
Por Prof. Rafael Adrián Suárez Cortés
La utilización del ejercicio físico como herramienta terapéutica tiene una historia que se remonta a miles de años atrás. Desde la antigüedad, diferentes culturas han reconocido los beneficios del movimiento y el ejercicio para la salud y la recuperación.
En las culturas mesoamericanas, el ejercicio físico tenía un papel muy importante como herramienta terapéutica, también en la vida cotidiana y espiritual. Aunque no existen registros detallados sobre programas de ejercicio como los conocemos hoy, sí sabemos que estas culturas, como los mayas, aztecas y zapotecas, valoraban el movimiento y el deporte por sus beneficios para la salud y el bienestar.
También se sabe que, en sus prácticas médicas y rituales, el movimiento y ciertos ejercicios formaban parte de tratamientos para aliviar dolencias o fortalecer el cuerpo, en un enfoque que combina lo físico con lo espiritual
La medicina tradicional mesoamericana integraba el ejercicio como una forma de equilibrar las energías del cuerpo y promover la salud, en estas culturas, el ejercicio físico no solo era una actividad recreativa o deportiva, sino que también funcionaba como una herramienta terapéutica para mantener la salud, fortalecer el cuerpo y apoyar procesos de sanación
Sin embargo, la formalización del uso del ejercicio en la terapia moderna comenzó a desarrollarse en el siglo XIX y principios del XX, con avances en fisioterapia y rehabilitación, actualmente es sin duda la rama de la fisioterapia que ocupa el mayor tiempo a los profesionales que llevan a cabo las técnicas de rehabilitación.
En la actualidad, el lenguaje de la Cultura Física Terapéutica, cambia constantemente, existen nuevas propuestas de terminología científica, que nos ayudan a adquirir con mayor facilidad el vocabulario de esta disciplina, ejemplo de esto es la denominada Cinesiterapia, vocablo que comenzó a usarse en el ámbito médico y fisioterapéutico en la segunda mitad del siglo XX.
Se popularizó para describir la terapia mediante el movimiento y el ejercicio como una disciplina formal dentro de la rehabilitación y la fisioterapia, diferenciándose de otros métodos por su enfoque en el movimiento activo y pasivo para mejorar la salud y recuperar funciones físicas.
Es una técnica terapéutica que utiliza el movimiento del cuerpo para promover la recuperación, mejorar la movilidad y aliviar el dolor. Esta disciplina que combina principios de fisioterapia, kinesiología y rehabilitación, se emplea en una amplia variedad de condiciones médicas y lesiones.
Consiste, enla realización de ejercicios específicos diseñados para fortalecer músculos, mejorar la flexibilidad, aumentar la resistencia y restaurar la función motriz. Estos ejercicios pueden ser realizados de forma pasiva, activa o resistida, dependiendo de las necesidades del paciente y del objetivo terapéutico.
Beneficios de la cinesiterapia
- Mejora de la movilidad y flexibilidad: Ayuda a mantener y recuperar la capacidad de mover las articulaciones y los músculos, especialmente después de lesiones o en procesos de rehabilitación.
- Fortalecimiento muscular: Contribuye a aumentar la fuerza y resistencia de los músculos, lo que puede prevenir lesiones y mejorar el rendimiento físico.
- Estimulación de la circulación sanguínea y linfática: Favorece el transporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos, además de facilitar la eliminación de desechos.
- Atenúa el dolor: Al fortalecer músculos y mejorar la movilidad, puede disminuir molestias y dolores asociados a lesiones o condiciones crónicas.
- Prevención de enfermedades: Promueve un estilo de vida activo, ayudando a prevenir problemas como la osteoporosis, la obesidad y enfermedades cardiovasculares.
- Mejora de la función respiratoria: Algunos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos respiratorios y mejorar la capacidad pulmonar.
- Rehabilitación efectiva: Es fundamental en la recuperación de lesiones musculo-esqueléticas, articulares y neurológicas.
Aplicaciones de la cinesiterapia
Rehabilitación postoperatoria; Tratamiento de lesiones musculoesqueléticas; Enfermedades neurológicas, como la parálisis cerebral o accidentes cerebrovasculares; Condiciones crónicas, como la artritis; programas de prevención y mantenimiento de la salud física.
