julio 4, 2025

El Deporte No Descansa

Verdadero Análisis Deportivo

Conf11a: Para llegar al cielo, hay que pisar el infierno

Por Alberto Gutiérrez 

El pasado 25 de mayo, uno de los equipos de mayor tradición en el futbol mexicano logró coronarse después de 15 años de espera. 

Dentro de este tiempo, sucedieron un sin fin de cosas. Situaciones tenebrosas como pagar una multa a lo que muchos llamarían un descenso administrativo y tres finales perdidas retumban aún en los corazones escarlatas. 

También hubo un suceso que marcaría el destino, uno que solo se puede entender en retrospectiva. El debut de un muchacho de origen humilde que a la postre se convertiría en el hijo pródigo del infierno y el principal caudillo para terminar con esta larga sequía. 

La historia de este muchacho cuyo nombre es Alexis Vega, es muy apegada a lo que la mayoría del imaginario latino entiende como el guion perfecto de un futbolista. Es decir, un muchacho de origen humilde que logra consolidar el sueño con el que muchos crecemos. Pero dentro este guion, ¿Cuántas veces hemos sido testigos de grandes talentos fugaces?, ¿Qué se apagan por una o por otra? Seguramente ya tienes en la mente algunas, pero en este caso, el canterano del Toluca confía en ser la excepción a la regla. 

Vega tuvo un debut de ensueño, haber tenido la confianza de uno de los personajes más importantes en el futbol mexicano como José Cardozo no es poca cosa y no solo eso, Alexis tuvo los tamaños para demostrar su capacidad con buenas actuaciones. 

Posteriormente vinieron temas de quirófano, los cuales, superó con gran valía y retorno a las canchas para hacerse de un nombre y de un contrato de ensueño en uno de los equipos más populares en México, las chivas rayadas del Guadalajara. 

El muchacho que alguna vez tuvo muy pocas opciones de vida en su baraja, había ascendido de manera pletórica y con ello habían llegado un sin fin de estímulos externos de mucha seducción que acompañan la fama y el dinero, los cuales si son difíciles de manejar para un ser humano ya maduro, no me imagino para un muchacho con las características ya mencionadas. 

A pesar de ello, el talento le dio para entregar “buenas cuentas” incluso se ganó su lugar el mundial de Qatar 2022 con una digna actuación en los olímpicos de Tokio, pero a percepción de muchos quedó a deber en la justa mundialista. 

Posteriormente vino la debacle temas extra cancha, videos en redes, rumores de indisciplina aunado de un descenso de rendimiento y posiblemente temas de rodilla nuevamente colocaron al chico en el ojo del huracán que terminó por finalizar su etapa en el conjunto rojiblanco. 

La virtud de Vega en ese momento fue la humildad y el saber escuchar ya que, a pesar de tener ofertas jugosas, su padre en el futbol (Cardozo) le aconsejó volver a casa a lo cual él hizo caso. 

El tipo se puso a trabajar con una resiliencia importante, debilidades y amenazas las convirtió en combustible que culminaron en ser el estandarte de romper una sequía del club que le dio la oportunidad de cumplir el sueño de muchos. 

El mantener un estado de gracia en cualquier deporte es un asunto Utópico que muchas veces como espectador lo asumimos como un deber ser. 

Seguramente vendrán y seguirán factores externos que seduzcan al futbolista, pero el 9 ha encontrado por ahora un balance entre el ser humano y el futbolista, lo cual, es muy valioso y poco valorado en cuestiones que unos denominan “entrenamiento invisible”, pero que te entregan ese estado de gracia que deslumbra a los medios. 

Hoy por hoy Vega puede festejar y después seguir trabajando para ser esa excepción a la regla, ser ese tipo que tuvo que pisar el infierno ya varias veces para reivindicarse y tocar el cielo. 

Enhorabuena para Vega y que el balón siga rodando a su favor. 

Alberto Gutiérrez

Licenciado en Comunicación y maestro en Periodismo Deportivo, es un apasionado del fútbol cuya dedicación resuena en su labor como analista deportivo en Ultra Radio. Su amor por el deporte se refleja en su capacidad para transmitir análisis profundos y accesibles. Valora la resiliencia, un principio que guía su vida y trabajo, inspirando a otros a perseverar ante desafíos. Con una visión creativa y un enfoque profesional, Alberto combina su experiencia académica y su entusiasmo por el fútbol para conectar con audiencias, destacando en el periodismo deportivo con autenticidad y compromiso.