y la promoción de la salud, es un rol que se insinúa tímidamente en las políticas de Salud Pública, donde se evidencia una preocupación por intervenir la salud de la población adulta en general y el segmento escolar-infantil-, quedando pendientes las tareas con otros grupos de población como los jóvenes y demás poblaciones inmersas en procesos educativos y laborales.
  • La creciente importancia económica del Deporte y de la gestión de sostenibilidad y rentabilidad de las organizaciones deportivas a nivel comunitario. Caso de Modelos exitosos de Comités de Deporte y la Administración de algunos Centros Deportivos y Polideportivos.
  • El recurrente llamado para que el Deporte sirva como un medio de identidad local en el sentido de contribuir a fomentar tanto el espíritu participativo, como el de compromiso y corresponsabilidad cívica – deportiva.
  • En algunos casos se emprenden programas dirigidos a grupos de población (clases menos favorecidas, población en condición de vulnerabilidad, etc.) bajo un enfoque residual (asistencialista y activista) con la etiqueta de “Deporte Social” o “Deporte Social Comunitario”. Estos programas por lo general se soportan con una retórica social que adorna el “activismo social de entretenimiento”, el cual se distancia estratégicamente de los hechos y datos que caracterizan las necesidades, problemas, expectativas e intereses de la comunidad para desarrollar un proceso efectivo de una política pública que incluya lo deportivo, no como un activismo y un gasto social, sino como un campo de la gestión social en interacción con otros campos. Estos enfoques reduccionistas por lo general se rodean con anuncios y estrategias publicitarias típicas del efectismo mediático.
  • Mientras al Deporte, se le continúe considerando como una acción limitada a la concepción física del cuerpo y no se le conciba, como un hecho y un sistema social en interacción y relación con otros sistemas sociales, sino como un modelo de gestión administrativo, es evidente que se estará reproduciendo continuamente el enfoque reduccionista, en el cual solo se acogen los cambios de primer y segundo orden bajo un sistema de ejecución jerárquico descendente –top-down- desvirtuando su esencia de hecho, proceso y sistema social. La pretendida compensación que se hace con rótulos efectistas (“Deporte social”) legitima una óptica asistencialista, desconociendo la perspectiva interactiva, Inter sistémica, transversal y de desarrollo de un sistema social. Además de una profunda inconsistencia conceptual.
  • Se deben encontrar respuestas a interrogantes como: ¿Cuál es la razón de otorgar y diferenciar unos programas bajo la denominación de “Deporte Social”, cuando el Deporte en su conjunto en un hecho, un proceso y un sistema social- no una suma de actividades?, ¿Cómo puede una organización deportiva crear y gestar un sistema de Deporte que le permita definir sistemática y ordenadamente sus procesos y sus metas para atender las demandas y necesidades frente al desarrollo del Deporte? ¿Cómo va a estar preparándose la organización deportiva- el sistema de Deporte- frente a la demanda, motivos, necesidades, expectativas de los usuarios del servicio deportivo?, ¿Qué significa y que representa el cambio de motivos, necesidades, expectativas para la construcción, mantenimiento, de escenarios e instalaciones deportivas para el diseño de planes participativos con la comunidad, a nivel directivo y a nivel práctico?, Qué representa el mismo fenómeno para la capacitación de los actores participantes en los procesos de intervención de la misma comunidad y poder enrutar los procesos de mejoramiento? ¿Cuáles deben ser las mediciones referentes a la eficiencia y la eficacia de la inversión de los recursos en los programas