Es fundamental que la cinesiterapia sea guiada por un fisioterapeuta o profesional capacitado, quien diseñará un programa personalizado acorde a las necesidades del paciente, asegurando una correcta ejecución y evitando posibles lesiones.
Lo que se debe tener en cuenta, es que de acuerdo con la patología el tratamiento cambia, así como también las repeticiones y el tipo de ejercicios.
El terapeuta o profesor de educación física especializado, deberá tener conocimientos además de anatomía, fisiología y de ejercicios terapéuticos, conocer los temas que vamos a platicar hoy.
La Cinesiterapia se sirve, predominantemente, de factores físicos, como la energía mecánica, el calor, el movimiento, el frío, las radiaciones de luz visibles o invisibles, así como numerosas y muy distintas formas de energía eléctrica con fines terapéuticos.
El principal campo de aplicación es el tratamiento de lesiones musculo esqueléticas, pero también se utiliza para mejorar la amplitud articular, lograr un aumento de oxígeno, mantener la generación constante de osteoblastos (importantes para la regeneración ósea), para fortalecer el tejido muscular, para mejorar el funcionamiento de los órganos y de las distintas articulaciones. Todos estos efectos se pueden ver gracias a la repetición continúa y progresiva de distintos ejercicios terapéuticos.
Dentro de las patologías neuromotoras, se encuentran las que presentan degeneración gradual de las neuronas motoras, ocasionando debilitamiento muscular a nivel general, tensión muscular, rigidez y contracciones musculares involuntarias.
Principios de la Cinesiterapia:
- Movilización activa: Promueve el movimiento voluntario del paciente para mantener o recuperar la movilidad de las articulaciones y músculos.
- Progresividad: Los ejercicios deben ir aumentando en intensidad y dificultad de manera gradual, según la capacidad del paciente, Debemos llevar una progresión, de lo más sencillo a lo más complejo tratando de que los movimientos se realicen en vinculación con la amplitud y la potencia de la rehabilitación.
- Individualización: Los programas de ejercicios se adaptan a las necesidades, condiciones y objetivos específicos de cada persona.
- Prevención: Además de tratar lesiones, busca prevenir futuras complicaciones o lesiones mediante la actividad física adecuada.
- Reeducación funcional: Ayudar a las personas a recuperar o mejorar su capacidad para realizar actividades diarias de manera eficiente y segura. Se centra en reentrenar el cuerpo para que vuelva a funcionar correctamente después de una lesión, enfermedad o discapacidad, mediante ejercicios y técnicas específicas. Es una especie de entrenamiento personalizado que busca que puedas volver a realizar tus tareas cotidianas con mayor comodidad y menos dolor.
- Control del dolor: La actividad física adecuada ayuda a reducir el dolor y la inflamación, promoviendo la recuperación, hay que evitar maniobras que desencadenan dolor, pues provocará fenómenos reflejos defensivos que alteran la eficacia del tratamiento, produciéndose además reacciones de rechazo que engendran tensiones musculares que, a su vez, dan origen a compensaciones que se oponen a la finalidad buscada.
Estos principios se enfocan en devolver al paciente a sus actividades cotidianas o laborales, mejorando su funcionalidad.
Progresión del tratamiento
La progresión del tratamiento debe controlar la intensidad, fuerza y el número de repeticiones, todo esto aplicado en función de la evolución del paciente, la finalidad de cualquier programa terapéutico en los que se utilicen ejercicios físicos, es lograr movimientos y funcionalidad asintomáticos.
Otro aspecto importante de la normatividad es que se debe evitar la intervención de músculos accesorios o que no realizan la acción, para no esconder la actividad que deseamos. En los ejercicios asistidos; se valorará la ayuda que se necesita para pasar a los ejercicios resistidos de forma paulatina.
Efectos fisiológicos del ejercicio;
Las contracciones del corazón, movilizan a la sangre por las arterias y venas, dependiendo de diferentes factores (edad, intensidad del ejercicio y condición física), al aumentar la circulación sanguínea, aumenta la temperatura corporal, y con esto, tu cuerpo responde de varias maneras para mantenerte en equilibrio, la principal es que tu cuerpo empieza a sudar para enfriarse, ya que la evaporación del sudor ayuda a reducir la temperatura de la piel y del cuerpo en general.
Además, los vasos sanguíneos cerca de la piel se dilatan para facilitar la pérdida de calor. Este proceso ayuda a evitar que te sobrecalientes y te permite seguir ejercitándote de manera segura.
