Por Neftalí Gómez
La pandemia nos ha cobrado el resultado de años y años de malos hábitos como cultura en México, y como ya lo había mencionado en otras columnas, este debe ser el inicio de un cambio generacional en la objetividad y consciencia sobre la salud en las personas. El año que entra será los Juegos olímpicos y estaremos habidos de ver ganar a nuestros atletas, atletas que salen de esa misma cultura ya mencionada. El esfuerzo económico que se necesita realizar para ganar una medalla olímpica es realmente asombroso, de allí, el gran gusto que la misma representa en el ámbito patriótico y no se diga de un partido de futbol ganado en los mundiales.
Pero la realidad es otra , pocos países tienen esos cálculos realizados, pues resulta cada vez menos probable que la economía nacional pueda responder a las necesidades crecientes del deporte de alto nivel para los siguientes juegos olímpicos, por eso es que en la actualidad el deporte de este tipo se sustenta a partir de los grandes capitales privados; y en aquellos lugares donde no es así, el pueblo sufre las consecuencias de los intereses políticos que el deporte de nivel olímpico y mundial representa.
Sin embargo, existe otra manifestación del ejercicio físico, que también representa un buen programa político, incluso para las elecciones y que es poco aprovechado, es el Ejercicio Físico para la Salud de la Población en General en sus dos manifestaciones básicas: Profiláctica y Terapéutica, que naturalmente la inversión puede ser igual a la de una medalla olímpica (yo diría mayor incluso), pero la gran masa poblacional que abarca es tal, que es mucho mejor agradecida o acertada por ésta.
Esto no quiere decir que nos olvidemos del Deporte Olímpico, porque también hay que reconocer que éste produce ingresos económicos fuertes, debido a patrocinios, entrada a las instalaciones deportivas, etc.
Ahora bien, a partir de la frase tan conocida que “el ejercicio físico es salud”, a la cual hay que agregarle “si éste está bien orientado y planificado”, indudablemente que resulta de mayor interés y preocupación para la población.
El desarrollo del hombre está íntimamente vinculado al movimiento, es más, nos atreveríamos a decir que sin el movimiento la especie humana se eliminaría, pues son bien conocido los efectos negativos del sedentarismo sobre el organismo. Es por eso que en la misma medida que se desarrolla la tecnología y la automatización en la sociedad, en esa misma medida va tomando importancia la realización de ejercicios físicos. Sólo por citar un ejemplo, hace 20 años atrás la enfermedad tan conocida con el nombre de L.E.R. (Lesiones por Esfuerzos Repetitivos) no existía; sin embargo hoy día, es uno de los problemas que la mayoría de las grandes empresas, sobre todo las que tienen redes de computación, afrontan. Naturalmente, la solución de esto no está en eliminar las redes, es decir ir en contra del desarrollo; la solución está en preparar al hombre en el aspecto biomotor para soportar los embates del desarrollo y que éste no lo afecte en su riqueza mayor y natural: su propia salud.
Sin salud humana no existen ni riquezas materiales ni espirituales.
La inversión que se hace en la realización de ejercicios físicos bajo la orientación de un profesional de la actividad repercute de una forma positiva no solo en el aspecto de la salud; donde va a existir un aumento de la capacidad de trabajo física con un incremento de las capacidades biomotoras (fuerza, resistencia, etc.); lo que produce una mayor resistencia al embate de las enfermedades. Este último elemento es necesario analizarlo en sus dos aspectos económicos básicos:
- El aumento de gastos :necesario que hay que realizar en la compra de medicamentos (cada día más caros) para restablecer la salud; pudiendo existir la posibilidad que esa recuperación no sea total (curación), manteniéndose algunas de ellas (enfermedad crónica) con secuelas o síntomas que pueden exacerbarse en determinados momentos (crisis).
- La reducción (parcial o total) de entrada de dinero al salario, debido a la no asistencia al trabajo durante el período de la enfermedad o en las crisis de ella.
Ahora bien, cuando nos referimos a la población que posee determinado tipo de enfermedad; el elemento ejercicio físico cobra una importancia mucho mayor; pues éste actúa, siempre que la enfermedad lo admita como parte del tratamiento, como una terapia de carácter activa que no va a producir efectos secundarios negativos, siempre que esté bien orientado y planificado por un profesional de la actividad; aspectos éste que con el medicamento en una buena cantidad de casos no sucede así, pues el medicamento debido a su propia composición (química o natural) equilibra aquel sistema o elemento que se encuentra desajustado en el organismo, pero también puede afectar o debilitar a otros órganos que conforman el sistema humano.
Con el ejercicio físico, debido a su acción o efecto integral en el organismo, va a crear una resistencia o fortaleza no solo contra la enfermedad que está padeciendo la persona; sino también fortalece a todos los sistemas del organismo a ser más resistente para la adquisición de ella.
Producto de la activación del organismo por el ejercicio físico existe dos hipótesis, aun por comprobar, con relación al efecto del medicamento en un organismo que hace ejercicio físico con fines terapéuticos. Estas hipótesis son:
- Debido a que el organismo se encuentra en acción constante, aspecto éste que con el ejercicio se aumenta, cuando una de estas acciones se altera (enfermedad) con el estímulo del medicamento vuelve a adquirir esa función mas rápidamente y es entonces que se necesita un menor dosis del mismo.
- El medicamento aumenta su potencial terapéutico cuando éste se combina con el ejercicio físico como complemento de su tratamiento médico y por tanto se necesita una menor dosis en su aplicación.
Sea una u otra la hipótesis aceptada, lo que sí resulta una realidad es que en la mayoría, para no ser absolutos y decir que todos, de los estudios realizados en personas con determinada enfermedad donde sea posible mezclar el ejercicio físico con el medicamento, sucede una reducción, incluso en ocasiones, según el tipo de enfermedad y grado de afección de la misma, eliminación total del consumo de medicamentos.
Esto además de mejorar la calidad de vida de la persona, produce una mejoría en el ámbito económico, pues se reducen los gastos de este ítem en la vida de las personas que la necesitan.
