Por Elena Paz Morales: maratonista, docente/investigadora en la Universidad YMCA y en la ENED, especialista en ocio y recreación.
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Ésta pregunta la uso en la vida cotidiana y en mi práctica académica, invito a reflexionar en relación a la misma. Hoy por primera vez, asumo el compromiso de escribir mensualmente una columna y aportar desde mi realidad, mi comprensión y mi formación temas relativos a la recreación y el ocio. Y en ése sentido hoy decidí dialogar sobre el aburrimiento en tiempos del Covid-19.
Por primera vez me percato del miedo de las personas de aburrirse y manifestarlo en todas las formas posibles; el aislamiento social resultado del Covid-19, modificó diametralmente la vida cotidiana, éste día a día es nuevo para todos, esto incluye entre otras cosas el uso del tiempo y la distribución de las actividades, algunas desaparecieron para aquellos que están en casa y que no requieren de salir a trabajar.
Ya no se tiene los tiempos de espera como los conocíamos, el tiempo dedicado al traslado del hogar a la escuela, al trabajo y a los espacios de ocio públicos y privados se eliminó, ahora trabajamos desde casa, estudiamos siguiendo las lecciones a través de la televisión o las plataformas educativas, y las actividades de recreación deben desarrollarse en nuestro hogar.
Un problema evidente surge para muchos habitantes de México y el mundo que sigue el proceso de aislamiento por convicción o por ordenanza, es claro que tenemos más tiempo liberado y no saber ¿qué hacer?, ¿cómo usarlo?, y sentirse totalmente abrumados por una falta de contenido o un exceso de ofertas y no poder elegir entre tantas posibilidades, parece que el aburrimiento es muy peligro, ¿es acaso otro tipo de padecimiento?.
El aburrimiento es un síntoma de que no estás haciendo actividades recreativas que te hagan sentir pleno, satisfecho, actividades nuevas, diferentes, resultado de un proceso creativo, y no con esto me refiero a la dimensión artística aunque no la estamos excluyendo de ninguna forma, estoy señalando que la percepción de estar aburridos es resultado de estar desarrollando principalmente actividades para llenar el tiempo liberado, éstas no logran satisfacer nuestra necesidad de ocio, no presentan un reto, no son una novedad en nuestra vida, no otorgan un valor agregado y tampoco la oportunidad de integrar elementos para construir una vida plena y promover el desarrollo humano.
No existe un antídoto global contra el aburrimiento, depende de nuestro momento, del aquí y del ahora y de la capacidad para descubrir nuevas posibilidades dentro del ocio, nuevas actividades que permitan vivir experiencias recreativas que nos hagan sentir satisfechos, gozosos y libres de elegir de acuerdo a nuestros intereses y motivaciones.
Soy Elena Paz Morales, una mujer, maratonista, licenciada en administración del tiempo libre y recreación, maestra en recreación y administración del tiempo libre y doctoranda del programa Ocio, cultura y comunicación para el desarrollo humano, docente por convicción y aprendiz de investigación por interés.
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