Autocuestionar el profesionalismo para ejercer como especialistas en Educación Física y Deporte
Por Juan Carlos Escobar Alba
Siempre resulta muy grato recordar la pasión con la que me inicie en la Educación Física, y en esta ocasión quiero compartir algunos pasajes respecto de mi andar profesional, que no son para nada extraordinarios, es más, son muy convencionales, pero con ciertas singularidades que hoy son causa de algunos cuestionamientos, que tienen como propósito entender eso que nos movió a ser profesionales de la Educación Física y/o el Deporte, las desavenencias que tuvimos que librar para conseguirlo, los esfuerzos redoblados para mantenernos y lo que hemos logrado con ello. Agradeceré tu atención y comienzo el relato.
Mi interés por la Educación Física y el Deporte comenzó cuando finalizaba la década de los ochenta y me emocionabacon el resumen deportivo del canal 13 sobre las jornadas deportivas celebradas en Seúl en 1988; pero también, elrecuerdo de Barcelona cuando los tenores interpretaban“Amigos para Siempre” en la inauguración, o la flecha que encendía el pebetero de ese histórico estadio olímpico, sin pasar por alto la presencia del inolvidable DreamTeam sobre la duela en 1992; y por supuesto, Atlanta 96 y el gran equipo de gimnastas dirigidas por Béla Károlyi, para luego aterrizar Sidney 2000 con el asombroso encendido el pebetero querodeaba a Cathy Freeman para después subir a lo más alto; sin duda, agradables memorias. Estos juegos olímpicos me marcaron –los de Sidney 2000-, y fueron particularmentereveladores de acuerdo a lo que yo entendía como vocación en aquellos días, pues decidí –a mis dieciséis años-abandonar el servicio social que casi concluía para quedarme en casa y ver todos los días por la mañana las competencias deportivas, tremendo atrevimiento. (Colega, ¿Cuáles fueron esas motivaciones que hoy te tienen en el ámbito de la Educación Física y/o el Deporte?)
Pero bueno, continúo… En aquella secundaria de Ciudad Nezahualcóyotl en la que prestaba mi servicio social como apoyo del equipo de prefectura experimentaba ciertas inquietudes y arrojos, mismos que me acercaron al director para solicitarle que permitiera cubrir los grupos de los profesores de educación física que faltaban cada semana,propuesta que evidentemente fue rechazada, ayudándome a desertar del servicio social para disfrutar desde casa y demejor manera de los metales obtenidos por Soraya Jiménez, Hernández, Platas, Hernández, Bejarano y Estrada. Así sucedió, no había más que pensar, las motivaciones desde pequeño, la afición por los deportes y algo que aún vive dentro de mí me ayudo a confirmar el deseo de estudiar en la Escuela Superior de Educación Física de México. (Colega, en tu niñez y adolescencia ¿nunca soñaste con ser docente de Educación Física o entrenador deportivo?)
En fin… Mantener mi deseo por estudiar Educación Físicafue muy sencillo, yo estaba decidido y poco me hacían los desánimos de familiares y amigos cuando me explicaban que debía estudiar algo con lo cual no muriera de hambre cuando lo ejerciera; paradójicamente, tampoco me paralizaba la fobia al agua para tener que atravesar la alberca y flotar como se solicitaba en el examen de admisión, creo nunca tuve miedo, aun cuando sabía que no contaba con dichas habilidades. Por lo anterior, y a la lejanía de los años,agradezco lo mucho que me fortalecieron las palabras, los regaños y acciones de personas que en aquellos días y hasta hoy son un referente para el crecimiento personal y profesional. (Colega, ¿Cuánto te costó llegar a ser un profesional?)
Irremediablemente los esfuerzos para mantenerme fueronpremiados, mi trayecto en la licenciatura y los primeros años de ejercer como docente de Educación Física trajeronenriquecedoras experiencias, de las que destaco el rechazo que obtuve por “no cubrir” el perfil para poder acreditarmeuna plaza como docente en la ESEF. En ese momento no hubo más que hacer, y menos ante el inapelable veredicto del consejo. (Colega, ¿Te levantas más veces de las que te caesen el ámbito profesional?)
Evidentemente me levante, pero eso me “obligó” a coordinar cursos sin alguna prestación por parte de la extinta DGEF, a continuar estudiando aquí y allá con becas que de cualquier forma me desfalcaban, a sacar el extra trabajando en cursos de verano, a entregar la planificación y la evaluación a mi supervisión; pero sobre todo, y ante todo, me obligó a creerque la clave está en cuestionarme más de lo que me confirmo al visualizarme día con día como profesional de la Educación Física. (Colega, ¿Qué estás dispuesto “a perder”hoy para seguir construyéndote como verdadero profesionalde la Educación Física y/o el Deporte?)
Finalmente, y después de haber utilizado una experiencia personal para el autocuestionamiento quiero despedirmeagradeciendo tu atención, si, esa que te permitió enfocar todos los esfuerzos para poder llegar al sitio en el que hoy te encuentras, con el profesionalismo y LA PASIÓN de siempre, que al igual que el deporte, NO DESCANSA.
Juan Carlos Escobar Alba
Maestría en Educación por la UVM, Licenciatura en Educación Física por la ESEF México y Diplomado enDesarrollo Organizacional y Gestión del Cambio por el ITAM.
Director Operativo del PEA y asesor de procesos de formación continua a nivel nacional en coordinación con los departamentos de Educación Física.
Participación en eventos nacionales e internacionales de Educación Física, asesor externo para IAE A.C, el CENEVAL, el INEE.
