Este día, en la ciudad de Bogotá, Colombia, estará concluyendo la Primera Conferencia Ministerial Mundial para poner Fin a la Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes, en donde, adicionalmente, se realizó la Preconferencia de las Américas, con la temática del fortalecimiento del papel del sector salud, como parte de una respuesta multisectorial al tema antes aludido; estos encuentros han tenido como objetivo abordar los retos y oportunidades para avanzar en la respuesta del sector salud ante la violencia, fortalecer el diálogo entre países sobre las buenas prácticas implementadas, promoviendo un compromiso político entre los países de América para poner fin a este flagelo en contra de la niñez y la adolescencia, y acordar un documento que describa las prioridades regionales y mecanismos de actuación para quienes conformamos el continente americano.
En el marco de este encuentro internacional se subrayó lo aportado por INSPIRE: Siete estrategias para poner fin a la violencia contra los niños y las niñas (OPS, 2017 pág. 1), conjunto de estrategias basadas en la mejor evidencia disponible que ofrecen las máximas posibilidades de reducir la violencia en la niñez. Estas estrategias promovidas por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS–OMS), con la colaboración de diez organismos con amplia trayectoria en la prevención de violencia, identifican estrategias multisectoriales con resultados en la reducción de la violencia contra el sector en comento.
El costo para familias, comunidades y para las niñas, niños y adolescentes que derivan de la violencia son muy altos, en el entendido de que a nivel continental existen altos índices de traumatismos físicos y emocionales que requieren inversiones de diversos sectores de la sociedad, no obstante, existen opciones de prevención, en donde el sector salud puede ayudar a identificar el abuso en etapas muy tempranas y brindar el tratamiento y el apoyo necesarios.
En este contexto, INSPIRE cuenta con herramientas desarrolladas para garantizar que los responsables de políticas públicas tengan el acceso a la evidencia, la experiencia y recursos necesarios para preparar e implementar un plan nacional para prevenir y responder a la violencia, de forma multisectorial, con enfoque basado en la evidencia para revitalizar, enfocar y expandir esfuerzos de gobiernos, por lo que INSPIRE promueve implementar y vigilar el cumplimiento de las leyes, normas y valores, seguridad en el entorno, y que padres, madres y cuidadores reciban apoyo, ingreso y fortalecimiento económico, la respuesta de los servicios de atención y apoyo, educación y aptitudes para la vida.
México ha realizado un esfuerzo importante en términos de lo que significa contar con más de 43 millones de niñas, niños y adolescentes de entre cero a 19 años, comparado en el ámbito de la población mundial, sería equivalente a la población de Canadá, Irak o Yemen. De ese tamaño es el reto y, al mismo tiempo, la oportunidad, de tal suerte que las políticas públicas de la presente administración federal incluyen una atención transversal, promoviendo cambios en la adhesión a valores, actuando en los municipios y zonas de mayor violencia, otorgando transferencias económicas no condicionadas, con la apertura de más espacios de calidad en el sector educativo nacional, formando habilidades sociales para la vida, incentivando la participación social más trascendente, generando un sistema de salud de carácter universal, incluyente, donde las funciones esenciales de la salud pública y las determinantes de salud, junto con el deporte y la cultura física, son la piedra angular de las acciones del gobierno de México.