deportivos? ¿Cómo se debe desarrollar la ecuación entre la demanda y la oferta deportiva? ¿Cómo puede el Deporte optimizar su rol de contribuir a la atención de problemas comunes a la población como los temas de salud, medio ambiente, educación no formal, integración social, tolerancia, convivencia, solución pacífica de conflictos y liderazgo? ¿Cómo se procurará que la gestión de conocimiento sea re-conocida como insumo imprescindible al interior de la organización y del sistema del Deporte? ¿Cómo reconocer la importancia del conocimiento y el manejo de los conceptos, métodos y herramientas más actualizados para fundamentar la Gestión científica, técnica y administrativa en el Deporte?, ¿Cómo establecer la conveniencia de la realización de estudios continuos y longitudinales y transversales de los comportamientos, demandas y necesidades de la población en temas del Deporte, Recreación y Tiempo Libre?
  • Posicionar al Deporte -en sus diferentes modelos- como campo de acción social con grandes potenciales de impacto en lo sociopolítico, lo socioeconómico, lo sociocultural y lo ambiental que se puede integrar activamente a los esfuerzos de los gobiernos en pro del fortalecimiento “….de la gobernanza democrática, el estado de derecho, la rendición de cuentas y la transparencia sobre la bases de un pacto social para garantizar la legitimidad, la inclusión y la eficacia de las políticas públicas” (Naciones Unidas 2020). Opciones coyunturales y a largo plazo, en este sentido: impulsar y desarrollar Iniciativas de programas de salud pública en torno al estilo de vida sano para diferentes grupos de edad y condición, la intervención de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), a la educación y control de los factores de riesgo.
  • Dimensionar el potencial del Deporte y sus diferentes modelos: 1. Deporte para la salud, 2. Deporte Amplio (Para Todos y de Tiempo Libre). 3. Deporte de Competencia y Alto rendimiento, 4. Las Nuevas Tendencias Deportivas- NDT-y 5. e- Sport, como medios y espacios -programas- para recuperar la confianza en la gestión pública, en particular frente a las medidas gubernamentales y a las políticas para la recuperación tras la pandemia, ofreciendo posibilidades para fortalecer el respeto y la participación significativa de la mujer, los jóvenes, los pueblos indígenas, las personas afrodescendientes, las personas en situación de discapacidad, los desplazados , los inmigrantes, la comunidad LGTBIQ+ y las personas privadas de la libertad.
  • Impulsar el desarrollo de integraciones (Inter sistémicas, interdisciplinarias, interinstitucionales, intersectoriales), la creación de redes, modelos de Clúster -sociopolíticos y socioeconómicos- proyectando los cambios previo estudio, análisis, simulaciones o pilotos de adaptación e integración con iniciativas de otros sectores y similar carácter proactivo, generativo e innovador dentro de un marco de escenarios que permitan plantear alternativas, respuestas probables y posibles espacios de acción intersectorial (salud, educación, desarrollo comunitario, social, urbano y económico). En el marco de esta relación simbiótica e Inter sistémica (científico, académico, deportivo, industrial- y el mundo laboral) se debe de reconocer que el Nuevo Universo Deportivo está influido tanto por las bases conceptuales (fronteras del conocimiento) como por la creciente demanda del trabajo intelectual, la mayor disposición de Tiempo Libre y paradójicamente de la mayor presencia de lo lúdico-deportivo en el mundo laboral. Entremezclándose los valores del trabajo y el Tiempo Libre- actividad deportiva- con fines de prevención, bienestar, equilibrio, armonía, trabajo en equipo, liderazgo participativo, solución creativa e innovadora de conflictos.

