Por Daniel Aceves Villagrán
El Consejo Mundial de Boxeo, World Boxing Council, por sus siglas en inglés (WBC), es un ente colectivo inteligente de carácter internacional dedicado al boxeo profesional. Creado un 14 de febrero de 1963, con la participación de 11 países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Argentina, Reino Unido, Francia, Filipinas, Panamá, Chile, Perú, Brasil, Venezuela y, por supuesto, México, idea original de don José Sulaimán Chagnón, precursor, junto con Adolfo López Mateos, presidente de México de ese entonces.
Hace unos días, con el liderazgo y talento de un líder global como lo es Mauricio Sulaimán Saldívar, se conmemoró el 60 aniversario de este organismo, que tiene como emblema el cinturón de campeonato verde y oro del WBC, que ostenta banderas de los 161 países miembros de la organización, la que cuenta con nueve órganos de gobierno regionales y un órgano de dirección, que tienen como propósito proteger la integridad de las boxeadoras y boxeadores, con énfasis en la equidad de género, así como de promotores, entrenadores y equipos multidisciplinarios que encuentran la viabilidad para los proyectos deportivos y comerciales a través de una de las disciplinas que han acompañado la historia de la humanidad. Hoy en día, los campeonatos tienen diversas denominaciones, como son: Silver, Diamante, Franquicia y Eterno, con el sustento de hacer una valoración a quienes, por diversos métodos, se hacen acreedores a estas distinciones. En esta disciplina, México se constituye como el segundo generador de campeones mundiales, sólo superado por Estados Unidos, y habrá que sumar que el boxeo olímpico mexicano ha aportado 13 medallas olímpicas: 2 de oro, 2 de plata y 9 de bronce; siendo la primera presea olímpica ganada por nuestro país la de Paco Cabañas, medalla de plata en Los Ángeles en 1932.
La movilidad social que otorga la práctica del deporte en términos generales y la del boxeo en particular ha sido tema de estudios sociológicos, políticos, culturales, económicos y cinematográficos, motivo por el cual el WBC tiene la vocación para contar con una prospectiva de futuro que incluya, entre otros aspectos, la permanente seguridad física, emocional, económica y jurídica de su comunidad, la defensa del boxeo olímpico para que se mantenga en el programa oficial de los Juegos Olímpicos, el revitalizar el trabajo social para la prevención de las adicciones, la cultura de autocuidado de la salud, la protección del medio ambiente, la generación de una cultura cívica de la paz y la promoción de los derechos humanos en todas sus formas y en todos los ángulos, una tarea indispensable será la lucha contra el dopaje y la prevención de la manipulación de las competencias, apostando también a la tecnología para poder determinar, junto con los réferis y jueces, a los ganadores de los combates en donde se disputen los diferentes títulos.
La constelación de estrellas del deporte, la cultura, el espectáculo, la ciencia, el arte, la política y el mundo empresarial tuvimos el encuentro destinado a una conmemoración que rescata el gran legado de don José Sulaimán, pero también el necesario pragmatismo para hacer valer el trascendental papel del deporte y la cultura física a favor de las mejores causas de la humanidad, rescatando aquellas tradiciones que nos han hermanado y que, ante el uso de las nuevas tecnologías y problemáticas que enfrenta México y el mundo por el uso y abuso de drogas ilícitas, de la crisis humanitaria de miles de migrantes y de la necesaria interrupción generacional de la pobreza, por lo que las lecciones de las grandes campeonas y campeones del deporte se constituyen como una revitalizante experiencia que debe de tener más proyectos que recuerdos.