junio 9, 2025

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Verdadero Análisis Deportivo

DEL MOVIMIENTO A LA FUNCIONALIDAD: BENEFICIOS DEL ENTRENAMIENTO PERSONALIZADO EN PERSONAS MAYORES

Por Bárbara González Valencia.

El envejecimiento conlleva una serie de cambios fisiológicos, psicológicos y sociales que pueden influir negativamente en la funcionalidad de las personas mayores.  Lejos de ser una etapa pasiva, la vejez puede ser un momento activo y productivo cuando se cuenta con intervenciones adecuadas. Entre ellas, el ejercicio físico desempeña un papel fundamental. Numerosos estudios han demostrado que el entrenamiento regular, adaptado y supervisado mejora la calidad de vida, previene enfermedades crónicas y retrasa la pérdida de independencia funcional. Para alcanzar estos beneficios, es esencial que el ejercicio sea personalizado y conducido por profesionales capacitados.

Durante años, el abordaje del ejercicio físico en personas mayores ha sido generalizado, poco desafiante e incluso desmotivador. Muchas rutinas se limitaban a movimientos repetitivos realizados en una silla, sin considerar las capacidades, necesidades ni objetivos individuales. Esta visión reduccionista no solo limita los resultados, sino que puede generar frustración y desinterés en la población mayor. Hoy en día, el paradigma ha cambiado: se reconoce que la persona mayor necesita y merece una intervención seria, profesional y centrada en su funcionalidad y bienestar integral.

Todo programa de ejercicio físico debe comenzar con una valoración funcional integral. 

Esta evaluación permite identificar el nivel de capacidad física, posibles factores de riesgo, historial clínico, percepción del ejercicio y objetivos del participante. Instrumentos como el Senior Fitness Test, el SPPB, el índice de Katz o el cuestionario PAR-Q+ son herramientas validadas que permiten categorizar a la persona y diseñar una intervención específica.

Con base en esta valoración, se procede a una prescripción individualizada, respetando los principios FITT: frecuencia, intensidad, tiempo y tipo de ejercicio. Estos parámetros deben ajustarse al contexto de cada persona. Por ejemplo, una mujer de 75 años con artrosis necesitará un enfoque distinto al de un hombre de 80 años con antecedentes de enfermedad cardiovascular. El objetivo no es simplemente mover el cuerpo, sino optimizar la funcionalidad mediante un trabajo estructurado y progresivo.

El entrenamiento para personas mayores debe ser multicomponente, es decir, debe incluir ejercicios de resistencia cardiovascular, fuerza muscular, equilibrio, flexibilidad, coordinación y funciones cognitivas. La combinación de estos elementos estimula múltiples sistemas fisiológicos, mejorando la movilidad, reduciendo el riesgo de caídas y fortaleciendo la autonomía en actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.

La variabilidad en las sesiones –cambiar dinámicas, incorporar materiales diversos, trabajar en circuitos o en pareja, favorece la motivación, la adherencia y estimula la neuroplasticidad. El entrenamiento no debe ser monótono, sino retador y significativo para quien lo realiza. Esta variabilidad también permite que el ejercicio se adapte a las fluctuaciones diarias del estado físico y emocional del adulto mayor.

Un componente esencial del proceso es la percepción que tiene la persona mayor del ejercicio físico. Las creencias, experiencias previas y emociones influyen directamente en la motivación y la adherencia. Por ello, es fundamental que el profesional escuche, comprenda y se comunique desde el respeto y la empatía. El vínculo humano y la confianza son tan importantes como la planificación técnica.

Incluir objetivos funcionales, como poder subir escaleras, jugar con los nietos o cargar las bolsas del mercado, hace que el ejercicio tenga sentido para la persona. Cuando se conecta la rutina física con su vida cotidiana, el compromiso se fortalece y los beneficios son más sostenibles.

El trabajo con personas mayores requiere de conocimientos específicos en fisiología del envejecimiento, patologías comunes, principios de entrenamiento y adaptación funcional. No se trata simplemente de “hacer moverse” a alguien, sino de intervenir de manera segura, efectiva y ética. Por ello, la presencia de un especialista en ejercicio físico para personas mayores es indispensable.

Este profesional no solo diseña y ejecuta planes de entrenamiento, sino que también actúa como un agente de salud, prevención y bienestar. Colabora con médicos, fisioterapeutas, psicólogos y otros especialistas, integrándose a un enfoque interdisciplinario que responde a las necesidades complejas de esta etapa de la vida.

El ejercicio físico en la persona mayor va más allá del simple movimiento corporal: se convierte en una herramienta poderosa para preservar y recuperar la funcionalidad, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. Para lograr estos beneficios, es fundamental que el entrenamiento sea personalizado, multicomponente y profesional, basado en una valoración rigurosa y en el respeto a la individualidad del adulto mayor.

Desde este enfoque, se pasa de una visión pasiva del envejecimiento a una propuesta activa, digna y transformadora. Porque la vejez no es sinónimo de inmovilidad, y sentar a las personas mayores en una silla para que repitan ejercicios lentos ya no es suficiente. Lo que se necesita es movimiento con propósito, con técnica, con ciencia y, sobre todo, con respeto.

Referencias (APA 7ª ed.):

  • American College of Sports Medicine. (2022). *ACSM’s Guidelines for Exercise Testing and Prescription* (11th ed.). Wolters Kluwer.
  • World Health Organization. (2020). *Guidelines on physical activity and sedentary behaviour*. https://www.who.int/publications/i/item/9789240015128
  • Chodzko-Zajko, W. J., Proctor, D. N., Fiatarone Singh, M. A., Minson, C. T., Nigg, C. R., Salem, G. J., & Skinner, J. S. (2009). Exercise and physical activity for older adults.
  • Medicine & Science in Sports & Exercise*, 41(7), 1510–1530. https://doi.org/10.1249/MSS.0b013e3181a0c95c

Bárbara González Valencia

Bárbara González Valencia

Especialista en prescripción del ejercicio adaptado en persona mayor. Titular de la comisión nacional de salud y bienestar para las personas mayores de la Federación Mexicana de Cultura Física. Maestra en gerontología social. Maestra en gerontología. Especialidad en calidad de vida y la persona mayor. Licenciada en acondicionamiento físico y recreación. Docente y ponente a nivel nacional y centroamérica en temas referentes a la salud, recreación, actividad física y ejercicio físico en la persona mayor. Colaboración en la Parkinson fundation Miami en la atención física y del movimiento funcional. Docente en el “Programa universitario para las personas mayores UAM”. Colaboración en capacitación y eventos especiales de recreación por parte del área de CONADE. 30 años de experiencia en el medio fitness.