Figura 1. Deporte Comunitario bajo el enfoque de Gestión de la Sostenibilidad. (Vargas, C.E. 2023).

Figura 2. Deporte Comunitario bajo el enfoque de gestión de la sostenibilidad, Modelo de las 5 Puertas. (Vargas,C.E. 2023).

Notas a pie de página

  1. Martin Wolf, Why Globalization Works, New Haven-Londres 2004; David Dollar, Globalization, Poverty and Inequality since 1980, en: David Held/Ayse Kaya (eds.), Global Inequality, Cambridge 2007, págs. 73 – 103.
  2. Nicole Burzan, Desigualdad social: una introducción a las teorías centrales, Wiesbaden 2007, página 7; Reinhard Kreckel, Sociología política de la desigualdad social, Frankfurt/M. 2004, página 17.
  3. Thomas W. Pogge, Why Inequalities Matters, en: D. Held/A. Kaya (nota 1), págs. 132 – 147.
  4. Branko Milanovic, director de pobreza, distribución del ingreso y desigualdad del Banco Mundial, distingue entre desigualdad internacional y global. Mientras que el primero se centra en la desigualdad basada en el ingreso per cápita promedio entre países individuales, el segundo se refiere a la desigualdad entre individuos en todo el mundo, teniendo en cuenta tanto las desigualdades de ingresos entre países como dentro de los países.
  5. Branko Milanovic, Why We All Do Care About Inequality (pero somos reacios a admitirlo), en línea: http://129.3.20.41/eps/hew/papers/0404/0404001.pdf (20 de enero de 2010).
  6. Desde una perspectiva global, normalmente sólo los valores promedio nacionales, como el producto nacional bruto (PNB) per cápita, pueden compararse con el ingreso per cápita promedio de otros países ajustado por poder adquisitivo. No se tiene en cuenta la distribución desigual del PNB dentro de cada país. Esto significa que estos datos no dicen nada sobre las posibilidades de vida del individuo. Esping-Andersen y otros también señalan que las instantáneas estadísticas, como la medición de los coeficientes de Gini o las tasas de pobreza, permiten afirmar el grado promedio de impacto, pero no pueden capturar la dinámica de la desigualdad. Estos datos no permiten sacar conclusiones sobre si se trata de formas temporales o crónicas de pobreza de ingresos; véase Esping-Andersen, ¿Más desigualdad y menos oportunidades? Determinantes estructurales y agencia humana en la dinámica de la distribución del ingreso, en: ibid., págs. 216 – 251; Bob Sutcliffe, The Unequaled and Unequal Twentieth Century, en: ibid., págs. 50 – 72; Sylvia Walby, Globalización y desigualdades, Londres 2009.
  7. Milanovic calcula entre 43 y 45 puntos en 1820, 61,6 puntos en 1929, 63,5 puntos en 1960, 65,7 puntos en 1980 y 70,7 puntos en 2002; véase Branko Milanovic, Global Inequality and the Global Inequality Extraction Ratio. The Story of the Last Two Centuries, Policy Research Working Paper, No. 5044, Banco Mundial, Washington 2009, páginas 5 y siguientes.
  8. Ibídem.
  9. Reinhard Kreckel, Sociología de la desigualdad social en un contexto global. La garza real de Halle, informes de investigación del Instituto de Sociología de la MLU Halle-Wittenberg, (2006) 4. Las estimaciones más cautelosas oscilan entre el 60% y el 90% o entre el 10% y el 40%.
  10. Robert Hunter Wade, ¿Deberíamos preocuparnos por la desigualdad de ingresos desde 1980?, en: D. Held/A. Kaya (nota 1), págs. 104 – 131.
  11. Florence Jaumotte/Subir Lall/Chris Papageorgiou, Rising Income Inequality: Technology, or Trade and Financial Globalization?, FMI, documento de trabajo, WP/08/185, (2008), página 6.
  12. Boike Rehbein, Aspectos de la estructura social global, en: Hans-Jürgen Burchardt (ed.), Relaciones Norte-Sur en transición. Nuevas perspectivas sobre el Estado y la democracia en la política mundial, Frankfurt/M.-Nueva York 2009, págs. 303 – 333; Dieter Boris/Stefan Schmalz, Una crisis de transición: cambios de poder en la economía global, en: PROKLA. Revista de Ciencias Sociales Críticas, 39 (2009), págs. 625 – 643; Dana de la Fontaine/Jurek Seifert, La política africana de Brasil: ¿Qué hay detrás de la cooperación Sur-Sur?, en: Helmut Asche et al. (ed.), África y actores externos: ¿socios en igualdad de condiciones?, Baden-Baden 2010 (iE) .
  13. D. Boris/S. Schmalz (nota 12), página 629.
  14. Helmut Sangmeister: “¡Juntos (no) somos más fuertes!” Percepciones, ilusiones y visiones en las relaciones económicas chino-latinoamericanas, conferencia en la conferencia “Las nuevas orientaciones de la política exterior de América Latina” en la Fundación Ciencia y Política, Berlín 7/8. mayo de 2009; Helmut Reisen, ¿Quién teme a China en África?, en: Política Internacional, (2007) 5, pág.98 y siguientes.
  15. Giovanni Arrighi/Beverly Silver (eds.), Caos y gobernanza en el sistema mundial moderno, Minneapolis-Londres 1999.
  16. D. Boris/S. Schmalz (nota 12), página 637.
  17. Hoja informativa del FMI: IMF Quota, en línea: www.imf. org/external/np/exr/facts/quotas.htm (20 de enero de 2010).
  18. El G20 fue fundado en 1999 y ahora se ha convertido en una alianza política que ya no puede ser traicionada en el ámbito de las negociaciones globales. Los países centrales incluyen: Argentina, Australia, Brasil, China, Alemania, Francia, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, Canadá, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Estados Unidos y la UE. .
  19. D. Boris/S. Schmalz (nota 12), páginas 637 y siguientes.
  20. Michael Zürn, La desigualdad institucionalizada en la política mundial. Más allá de la alternativa “Gobernanza global” versus “Imperio americano”, en: Political Quarterly, 4 (2007), págs. 680 – 704.

