Por Lenia Ruvalcaba
Este no es texto para dar una formula milagrosa o darte la dieta que te hara bajar de peso mágicamente, solo quiero platicar un poco de mi experiencia como deportista y lo importante que ha sido alimentarme de manera adecuada para mi deporte y mi cuerpo.
En México se tiene una de las cocinas más ricas del mundo, lamentablemente las mayoría de las familias no cuenta con la economía suficiente sin contar que vivimos en una época donde la sobreinformación las confunde para dar una buena alimentación a sus hijos, lo cual he hecho que México se encuentre en los primeros puestos de obesidad infantil en el mundo.
Desde hace tiempo las redes sociales se han vuelto parte de nuestra vida cotidiana, nos refugiamos en ellas para conocer nuevas personas o estar tanto de gente que admiramos, nos motivamos y queremos ser como ellos, desde hace algunos meses con el inicio del confinamiento, esto se ha vuelto más común, y surgen por todos lados ideas milagrosas y dietas de famosos que nos harán ver como ellos si seguimos sus consejos.
Pero , que tan capacitados están la mayoría de estos líderes de opinión para hacer estas recomendaciones y en muchos casos definir una dieta o recetar productos ya sean suplementos alimenticios, vitaminas, proteínas etc. Desafortunadamente las personas no se dan cuenta del riesgo que corren, ya que a la mayoría de los blogueros les pagan por anunciar esos productos y las personas los consumen sin consultar a un especialista.
Me he encontrado con personas que toman pastillas milagrosas para bajar de peso, donde ellos están muy contentos porque bajan de peso sin dejar de comer lo que comían habitualmente. Productos milagrosos que prometen ser 100% naturales, pero que no cuentan con regulación alguna y que en muchos de los casos ocasionaran daños irreversibles a las personas que lo toman.
En mi caso el judo es un deporte donde se compite de acuerdo a una categoría de peso, he coincidido con muchos amigos y colegas que al principio o en los inicios de nuestra carrera deportiva, no había problemas en dar el peso, pero conforme fueron pasando los años el cuerpo cambia y es más complicado mantenerse en una categoría. Personalmente no siempre fui una persona disciplinada en mi alimentación, uno de mis placeres es la comida pero ese placer no se lleva del todo bien con mi desarrollo deportivo. Había competencias en las que llegaba muy desgastada por bajar de peso, la reacción de mi cuerpo no era la misma que cuando estaba hidratada y comía bien, eso sin contar el estrés y los nervios a los que me enfrentaba por ganar.
Con forme ha pasado el tiempo he aprendido a hacerme responsable de mi alimentación con la ayuda de profesionales de la nutrición que me han orientado para saber combinar los alimentos que me gustan con los que mi cuerpo necesita para alcanzar mejores niveles de rendimiento esto me ha ayudado a llegar mucho mejor a mis competencias. Me he dado cuenta de que este tipo de problemas lo padece la mayoría de las personas tanto deportistas como gente que no hace actividad física, ¿A cuántos de nosotros no nos daban de desayunar y cenar pan con leche? O ¿el refresco se volvió parte de nuestra dieta diaria? Así puedo hacer una lista muy larga de malos hábitos con los que crecimos y no queremos cambiar.
Como dije al principio este texto solo lo escribo las finalidad de crear un poco de consciencia sobre los hábitos alimenticios y a quien recurrimos para cambiar nuestra dieta, se que a muchas personas no les gusta hacer actividad física o su rutina diaria se los impide , pero creo que dentro de nuestras posibilidades podemos hacer conciencia y alimentarnos adecuadamente, sin necesidad de matarnos de hambre o de comer de mas. Simplemente comer lo que nuestro cuerpo necesita, comer lo que nos nutre y saber que los excesos tienen consecuencias en nuestra salud. Debemos enseñar a las nuevas generaciones a comer bien desde que son bebes y dejar de ver a la comida chatarra como premio, aprendamos a leer las etiquetas de los alimentos, informémonos sobre que esta bien y que está mal comer, las cantidades y sobre todo aprender a preparar nuestros alimentos de la manera más sana posible. Si logramos cambiar poco a poco nuestros hábitos, se verán progresos en nuestro físico y beneficios para nuestra salud.
Existen muchos tipos de dietas, vegetariana, detox, ketogenica etc… Ninguna es mágica y todas cuentan con características que debemos conocer de acuerdo a nuestros objetivos y nuestro tipo de cuerpo. Todos los cuerpos son diferentes y lo que le sirve a uno a ti probablemente puede que no te sirva. Evitemos creer en recetas milagrosas y trabajemos por nuestro bienestar. Los invito a informarse, a preguntar y sobre todo, a acudir con profesionales de la salud.
Lenia Fabiola Ruvalcaba Álvarez
Estudió la licenciatura en Cultura Física y Deportes en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud y de la Universidad de Guadalajara. Deportista mexicana especializada en Judo Adaptado. Es medallista paralímpica de plata en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008, y medallista paralímpica de oro en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
