Anécdotas etimologías y algo más.
Por Neftali Gómez Jiménez
Comienzo mis primeras líneas en este espacio para los amantes del deporte, me gustaría mencionar y agradecer a quien me brinda la oportunidad para colaborar profesionalmente, al Doctor Alfonso Geoffrey, que es una institución en este medio.
Como decimos en México coloquialmente, quisiera comenzar por el principio, de allí el título y nombre de esta columna. Leyendo un poco a varios colaboradores de la página no es difícil identificar un común denominador: Deporte y todo el contexto que este conlleva, desde su industria hasta su ciencia.
Realizando mi respectiva investigación, llegaron a mi mente un par de recuerdos que me dieron sentido y forma a lo que quiero expresarles: El origen, sentido y uso de la palabra deporte y gimnasio.
El primero de ellos me traslada a mis 17 años, estudiaba quinto año de preparatoria y tenía tres años de entrenamiento constante de gimnasio en mi haber, era la clase de etimologías grecolatinas del español y llego el momento de analizar la palabra gimnasio y su etiología; gyma-gymnacos ,donde los hombres andan desnudos haciendo ejercicios. Claramente la atención y las cabezas de todos mis compañeros se voltearon hacia mí con risas propias de la edad.
Un gimnasio es un recinto destinado a la práctica de ejercicios físicos. La palabra procede del latín gimnasium, que a su vez es la forma latinizada del γυμνάσιον (gymnasion) griego, que representaba una institución muy importante en la Grecia clásica.
Los gimnasios griegos eran lugares públicos donde los jóvenes se desarrollaban tanto física como intelectualmente; también se convertían en espacios de encuentro donde compartir ideas, discutir sobre política, asistir a conferencias… Un elemento clave era, en cualquier caso, el entrenamiento para competiciones atléticas y esto se hacía sin ropa. Hoy en día sería un escándalo y un contrasentido (¿dónde ponemos las publicidades de los patrocinadores?), pero entonces era lo habitual. Y como desnudez en griego se dice γυμνός (gymnos), los lugares donde se practicaban estos desacomplejados ejercicios eran los gimnasios. De esta curiosa etimología provienen las palabras que designan los centros deportivos en diferentes idiomas: en portugués (ginásio), en francés (gymnase) o en inglés (gymnasium), aunque se va extendiendo la forma abreviada gym, que suena más aerodinámica.
EL segundo recuerdo ocurrió un poco más adelante en mi andar por los conocimientos de la industria deportiva. Me encontraba realizando prácticasprofesionales de Maestría en Madrid, en el Consejo Superior de Deportes, visitando sus instalaciones me encontré en uno de sus pasillos con un cuadro enmarcado cubierto con vidrio, era un texto de uno de mis autores favoritos quien me conquisto por su ‘Rebelión de las Masas ‘, y me hizo reflexionar sobre lo que ignoramos como deportistas por cultura general. Y cito textualmente:
La palabra “deporte” ha entrado en la lengua común procedente de la lengua gremial de los marineros mediterráneos que a su vida trabajosa en la mar oponían su vida deliciosa en el puerto.”Deporte” es “estar de portu” .Pero la vida de puerto no es solo el marino plantado en el muelle, con las manos en los bolsillos del pantalón y la pipa entre los dientes, que mira obseso el horizonte como si esperase a que en su liquida línea fuesen de pronto a brotar islas. Hay, ante todo, los coloquios interminables en las tabernas portuarias entre marinos de los pueblos más diversos. Ésas conversaciones han sido uno de los órganos más eficientes de la civilización. En ellas se transmitían y chocaban culturas dispares y distantes
En 1921, Ortega entendía el espíritu deportivo como una metáfora del deseo humano. El deportista da lo mejor a cambio de nada, hace deporte por el placer de hacerlo, porque quiere, da su esfuerzo sin buscar recompensa material alguna. Para Ortega todos los avances de la humanidad se debían a lo que los hombres realizan con espíritu altruista, espontáneo y sin un utilitarismo inmediato o sea con una motivación semejante a la del espíritu deportivo. En contraposición, afirmaba que la necesidad y la obligación que tantas veces nos guía en el quehacer diario nunca hizo que el hombre consiguiera grandes logros. Ortega entendía el espíritu deportivo como paradigma del estado anímico con que el hombre crea, avanza y progresa.
Neftali Gómez Jiménez
Maestro en Nutrición Deportiva por la Escuela de Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid-Universidad Europea de Madrid y UVM. Licenciado en Administración del deporte y recreación por la Universidad del Valle de México. Certificado nivel 1 por la International Society of theAdvancement of Kinanthropometry. Director del área de entrenamiento del Centro de Entrenamiento y Nutrición CEND. Revisor de Tesis en la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE. Emprendedor de proyectos relacionados al deporte: Delta G Sistema, Power Gym, Fitness Portátil y Algo más que nutrición. Mr. México Juvenil absoluto 2008, entrenador y formador de nuevos atletas en el fisicoculturismo. Ponente en diferentes diplomados, cursos y congresos con temas relacionados al deporte.
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