Salud mental: el principio no negociable para alcanzar la excelencia deportiva

Por Azul Almazán

Lunes 16 de junio de 2025

En el deporte lo medimos todo: segundos que definen podios, centímetros que rompen récords, puntuaciones que crean leyendas. Sin embargo, durante años se mandó a un segundo plano una variable tan determinante como invisible, la salud mental de quienes entrenan, compiten y cargan muchas veces en silencio, con el peso de expectativas propias y las de todo un país.

Hoy mas que nunca, nos queda claro que ningún resultado, por más brillante que sea, justifica un entorno que fracture la mente o desgaste la dignidad de un atleta. La verdadera excelencia deportiva no se construye únicamente a partir de medallas, se edifica sobre bases firmes de confianza, acompañamiento, respeto y bienestar emocional sostenido.

Detrás de cada triunfo hay miles de horas de entrenamiento, pero también existe una montaña silenciosa de pensamientos, emociones y batallas internas que rara vez se visibilizan. Reconocerlo es vital para transformar la manera en que entrenadores, directivos, familias y la sociedad en general apoyan a quienes dedican su vida a la competencia de alto rendimiento.

Respetar las etapas formativas, priorizar la prevención de conductas inadecuadas y ofrecer herramientas de auto cuidado emocional, no deben ser vistos como privilegios ni concesiones, sino como responsabilidades éticas y estrategias inteligentes para garantizar que el deporte siga siendo un camino de crecimiento integral, y no una fábrica de heridas disfrazadas de gloria.

En los últimos años, se ha trabajado en la creación y fortalecimiento de protocolos, reglamentos y códigos de conducta específicamente adaptados a la naturaleza y esencia de cada disciplina y entidad deportiva. Estas herramientas buscan responder a las particularidades de cada deporte, institución y comunidad, atendiendo sus retos y contextos propios con rigor, empatía y un conocimiento profundo de su realidad cotidiana. Sin embargo, ningún documento normativo basta por sí solo. La verdadera transformación ocurre cuando estos lineamientos se aplican de forma responsable y coherente en la rutina diaria, cuando entrenadores y equipos multidisciplinarios se capacitan y se comprometen, cuando los directivos supervisan y asumen su responsabilidad, y cuando las familias acompañan con conciencia y respeto. Implementar una cultura del cuidado como base de la formación deportiva debe dejar de ser un ideal lejano para convertirse en una práctica obligatoria y cotidiana.

Este compromiso empieza con cada persona y se refuerza en cada espacio, en casa, cultivando valores y auto cuidado; en cada institución, formando seres humanos antes que campeones; y en cada área de entrenamiento, recordando que un atleta es, ante todo, un ser humano con derecho a ser escuchado, protegido y valorado más allá de sus resultados.

La responsabilidad de cambiar la cultura deportiva y priorizar la salud mental es colectiva. Ningún rol queda fuera: atletas, entrenadores, psicólogos, médicos, jueces, padres, directivos, periodistas y patrocinadores. Todos podemos y debemos contribuir a entornos más humanos, justos y sostenibles, donde el éxito no se pague con la salud emocional de quienes lo hacen posible.

Si realmente se aspira a que los deportistas alcancen la excelencia y la permanencia en el deporte sin perderse a sí mismos en el proceso, la salud mental no puede seguir siendo vista como un lujo opcional. Porque es, y debe seguir siendo, el principio no negociable de cualquier proyecto deportivo que pretenda honrar la vida y la dignidad de quienes le dan sentido: nuestros atletas mexicanos.

Azul Almazán

Finalista Olímpica en Sídney 2000, Licenciada en Comunicación y Producción de Medios, con un máster en Prevención de Lesiones Deportivas y pasante de un MBA. Es docente en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBAL, miembro de la Asociación de Olímpicos Mexicanos y presidenta de Respeto 360, organización que promueve entornos deportivos seguros y prioriza la salud mental de atletas y profesionales del deporte. Con mas de tres décadas de trayectoria en el alto rendimiento, ha desarrollado protocolos, reglamentos y programas de formación integral. Su liderazgo y visión la consolidan como una voz firme para transformar el deporte con respeto, resiliencia y dignidad humana.