Publicaciones relacionadas con la temática.

  • Ritner,V.; Breuer, C. (2000). Komunale Sportpolitik. Wege aus der Dornröschenslaf. Sport & Buch Strauss. Köln.
  • Vargas, Olarte. C.E. (2023) Propuesta: Deporte Comunitario bajo el enfoque de la Gestión de la sostenibilidad. Centro de Investigación SFBD (en revisión)
  • Vargas, Olarte. C.E (2021): Deporte 4.0. Nuevo Universo deportivo. Grin Verlag. München , Alemania
  • Vargas, Salazar V. (2021): eSport Campus virtual SFBD. Trabajo Final MBA Universidad ICESI en eSport : de actividad a disciplina y modelo de deporte. Centro de Investigación SFBD. Cali. Edición digital (en revisión)
  • Vargas, Olarte. C.E (2020): E-sport como factor económico. Revista Libre Empresa 17(1), 63-92
  • DEPORTE 4.0 SFBD (2020) Canal de Youtube. Ponencias Virtuales con motivo de invitaciones de diferentes Universidades. Temas sobre Deporte 4.0.
  • Vargas, Olarte, C.E (2020): Perspectivas sobre las etapas del desarrollo industrial y el deporte. Praxis, Educación y Pedagogía • N° 4, 2019 • pp 98-123 e-ISSN: 2619-4791 • doi: 10.25100/praxis_educacion. v0i4.8671
  • Vargas-Olarte C.E. (2019) La investigación de futuro y el deporte siglo XXI | Libre Empresa. 16(1), 126-154 https://doi.org/10.18041/1657-2815/libreempresa.2019v16n1.5916           
  • Vargas, C.E, Rittner, V. (2017): Ciencias del Deporte. Teoría Científica del Deporte. El Deporte como objeto de estudio y sistema social. GRIN VERLAG. München. Noderstedt. Germany.  ISBN 9783668677944

El alto rendimiento, en el siglo XXI- el Siglo del Conocimiento- cada día se consolida como un producto de la Industria del Deporte, la cual se apoya en la inversión económica, la aplicación de la técnica, la tecnología y la ciencia, unidas a procesos de búsqueda, selección (Scounting) y desarrollo de talentos, vincular a entrenadores calificados (gerentes de producción, que lideran procesos y subprocesos con equipos de asistentes técnicos, analistas que se apoyan con tecnología del procesamiento de datos e imágenes, y ofrecer las condiciones y posibilidades óptimas para el bienestar de los deportistas.

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7 de noviembre: Efemérides relacionadas con el deporte en un día como hoy 👍🏻👟

Se celebra el Día del Periodista Deportivo en Argentina 1913: Nace Albert Camus, novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en Argelia. Fue uno de los grandes autores del siglo XX. Premio nobel de literatura en 1957. Autor de distintas reflexiones relacionadas con el deporte. 1965: Nace Sigrun Wodars, […]