También el ejercicio tiene varios efectos positivos sobre el sistema linfático, que es fundamental para la inmunidad y la eliminación de toxinas en nuestro cuerpo, durante la actividad física, la contracción de los músculos ayuda a impulsar la linfa a través de los vasos linfáticos, ya que la linfa no tiene un corazón que la bombee como la sangre.
La circulación linfática, ayuda a eliminar desechos, reducir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico. Además, el ejercicio regular puede mejorar la capacidad del sistema linfático para detectar y combatir infecciones, promoviendo una mejor salud general. En resumen, el ejercicio estimula el flujo linfático, contribuyendo a mantener nuestro cuerpo limpio y protegido.
Base científica de la Cinesiterapia: La carga de entrenamiento es el elemento que desencadena el proceso de adaptación. Una determinada carga (o estímulo) produce un desequilibrio o alteración de la homeostasis (equilibrio de nuestro organismo) que provoca una fatiga. El posterior descanso aporta una recuperación de la fatiga y nos da la oportunidad de utilizar nuevas cargas, estas determinadas por el volumen, la intensidad, la duración, las repeticiones y por la recuperación.
El ejercicio es irremplazable; sobre todo en las lesiones musculo-articulares.
Algunas intervenciones de la Cinesiterapia:
– En la higiene postural; Lordosis, cifosis y escoliosis.
– En el pie plano, cavo y valgo
– En las rodillas en varo y valgo.
Cinesiterapia en la Higiene postural: El objetivo de la higiene postural es mantener la correcta posición del cuerpo, en equilibrio o en movimiento y así evitar posibles lesiones aprendiendo a proteger principalmente la columna vertebral, al realizar las actividades diarias, evitando que se presenten dolores y disminuyendo el riesgo de lesiones.
Su tratamiento con ejercicios físicos nos otorga la metodología y la calidad para intervenir de manera correcta en la prevención y tratamiento de las desviaciones de la columna vertebral.
Podemos decir que la Cinesiterapia, es una disciplina que utiliza el movimiento físico para prevenir y promover la salud física y mental, con el objetivo de optimizar las capacidades físicas, fisiológicas, psicológicas y sociológicas de las personas y consiste en la aplicación de ejercicios físicos con objetivos profilácticos y medicinales para lograr un rápido y completo restablecimiento de la salud, de la capacidad de trabajo, estudio y la prevención de las consecuencias de los procesos
patológicos.
Los ejercicios físicos, que actúan sobre todo el organismo del paciente, representan el medio fundamental de la Cinesiterapia como método curativo.
Para administrar con eficiencia ejercicios terapéuticos, los terapeutas o
docentes especializados, deben tener conocimiento de los principios y efectos básicos del ejercicio sobre el sistema locomotor, neuromuscular, cardiovascular y respiratorio. Además, de poder realizar una evaluación funcional del usuario o paciente y conocer la vinculación entre la anatomía y la cinesiología, así como la comprensión del estado de la lesión, y del índice potencial de recuperación.
Son tareas indispensables para obtener buenos resultados en la utilización del ejercicio terapéutico; fijar objetivos específicos, valorar las estructuras y funciones afectadas, elegir los medios adecuados, los ejercicios físicos y tener el conocimiento de cómo actúan sobre el organismo del enfermo.
Antes de empezar todo tratamiento debe realizarse una cuidadosa valoración del estado del paciente, con lo que el fisioterapeuta o docente especializado se hallará en condiciones de establecer el tratamiento de acuerdo con las condiciones del paciente, sus posibilidades y sus incapacidades o limitaciones.
Rafael Adrián Suárez Cortés

Profesor de Educación Física con 42 años de trayectoria en los niveles básico, medio y superior. Egresado de la Escuela Nacional de Educación Física, cursó la Licenciatura en la ESEF y la Maestría en Desarrollo de la Motricidad Infantil en la Universidad de Puebla. Cuenta con diplomados y certificaciones en Cuba y Brasil en rehabilitación deportiva, masoterapia y cultura física terapéutica. Fue Director de la ESEF-CDMX y responsable de Educación Física en la DGSE. Reconocido con la Medalla Adolfo Pérez Acosta (FIEP), Premio Maestro Rafael Ramírez (SEP) y la Medalla Trascendencia WKS 2023, entre otros.
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