julio 11, 2025

El Deporte No Descansa

Verdadero Análisis Deportivo

El Deporte Universitario en México: Un Llamado a la Unidad y la Transformación

Por Javier Martínez MEX

El deporte universitario en México se encuentra en una encrucijada, y la reciente fragmentación del CONDDE es más que una simple división; es una clara señal de alarma que exige una reconfiguración profunda y urgente. No podemos darnos el lujo de ver cómo el potencial de miles de atletas se diluye en disputas administrativas o en la falta de un rumbo estratégico. Es el momento decisivo lo para que los líderes de nuestras instituciones educativas y del ámbito deportivo nos unamos y construyamos un Nuevo Modelo de Deporte Universitario que beneficie a todos.

Actualmente, el sistema enfrenta desafíos significativos que limitan su verdadero potencial. Hablamos de una carencia de transparencia, disparidades abismales en los recursos y el apoyo a los atletas, y una estructura que no siempre fomenta el desarrollo integral de los estudiantes o la alta competencia que México necesita para destacar a nivel global. Esta realidad nos obliga a mirar más allá de las diferencias personales y a reconocer que el objetivo primordial es y debe ser el mismo: potenciar a nuestros estudiantes-deportistas. No solo como atletas de élite capaces de representar a nuestro país, sino como individuos íntegros, profesionales ejemplares y ciudadanos comprometidos con el futuro de México.

Un modelo ideal para el deporte universitario en México no puede ser una imposición externa, sino el resultado de un diálogo abierto, constructivo y colaborativo. Imaginemos un sistema donde la transparencia y la rendición de cuentas sean los pilares de cada decisión. Un modelo donde el bienestar académico del estudiante-atleta sea tan prioritario como su desempeño en la cancha, garantizando que su formación integral sea siempre lo primordial. Este nuevo esquema debe reconocer la vasta diversidad de nuestras universidades, estableciendo divisiones claras y justas basadas en criterios cuantificables como la capacidad de matrícula, el presupuesto específicamente dedicado al área deportiva, la calidad y disponibilidad de la infraestructura, y el nivel de apoyo integral que brindan a sus talentos. Esto significa ir más allá de lo básico, ofreciendo desde becas deportivas competitivas hasta hospedaje, alimentación adecuada y asesoría académica personalizada para asegurar que ningún atleta se quede atrás.

Visualicemos un sistema con ascensos y descensos meritocráticos, que motive la competencia e incentive la mejora continua en todas las instituciones, elevando así el nivel general del deporte universitario en el país. Este modelo debe ser lo suficientemente flexible e inclusivo para integrar a instituciones con recursos limitados o con fortalezas deportivas muy específicas, permitiéndoles competir y desarrollarse. Además, es fundamental abrir las puertas a atletas mexicanos de alto nivel que cursan sus estudios en el extranjero, aprovechando su experiencia internacional y el nivel de competencia al que están expuestos, e integrándolos activamente en nuestras selecciones nacionales.

La conformación de las selecciones nacionales universitarias debería ser el pináculo de este esfuerzo colectivo, con criterios transparentes para la selección de atletas y la designación de entrenadores, asegurando que solo los mejores representen a México en el escenario internacional. Y, por supuesto, todo este ambicioso entramado debería ser sostenido por un esquema de financiamiento equitativo y diferenciado, donde cada institución contribuya de forma justa según su capacidad y los beneficios que reciba de su participación.

La hora de las lamentaciones y las divisiones ha terminado. En este momento crucial, es tiempo de actuar. Hago un llamado urgente y sincero a todos los líderes involucrados en el deporte universitario: rectores, directores deportivos, entrenadores, ex-atletas y organismos gubernamentales. Sentémonos a la mesa con una visión compartida y la inquebrantable voluntad de construir. El futuro del deporte universitario en México, y con él, el de muchos de nuestros jóvenes, depende de nuestra capacidad para unirnos, innovar y, sobre todo, para poner al estudiante-atleta en el centro de cada una de nuestras decisiones. Transformemos esta crisis en la oportunidad sin precedentes que nuestro deporte y nuestros jóvenes merecen.

Teodoro Javier Martínez Torres MEX

Destacado conocedor del deporte, cuya formación obtuvo en la YMCA, UNAM y diversas instituciones. Posee una Maestría en Actividad Física, Entrenamiento y Gestión Deportiva. Su trayectoria en la Universidad Anáhuac México incluye roles como Director de Deportes y Fundador y Director de la Escuela de Ciencias del Deporte. Ha sido Presidente de la CONADEIP y Coordinador de la Región 6 del CONDDE, Comisionado Nacional Técnico de Tenis, representando a México en múltiples Universiadas Mundiales. Desde 2020, colabora en la Universidad Anáhuac Cancún, donde fundó la Escuela Internacional del Deporte y se desempeña como Delegado del Deporte.