Por Pedro Alejandro Alpuche Yah. Maestrante en Ciencias Aplicadas al Deporte. Centro Universitario República de México.
¿La actividad física está contraindicada para la rehabilitación de un paciente? Definitivamente NÓ, todo lo contrario, existe evidencia científica en la que se explica que tener el cuerpo en movimiento acelera la recuperación del mismo.
Los términos movimiento y ejercicio están directamente relacionados con la génesis y evolución de la fisioterapia. Algunos autores sugieren que la construcción central del cuerpo del conocimiento de la fisioterapia es el sistema de movimiento humano (Coffin-Zadai, 2007; Sahrmann, 2014; Voight & Hoogenboom, 2017), este sistema se define como “la integración de sistemas corporales que generan y mantienen el movimiento en todos los niveles de la función corporal y está influenciado por factores sociales, ambientales y personales” (American Physical Therapy Association, 2015).
De esta forma se puede comprender que el ejercicio físico a la par con el deporte debería ser considerado por los fisioterapeutas un tratamiento ideal para la pronta recuperación de los pacientes.
En mi caso como fisioterapeuta puedo decir que me ha funcionado con pacientes que vienen de alguna cirugía como pos operados de fractura, algún esguince de tobillo, o incluso pacientes con problemas en el nervio ciático, ya que más allá de emplear algún tratamiento pasivo, lo ideal es tener al paciente lo más activo posible para rehabilitarlo a sus actividades de la vida diaria. Pero es importante mencionar que la responsabilidad de enseñar los ejercicios adecuados es mayor cuando el paciente llega sin la noción de lo que es una actividad física o el deporte, es decir, de una vida sedentaria. Es allí la relevancia que tiene los modelos de enseñanza para poder emplear en mis pacientes.
Entre un modelo de enseñanza tradicional que es la metodología usada en el ámbito deportivo y un modelo alternativo que nace como reacción a los planteamientos didácticos realizados del primer modelo antes mencionado, puedo afirmar que es el segundo que me sirve para enseñarle al paciente la manera correcta de realizar el ejercicio terapéutico y los beneficios que adquieren, ya que éste modelo alternativo tiene un enfoque de comprensión proponiendo teorías cognitivas (Kirk, 1983; Schwager y Labate, 1993, citados por Gréhaigne y Godbout, 1995), con el constructivismo (Butler y McCahan, 2005; Contreras, 1998; Griffin y Patton, 2005; Mitchel, Oslin y Griffin, 2006; Light, 2008, Turner, 2005, etc.), con el aprendizaje situado (Anderson, Reder y Simon, 1996 y Rovegno y kirk, 1995) y con la educación deportiva (Siedentop, 2002).
La Asociación Americana de Fisioterapia (APTA), respecto a la identidad profesional declara que “La profesión de fisioterapia definirá y promoverá el sistema de movimiento como la base para optimizar el movimiento para mejorar la salud de la sociedad”, además añade que “el sistema de movimiento es el núcleo de la práctica, educación e investigación del fisioterapeuta” (American Physical Therapy Association, 2015). Y precisamente la práctica en su vida diaria es lo que permitirá al paciente lograr mejores resultados en su recuperación tal y como se menciona en la teoría humanista que se refiere al desarrollo integral de la persona, buscando la autorrealización de cada uno. El docente – entrenador centra su metodología en el aprendizaje significativo vivencial y la autoevaluación que posibilita la autocrítica y la autoconfianza (: Abraham Maslow; Carls Rogers; G. Allport; Erich Fromm; Pierre Feure; Manuel Mounier; Erickson Kohlberg).
También otra teoría como modelo de enseñanza que aplico con mis pacientes es el constructivista, en el que se menciona que el individuo es producto de una construcción propia de su conocimiento y su persona. El aprendizaje es una actividad de interacción social en forma cooperativa (Principalea autores: Jean Piaget; L. S. Vygotsky; David P. Ausubel; Bruner; Decroly; Montessori; Dewey; Ferriere; Celestin Freinett; Luria; Leontiev; Federico Frobel; Ovidio Decroly; Edwar Claparede; Hermanas Agazzi); por ejemplo, cuando le indico el ejercicio terapéutico o la actividad física tiene que darle continuidad cuando está en casa, con familia, amigos, vecinos, etc., trabajando con elementos tan simples como una silla, una mesa, productos que estén por kilogramos, entre otros.
