Por Fernando Vargas
La inclusión del baloncesto 3×3 como deporte olímpico ha marcado un antes y un después para esta disciplina, y México no es la excepción. Más allá de su creciente popularidad a nivel profesional, el formato de tres contra tres posee un potencial inmenso para el desarrollo de las categorías inferiores en nuestro país, un aspecto que merece ser analizado a la luz de los datos duros de los eventos nacionales masivos.
Los torneos FIBA 3×3 organizados en México han demostrado una capacidad de convocatoria impresionante. Eventos como el Tour Nacional 3×3 han congregado a cientos de equipos, desde categorías infantiles hasta juveniles, en diversas ciudades del territorio.
Esta masividad no es casualidad; el 3×3 es inherentemente accesible. Requiere menos jugadores, menos espacio y menos infraestructura que el baloncesto tradicional, lo que facilita su práctica en parques, canchas escolares y espacios improvisados.
Esta accesibilidad se traduce directamente en una mayor oportunidad de participación para niños y jóvenes. En el baloncesto 5×5, la competencia por un puesto en un equipo puede ser feroz, limitando el tiempo de juego para muchos.
El 3×3, por su naturaleza, garantiza más toques de balón, más decisiones individuales y una mayor implicación en el juego para cada participante. Esto fomenta el desarrollo de habilidades fundamentales como el manejo de balón, el tiro, la toma de decisiones rápidas y la lectura del juego, aspectos cruciales para la formación de cualquier baloncestista.
Además, el ritmo vertiginoso del 3×3, con posesiones cortas y constantes transiciones, exige una elevada intensidad física y mental.
Esto contribuye a la mejora de la condición física general de los jóvenes atletas y los prepara para las demandas del baloncesto de alto nivel. La posibilidad de medirse contra diversos rivales en formatos de torneo cortos y dinámicos también inculca valores como el trabajo en equipo, la resiliencia y la deportividad.
El auge del 3×3, respaldado por la visibilidad olímpica y el éxito de los eventos nacionales, ofrece una plataforma única para democratizar el acceso al baloncesto en México. Es una oportunidad de oro para que las federaciones y asociaciones impulsen programas de desarrollo focalizados en este formato, aprovechando su bajo costo y alta participación para sembrar las semillas de futuros talentos. El 3×3 no es solo una nueva disciplina olímpica; es una herramienta poderosa para nutrir la pasión por el baloncesto desde la base.
Fernando Vargas Nolasco
Periodista deportivo mexicano especializado en baloncesto. Es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, donde cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación. A lo largo de su carrera, ha desempeñado diversos roles en medios especializados, destacando como narrador en AYM Sports, donde fundó y dirigió el programa “La Duela”, pionero en la cobertura del baloncesto nacional. Posteriormente, colaboró en Estadio Deportes, consolidando su presencia en el ámbito deportivo. Actualmente, se desempeña como coordinador de comunicación de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP), contribuyendo al fortalecimiento de la imagen institucional de la liga. Fue jugador de baloncesto profesional en México. La combinación de su formación académica, experiencia profesional y vivencia deportiva lo posiciona como una figura influyente en la promoción y desarrollo del baloncesto en México.
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