Educación Física en preescolar, una asignatura indispensable…
Por Aimé Robles
Más allá del currículo oficial debemos retomar la esencia profunda de la Educación Física “el aprendizaje a través del movimiento”. Desde que nacemos nuestro desarrollo y aprendizaje esta en estrecha relación con en el movimiento, la prensión, el seguimiento visual, la rotación lateral, reptar, gatear y caminar son conductas clave en nuestro desarrollo. A través de estas conductas nos conectamos con el mundo y socializamos, el ofrecer una gama de estímulos y posibilidades de movimientos a los seres humanos en la infancia temprana debería de ser la base de la educación inicial. Los estudios en neurodesarrollo dan evidencia de lo importante que es proporcionar estímulos incluso desde el periodo de gestación para la construcción de redes neuronales más amplias antes de la primera poda neuronal que ocurre a los 3 años de edad, de ahí tenemos oportunidad de generar nuevas redes neuronales hasta los 7 años donde ocurre la segunda poda neuronal, de allí la importancia de la educación física en el primer septenio del ser humano.
En este sentido es la educación inicial y la educación preescolar las encargadas de sentar las bases del desarrollo del ser humano, debemos de reorientar el sentido de la mismas y retomar la importancia de su existir. Actualmente ¿a qué asisten los niños al preescolar? Los padres de familia dicen que aprender los colores, las letras, los números; y en cierta forma sí, pero lo esencial es a jugar, aprender a través del juego. Exponerlos a diversos estímulos sensoriales que detonen las conexiones neuronales debería de ser nuestro objetivo; nuestros aliados indispensables el movimiento, el juego, la música y la plástica.
Actualmente los alumnos enfrentan nuevas barreras que frenan su desarrollo y sus posibilidades de movimiento, la sobreprotección en casa, el sedentarismo debido al mal uso de la tecnología, el abuso de tabletas, juegos de video y celulares; la ausencia de los padres de familia debido a las jornadas laborales y la inseguridad en la calles son algunas de los factores que actualmente limitan el desarrollo de nuestros infantes. Nuestra labor hoy se vuelve indispensable, ya que debemos deproporcionar esa gama de oportunidades de movimiento para coadyuvar su desarrollo y aprendizaje. En una junta de consejo técnico de colegas de educación física hablábamos sobre que nunca pensamos que tendríamos que enseñar a correr, a saltar o a jugar a nuestros alumnos debido a que hoy en día sus posibilidades de movimiento son muy limitadas; en generaciones pasadas las habilidades motrices básicas se daban por añadidura, al convivir con los hermanos mayores, jugar con los primos, al salir a jugar con los vecinos en la calle. En un artículo reciente del psicopedagogo Francesco Tonucci titulado “Los niños están en peligro porque no juegan entre ellos” expresa su temor sobre el desarrollo del juego de los niños de manera saludable y libre, y la extinción de la creatividad, y retoma también las barreras antes mencionadas que limitan el desarrollo del ser humano en la primera infancia.
En conclusión volvamos a lo básico, nutramos el gusto por el movimiento, incitemos a los niños a construir, inventar, indagar; acerquemos a ellos materiales y actividades que detonen su creatividad, detonemos esa asimilación y acomodación, movamos sus esquemas mentales.
“La inteligencia verbal o reflexiva reposa sobre una inteligencia práctica o sensorio motriz, que se apoya a su vez sobre los hábitos y asociaciones adquiridos para combinarlos de nuevo” Piaget(1985) El nacimiento de la inteligencia en el niño.Barcelona.Pag. 12. Debemos de entender tanto los padres y profesores que para el desarrollo y aprendizaje de los niños no hay atajos.
Aimé Fabiola Robles Castro
Maestra en Rehabilitación Neurológica. Maestra en yoga para niños. Licenciada en Educación Física.