En la teoría socio – cultural se menciona que la planeación y desarrollo de la enseñanza a partir del nivel de desarrollo real y también el estímulo al desarrollo potencial (S. Vigotsky; J. Bruner; M. Cole; Scribner.; Lev Semionovich; Reuven Feuerestein; R. Glasser; Brown; Roggoft; J Wertvhayudo), ayudo al paciente a trabajar su creatividad al utilizar sus tres esferas neurológicas que son el espacio, lugar y tiempo; que se adapten a sus condiciones de vivencias y actividades de la vida diaria, comprobando una vez más que el tratamiento siempre es personalizado para cada paciente.
El proceso sistemático, individualizado y específico en el que se establece la prescripción de ejercicio terapéutico se desarrolla a través de un principio conocido como FITT-VP (Zaleski et al., 2016), estas siglas hacen hincapié en los parámetros de prescripción a considerar desde el punto de vista práctico (F, frecuencia; I, intensidad; T, tiempo; T, tipo de ejercicio; V, volumen; P, progresión). Un ejemplo relacionado con el entrenamiento contra resistencia utilizando el FITT-VP indicaría: 1) “frecuencia”, explica los días concretos de la semana en donde se tiene que realizar el programa de ejercicio; 2) “intensidad, determina el porcentaje del RM o la tasa de esfuerzo percibido; 3) “tiempo”, sería la cantidad de minutos semanales dedicados al entrenamiento; 4) “tipo”, se refiere a la modalidad de ejercicios específicos que se están prescribiendo, por ejemplo, ejercicios isométricos; 5) “volumen”, indica las series y repeticiones; y 6) “progresión”, consiste en la manipulación explícita de las variables del FITT-V para lograr nuevas adaptaciones.
Ajustar los modelos de enseñanza, los modelos de diagnóstico y tratamiento basado en el sistema del movimiento puede incrementar la efectividad del ejercicio terapéutico que es el tratamiento que cuentan con mayor evidencia científica en la actualidad.
Con lo mencionado anteriormente llego a la conclusión de que hoy en día el deporte no sólo es considerado una actividad que el ser humano realiza principalmente con objetivos recreativos, sino que puede verse como una opción de recuperación en el ámbito de la salud específicamente en la rehabilitación de un paciente.
Las necesidades sociales, científicas y sanitarias que demanda la actualidad entorno a la rehabilitación del paciente, exigen que el fisioterapeuta se desenvuelva en un modelo en donde el razonamiento clínico, el diagnóstico, el pronóstico y el planteamiento terapéutico se establezca a través del estudio y análisis del sistema del movimiento humano.
Aún falta mucho camino por recorrer y demostrar que la fisioterapia va de la mano con el deporte, que un tratamiento de rehabilitación no está peleado con el ejercicio físico cuando los fines son terapéuticos.
Hoy puedo decir que la fisioterapia es una profesión que incluye contenidos científicos de las ciencias aplicadas a la rehabilitación y también al deporte, casi en el mismo porcentaje de las ciencias del movimiento humano.
Referencias bibliográficas.
- LOS MODELOS DE ENSEÑANZA UTILIZADOS EN LOS DEPORTES COLECTIVOS, Francisco Alarcón López David Cárdenas Vélez María Teresa Miranda León Nuria Ureña Ortín, 22/07/2009, Investigación Educativa vol. 13 N.º 23, 101 – 128 Enero – Julio 2009 ISSN 17285852
- MODELOS PEDAGÓGICOS EN LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE Jorge Garduño Durán, Jesús Vicente Ruiz Omeñaca , Carlos Velázquez Callado, Alfonso Valero Valenzuela, 1era. edición, febrero 2023 , EDITORIAL Qartuppi,
- American Physical Therapy Association. Physical Therapist Practice and The Human Movement System. APTA. 2015.