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El Deporte No Descansa
Por Geoffrey Recoder
El contacto físico en la enseñanza de la educación física y deportiva ha sido un tema de debate constante. Mientras algunos defienden su utilidad como herramienta pedagógica, otros advierten sobre los riesgos que implica en términos éticos, legales y psicológicos. Esta cuestión no solo se basa en la práctica educativa, sino en el marco normativo y social que la rodea.
La Ley General de Educación en México enfatiza la protección de la integridad física y emocional de los estudiantes. Aunque no prohíbe explícitamente el contacto físico entre docentes y alumnos, establece que toda interacción debe garantizar el respeto a la dignidad del educando. La Guía Operativa para la Organización y Funcionamiento de los Servicios de Educación Inicial, Básica, Especial y para Adultos en la Ciudad de México sigue la misma línea, haciendo énfasis en la importancia de ambientes escolares seguros y libres de cualquier forma de violencia.
En términos pedagógicos, el contacto físico ha sido utilizado como una herramienta para corregir posturas, mejorar técnicas y proporcionar apoyo en ejercicios específicos. En disciplinas como la gimnasia, la natación y las artes marciales, el contacto puede ser esencial para evitar lesiones o facilitar la ejecución de movimientos complejos. Investigaciones como la de “Incidencias de la conducta táctil como elemento no verbal de la comunicación en el aula” sugieren que el contacto físico adecuado puede fortalecer la comunicación no verbal y mejorar la confianza del estudiante en su aprendizaje.
Sin embargo, los riesgos asociados al contacto físico son innegables. En una época donde se han reforzado las políticas de prevención contra el abuso y el acoso, cualquier interacción puede ser malinterpretada, generando conflictos legales y administrativos para el docente. Casos de denuncias en el ámbito educativo han llevado a que muchos profesores opten por evitar cualquier tipo de contacto, aun cuando este pueda ser didácticamente justificado.
Además, desde una perspectiva psicológica, no todos los estudiantes se sienten cómodos con el contacto físico. Factores culturales, personales o experiencias previas pueden hacer que el estudiante perciba estas interacciones como invasivas, afectando su motivación y confianza en el entorno escolar.
El desafío, entonces, es encontrar un equilibrio. Los docentes de educación física y deportiva deben estar capacitados no solo en técnicas pedagógicas, sino también en estrategias de comunicación y normativas legales. La claridad en los protocolos de interacción, el consentimiento informado y la adopción de metodologías alternativas, como el modelado visual o el uso de herramientas didácticas, pueden ser soluciones efectivas para minimizar riesgos sin comprometer la calidad de la enseñanza.
En un contexto educativo en constante evolución, el debate sobre el contacto físico en el aula sigue abierto. Lo fundamental es garantizar que cualquier metodología empleada respete la integridad del estudiante y cumpla con los principios de seguridad, equidad y ética profesional. Tocar o no tocar ya no es solo una cuestión técnica, sino un reto para la enseñanza del siglo XXI.
EL DEPORTE NO DESCANSA
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Alfonso Geoffrey Recoder Renteral
Especialista en Gestión, Dirección y Administración en Cultura Física y Deporte. Doctor Honoris Causa. Posdoctorando en Derecho. Doctor en Ciencias de la Educación. Doctorante en Administración y Política Pública. Maestro en Gestión de Entidades Deportivas. Maestro en Administración. Maestro en Ciencias de la Educación con especialización en Gestión de Estudios Superiores. Maestrante en Ciencias del Deporte. Maestrante en Metodología del Entrenamiento Deportivo. Maestrante en Periodismo y Comunicación Deportiva. Licenciado en Educación Física. Licenciado en Derecho. Cursó el Seminario Sports Visitor Program: Enhancing the Paralympic Movement, United States Olympic & Paralympic Committee, Colorado Springs, USA. Cursó el Seminario Técnico–Metodológico para Directivos del Deporte de Alto Rendimiento en la Universidad de la Cultura Física y Deporte “Manuel Fajardo”, Cuba. Cursó el Seminario en Gestión de Entidades Deportivas en la Escuela Universitaria del Real Madrid, España. Cursó el Diplomado en Alta Dirección en el Deporte, por la Confederación Deportiva Mexicana.