Por el Dr. Ángel Fernando Rangel Munguía.
La genética parece desempeñar según datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) realizado por la Sociedad Española de Cardiología, el 39,3% y el 21,6% de los españoles de entre 25 y 64 años padecen sobrepeso y obesidad, respectivamente.
En 2007 se demostró que, además de factores ambientales, la genética desempeña un importante papel en la elevada incidencia de obesidad (1). Así, se observó que determinados polimorfismos (variantes) del gen asociado con la masa grasa y la obesidad (FTO, por sus siglas en inglés) incrementan en un 20-30% el riesgo de padecer obesidad. En la actualidad el 74% de los europeos y el 76% de los norteamericanos son portadores de una mutación en el gen FTO.
Tras el hallazgo de la relación entre el gen FTO y la obesidad, varios estudios hallaron que la actividad física podría atenuar el efecto del FTO sobre el peso corporal, mientras que otros fueron incapaces de replicar dicho resultado, dejando sin resolver si la actividad física reduciría el efecto del gen FTO sobre la obesidad y, en caso afirmativo, en qué medida.
Recientemente, un meta-análisis analizó la interacción entre el gen FTO y la actividad física con respecto a la obesidad (2). El estudio incluyó a 218.166 adultos pertenecientes a 45 estudios y 19.268 niños y adolescentes de 9 estudios.
Al combinar los datos de los 45 estudios en adultos, se confirmó que la actividad física atenúa el efecto de las variantes genéticas del FTO a nivel del porcentaje de grasa, del IMC y de la circunferencia de cintura, disminuyendo el riesgo de obesidad en un 30% en sujetos físicamente activos en comparación con los inactivos. Sin embargo, entre los niños y adolescentes no se encontró asociación entre los polimorfismos del FTO y la actividad física.
Estos resultados transmiten un importante mensaje de salud pública y es que, aunque la genética puede aumentar el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, la adopción de un estilo de vida activo parece minimizar los efectos de una alta predisposición genética.
Referencias:
Gerken, T., Girard, C. A., Tung, Y. C. L., Webby, C. J., Saudek, V., Hewitson, K. S., … & Galvanovskis, J. (2007). The obesity-associated FTO gene encodes a 2-oxoglutarate-dependent nucleic acid demethylase. Science, 318(5855), 1469-1472.
Kilpeläinen, T. O., Qi, L., Brage, S., Sharp, S. J., Sonestedt, E., Demerath, E., … & Holzapfel, C. (2011). Physical activity attenuates the influence of FTO variants on obesity risk: a meta-analysis of 218,166 adults and 19,268 children. PLoS Medicine, 8(11), e1001116.
Ángel Fernando Rangel Munguía
Médico Cirujano, por la UNAM e IMSS. Profesor de Educación Física, por la ENEF , en la SEP. Asesor Parlamentario en Salud y Seguridad Social durante 28 años.