Escrito por: LEF. DEL OLMO PADILLA ALMA DELIA
En este ensayo se analizará la lectura del texto “la Educación como Praxis Política” de Francisco Gutiérrez, a fin de encontrar o en el mejor de los casos comprender y analizar algunos de los elementos que nos conlleven a la aplicación de proyectos más adecuados de enseñanza-aprendizaje, en un mundo como en el que vivimos hoy en día, en donde la desigualdad económica, política y social nos atrapa con el pensamiento.
Con el análisis y comprensión de los proyectos que aquí nos mencionan tendremos la posibilidad de ampliar nuestra expectativa como estudiantes y educadores, debido a las modificaciones que se han realizado a través del tiempo al sistema de enseñanza y no han sido suficientes para evitar el deterioro de la educación.
El estudio de las alternativas que nos propone Gutiérrez nos abrirá una posibilidad de mejorar la educación para bien de los estudiantes y de los educadores con único propósito educar a los hombres para crear una sociedad más sana y competitiva para el mundo.
El texto se divide en una serie de pequeños subtítulos que nos plantean la diversidad de pensamiento de los estudiosos en el tema de la educación con matices de consejos y exigencias que nos llevan a una reflexión sobre la educación que recibimos y aún más importante la que impartimos.
Es decir, no basta una reforma del sistema de enseñanza, se requiere todo un proyecto alternativo para darle una esperanza a la educación, educar es por tanto socializar, preparar individuos para una sociedad concreta e ideológicamente definida, así pues ideologizado el individuo se podrá insertar a la sociedad sin problema, la escuela es el instrumento ideal para este fin, debemos educar dentro de la realidad social, ya que la escuela se considera como una prolongación de la familia y no reducir la educación a un idealismo de selectividad, igualdad de oportunidades y relaciones pedagógicas que solo alejan al hombre de su realidad, económica, política y cultural, la selección por medio de exámenes debe ser eliminada, no todos los fracasos escolares se deben a la falta de conocimientos, con esto solo se le da paso a la discriminación por la desigualdad social, ya que en nuestros días esta desigualdad no depende de la escolaridad sino de nuestras estructuras económicas y la igualdad de oportunidades es una falacia una utopía, ya que se ayuda a quien menos lo necesita, las relaciones educativas no deben violentarse pues entorpecen el crecimiento como persona.
El proyecto alternativo que propone el autor tendría doble objetivo, cambiar al hombre y sus estructuras; es decir, desde niños enseñarles a resolver problemas de acuerdo a su realidad social, adaptarse a la sociedad, ser congruentes, darle a su educación desde un nivel inferior un enfoque epistemológico y crear una sociedad democrática, participativa y organizada.
Lo anterior en base a la formación de personas y de un desarrollo social, este proyecto, deberá tener las siguientes características, una comunicación dialógica, una participación democrática y una autogestión, es decir que se eduque al hombre sin rigidez estructural, hay que dejarlo libre, que exista una circulación de ideas y mensajes, deberá ser crítico, participativo y sobre todo creativo, esto dependerá de estimular su iniciativa.
Las ciencias de la educación han quedado reducidas a un idealismo alejado de la vida diaria, la ideología se manifiesta con la selectividad y la igualdad no con la discriminación por selección.
La autogestión, asume nuestro autor surge en 1968, donde se exige un cambio de actitud de los profesores, estudiantes y padres de familia, el niño debe aprender a unir el trabajo intelectual y el manual a fin de educarlo socialmente productivo, deberá necesariamente existir esta dicotomía. Dice Juan Pablo II “El trabajo que debería ser el instrumento de liberación del hombre se vuelve contra él y lo degrada” el niño es creador por naturaleza y la escuela es la culpable de este proceso de deterioro humano.1
No puede haber un proyecto educativo posible cuando existe incompatibilidad estructural entre los individuos por causa de antagonismo de intereses de clase de un hombre oprimido.
No debemos formar moldes sino afianzar la libre expresión para formar personas creativas que desarrollen conductas creativas, educar en la praxis, convierte la educación en mero instrumento, la educación liberadora es la meta para alcanzar una educación en y no para la justicia, liberar al hombre de los estructura que políticamente le oprimen y le impiden ser, educar en la justicia y no para la justicia, es una manera de vivir y de estar en el mando para involucrarse en una solución de los problemas.
1. Gutiérrez, Fco. “Educación como praxis Política” Siglo XXI
Hoy más que nunca debemos aliarnos estudiantes y educadores para concretizar la educación en nuestro país, educando y exigiendo que se nos eduquen con libertad, compromiso, participación, comunicación, autogestión y creatividad con el único objetivo de vivir en una sociedad más congruente con nuestra realidad política, económica y social.
Si queremos mejorar la educación tenemos que ampliar los criterios respecto a qué hacer, de dejar hacer, cuándo y cómo hacerlo, ser creativos bajo nuestras realidades, llevar a cabo un proyecto como el que se plantea o mejorarlo si es posible, con creatividad, ya que la experiencia como estudiantes y educadores nos dejan ver a todas luces que la Pedagogía ha sido insuficiente para lograr que los estudiantes tengamos una educación funcional que nos prepare para la sociedad en que vivimos, y que como consecuencia de esta arbitrariedad tengamos que conformarnos con una educación vertical en donde las autoridades (familia, escuela, educadores) nos dicen que hacer, cómo hacerlo y en qué momento, lo que nos reduce la posibilidad de crear, criticar y hasta sugerir.
Educar y ser educados desde pequeños conscientes de la sociedad en que vivimos, para que no se contraponga nuestra ideología con la realidad social, no educar para la justicia sino en justicia, no educar para la democracia sino en democracia, no educar para la libertad sino en libertad, no educar para el trabajo sino en el trabajo.
“Nietzsche, el apocalíptico, anunciaba con clara evidencia, que llegaría un día en que la gran política trataría sobre todo de problemas de educación.”
Inculcar funciones, conductas, creencias y valores, de dotar a cada hombre de una ideología de modo que su inserción en la sociedad no signifique una contradicción o un conflicto.
La buena política tiene que ser pedagógica.
