¿Funciona el programa de Activación Física Laboral promovido por CONADE en las oficinas de Gobierno?
Por Lic. Brenda Chávez Hernandéz
La Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), puso en marcha el programa “Activación Física Laboral” desde el año 2019 con el que se pretende “fomentar la práctica de activación física en oficinas de gobierno” con el objetivo de disminuir el sedentarismo, de acuerdo con el programa, los trabajadores al servicio del Estado deben hacer una pausa en su jornada laboral para dedicarla a la activación física; en 2019 la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) capacito a 83 trabajadores de 36 oficinas de gobierno para replicar el programa “Activación Física Laboral” en sus centros de trabajo, número insuficiente para cubrir todas y cada una de las oficinas de gobierno. Aunque el objetivo de esta iniciativa puede ser bueno, el hecho de que no exista la “obligatoriedad” para su implementación hace de este programa un rotundo fracaso, ya que los esfuerzos por disminuir el sedentarismo se ven limitados al existir resistencia por parte de los altos mandos de la administración pública Federal, estatal, municipal, alcaldías de la Ciudad de México y del sector privado, así como la falta de motivación por parte de los trabajadores.
La Secretaria de Educación Pública, implementa acciones para incrementar las prácticas regulares y sistemáticas de las actividades físicas y recreativas, mediante la Activación Física, es por ello que se han implementado las siguientes modalidades:
• Activación física Escolar
• Activación física Laboral
• Activación física en Tu Zona
• Activación física Masiva
Sin embargo, es muy común darnos cuenta que solo en algunas escuelas de educación básica se realizan rutinas de activación física de 15 a 20 minutos por día, gracias a que existen profesores de educación física que son quienes en la mayoría de las ocasiones tienen esta actividad a cargo, pero qué sucede en los planteles de educación media y superior, oficinas de gobierno Federal y oficinas de gobierno de la Ciudad de México, escuelas y empresas de iniciativa privada ¿cuentan con programas de activación física? Seguramente no, porque no es obligatorio.
Aunque la mayoría de las personas sabemos los enormes beneficios que conlleva la práctica del ejercicio físico planificado, vivimos en ambientes laborales con un alto grado de estrés, en donde no necesariamente existe un instructor para poder implementar una rutina, tampoco existen las condiciones para poder tomar esa posible “pausa” en la jornada laboral, las personas, a menudo, y sobre todo mujeres, no realizan una rutina de activación física o ejercicio en las oficinas debido a que no traen zapatos cómodos, su ropa tampoco es apropiada para flexionarse, agacharse o saltar, no desean estropear el maquillaje, no quieren realizar activación física por temor a la traspiración y seguramente la lista de motivos podría crecer aún más.
Considero importante que se abra paso al trabajo de la “motivación en los ambientes laborales”, el principal problema por el que el ser humano no realiza una u otra actividad se llama “desinterés” y en este sentido, para dejar de ser sedentario y tomar conciencia sobre la práctica sistemática de la actividad física se debe contar por un lado con el recurso de la obligatoriedad y por el otro la constante motivación, incentivos, programas de beneficios para dependencias que logren sostener durante todo un año la práctica cotidiana de activación física comprobable con sus trabajadores, incentivos a los trabajadores que se conviertan en instructores y responsables de la implementación del programa de activación física en sus centros de trabajo. Sin gente motivada, definitivamente ningún programa para reducir el sedentarismo tendrá éxito y es necesario al mismo tiempo hacerlo obligatorio; basta con ver el resultado cuando se impuso el uso del cinturón de seguridad para salvar nuestra vida al conducir, ahora nadie se sube a un vehículo sin abrochar el cinturón se creó conciencia y un hábito, otro ejemplo es cuando se implementó la prohibición de consumo de tabaco en espacios cerrados, ahora todas las personas que desean consumir un cigarrillo deben salir del establecimiento o de los centros de trabajo, lo cual quiere decir que mientras no se le dé la importancia y el peso que tiene en el ser humano la actividad física, aunque sea a través de la imposición, difícilmente tendremos resultados.
Lic. Brenda Chávez Hernández
Coordinadora de la Licenciatura en Ciencias del Deporte del Instituto Universitario AMERIKE. Graduada del Doctorado en Ciencias de la Educación por la Universidad Santander. Graduada de la Maestría en Educación Preescolar por la Universidad Santander. Especialidad en Gestión y Administración de instituciones por la Universidad Pedagógica Nacional. Licenciada en Educación por la Universidad Pedagógica Nacional. Graduada de la Licenciatura en Educación Física por la Escuela Superior de Educación Física. Cursando la Licenciatura en Derecho en la Universidad Latinoamericana