Por José Ortega
“Nuestra obligación como entrenadores es tener este especial tacto con los jugadores en todo este proceso de selección…”
De todas las responsabilidades asociadas al entrenamiento y competencia, ninguna es más difícil ni temida por mí y supongo que también a todos mis colegas entrenadores, es el tener que elegir una convocatoria para un evento (torneo) importante. Seleccionar a 10 o 15 o más jugadores cuando tienes 20 o más en tu equipo, esta decisión sin lugar a dudas, a los entrenadores nos pone en un gran dilema. ¿Pero cómo tenemos que decirles a los niños o jóvenes que no son ellos los convocados en representar en esta ocasión a su academia, escuela o centro de formación de futbol, en vísperas del próximo torneo?
Como entrenador con casi dos décadas dedicadas a este hermoso deporte de los niños, es de suma importancia y a la vez, una difícil tarea el tener que elegir la lista de jugadores el día o los días previos de un importante evento.
Seleccionar quienes viajan y quien no; no es sumamente difícil para nosotros como entrenadores, pero si actuamos con ética y con una filosofía formativa integral, será mucho más fácil. Antes de anunciar una convocatoria de selección, previamente se debe hablar una o varias ocasiones con cada uno de los jugadores de manera informal durante las practicas previas a tal convocatoria, tratando de obtener información respecto a su posible selección interés o desinterés en su caso (lógico, eso nunca pasa aunque existen excepciones) y posterior implicación de viajar a dicho evento, por cuestiones escolares, sociales, familiares, etc.
Desde el otro lado de la moneda, es de vital importancia hablar con cada uno de ellos (jugadores) con quienes en esta ocasión no serán convocados preferentemente de forma individual evitando que se sientan desanimados, ya que no por ello dejan de seguir formando parte del equipo y que sin duda cuentan con un gran potencial y que los logros (así sean triunfos o derrotas) de tal selección, es también de ellos.
Nuestra obligación como entrenadores es tener este especial tacto con los jugadores en todo este proceso de selección y hacerles sentir que merecen nuestra gratitud y respeto dándoles las más sinceras gracias por su esfuerzo, dedicación y colaboración por pertenecer a nuestro equipo, ante su desencanto, por no ser agraciados en esta ocasión, y que comprendan que el proceso de selección ha sido muy difícil (siempre lo es).
Dirigirnos a nuestros jugadores con gran honestidad y dando una perfecta explicación del porqué no pueden viajar en esta ocasión con el equipo (p. ej.: su edad, su estilo de juego, inasistencias, promedios, comportamiento, la cantidad de compañeros, disciplina, etc.) y mencionarles que nos sentimos plenamente orgullosos de ellos y que seguirán formándose y entrenando integralmente hasta la próxima convocatoria.
Sin duda, esta situación nada fácil y que a todos nosotros como entrenadores seguramente no nos hecho ganar muchos afectos entre los niños y jóvenes, mucho menos entre madres y padres de familia debe ser lo más justa y responsable posible que disminuirán los conflictos y los desencantos que origina seleccionar a tu equipo.
Aprovecho para desearles un próspero y saludable año 2024 a todos y todas las lectoras que semana a semana se toman unos minutos para leer mi columna en este tan importante diario digital.