Por Juan Carlos Escobar Alba
El Movimiento Olímpico es un fenómeno mayoritariamente exitoso, en sus múltiples procesos y particulares sucesos; ha logrado trascender gracias a un cúmulo de situaciones, circunstancias y decisiones que han sido estratégicamente comprendidas, aprovechadas y ejecutadas respectivamente por sus dirigentes, mismos que, con habilidad portentosa han cosechado el mencionado éxito hasta nuestros días de la empresa que por sus siglas conocemos como COI, Comité Olímpico Internacional. Sin lugar a duda, estos personajes que encabezaron su dirección han gozado y gozan de capacidades que cualquier estadista de categoría irrefutable podría envidiar, de no ser así, yo no podría emocionarme por la XXXIII Olimpiada que concluye con la inauguración de su magno evento, los Juegos Olímpicos de París 2024.
El desarrollo de este ensayo se organiza a partir de cinco cuestionamientos que podrían emular románticamente a los aros de la bandera olímpica, mismos que se entrelazan como las respuestas que he intentado construir, gracias a su carácter sistémico y complejo en el que convergen un sin fin de tópicos. Pero bien, para que esto no tenga más misticismo que la designación de una sede olímpica, pasemos a la acción.
Antecedentes introductorios
En la antigüedad, en el siglo VI antes de cristo, los griegos celebraban con fines atléticos, artísticos y religiosos los juegos panehelénicos, de esta forma lograban “ponerse en contacto directo con sus dioses y creencias”, y el cuerpo era un interlocutor a través del cual representaban significados, principalmente el de la belleza porque les acercaba a la verdad con todas la virtudes que ello implicaba, en consonancia al significado que Platón construyo de la estética.
Muchos siglos después, y gracias a su posición social privilegiada, el aristócrata Barón Pierre de Coubertin logró instaurar el Comité Olímpico Internacional hacia 1894 en París; con ello impulso los que hoy se denominan Juegos Olímpicos de la era moderna, realizándose su primera celebración en Atenas con poco más de 200 atletas que representaban a 14 países para el año 1896. Lo anterior fue el primer éxito de su empresa con base en grandes esfuerzos e influenciado por su educación y formación humanística. Él estaba fielmente convencido que el ejercicio físico y el deporte favorecían la educación y el desarrollo intelectual de la juventud, seguramente influenciado por esta corriente propia de la época en su elite social, me refiero al “cristianismo muscular” impulsado por la YMCA, y que probablemente introyecta gracias a sus viajes por Inglaterra.
De esta forma es que comienza una historia plagada de altibajos que obligaron al movimiento olímpico mantenerse en pie, y en sus principios, luchar más por no perecer.
¿El Movimiento Olímpico ha sido un fenómeno exitoso?
Independientemente de sus turbiedades puedo afirmar que para muchos sujetos e instituciones sí, pues independientemente de múltiples circunstancias se ha mantenido, renovado y fortalecido; olimpiada tras olimpiada, y juegos tras juegos celebrados, pues el Movimiento Olímpico ha logrado seguir avanzando basado sus criticables discursos, cuestionables acciones y legítimas victorias; al final, y en su formato más romántico los juegos permanecen hasta nuestros días representando utópicamente los ideales, valores y esperanza de la humanidad.
Es una realidad, que hasta hoy, cierto tipo de personas y algunas sociedades pueden encontrar en los Juegos Olímpicos un espacio -como entre paréntesis- para casi olvidar las guerras, las hambrunas, las violación a los derechos humanos, y otros males que nos aquejan como mundo, movilizados por el espíritu olímpico; aunque también me queda claro que hay personas y sociedades que ni siquiera se han enterado que en París se ha de celebrar la edición XXXIII de los Juegos Olímpicos de la era moderna, con todo y sus beneficios en temas de equidad, inclusión, sustentabilidad, sostenibilidad y otros indicadores de logro; es decir, no para todos y todas el movimiento olímpico tiene el mismo significado. También creo, que por muchos esfuerzos que se materialicen, el Movimiento Olímpico no será completamente exitoso sino hasta que el COI en conjunto con instituciones globales, gobiernos, personajes influyentes y la misma sociedad civil logren a través de múltiples manifestaciones de la cultura física que niñas, niños y juventudes se conviertan en personas adultas más educadas, más felices, más saludables y físicamente alfabetizadas desde el ejercicio de su corporeidad y motricidad como derecho.
El Movimiento Olímpico enfrenta más y profundos desafíos, en los que el deporte no debería de ser precisamente el fin, sino también un medio. El COI y las federaciones han velado históricamente por el deporte competitivo y los atletas de alto rendimiento, pero su compromiso social requiere ampliarse y democratizarse, de esa forma el Movimiento Olímpico podría ser considerado como INTEGRALMENTE exitoso, aunque a la vista de algunos económicamente resulte poco redituable.
¿Ante qué hechos ha logrado mantenerse con vida el Movimiento Olímpico?
Como se ha mencionado en los antecedentes introductorios, a finales del siglo XIX
Pierre de Coubertin obtuvo logros, y solamente pueden ser considerados como tal por las dificultades que enfrentó de inicio, entre otras razones, por el arraigo que la sociedad de su época tenía a partir de distintas manifestaciones de cultura física que no veían con buenos ojos la práctica deportiva, misma que no gozaba de popularidad en latitudes que no fueran el mundo anglosajón. El Movimiento Olímpico se encuentra ligado eminentemente a la práctica deportiva.
Pues bien, ha iniciado el siglo XX, el Movimiento Olímpico y la celebración de los juegos con carácter cuatrienal deberán superar múltiples hechos sociales y políticos, incluso sucesos que tienen su origen en fenómenos biológicos con impacto múltiple en el orden mundial.
Para 1908 los Juegos Olímpicos se celebrarían en Roma, pero dos años antes el Vesubio tuvo una de sus más grandes erupciones, esto generó un altísimo coste y el gobierno italiano admitió no estar en posibilidad de organizar la máxima justa liderada por el COI, quien en su empeño voltea para el norte de Europa y decide que Londres sería la sede en la que participaron 2008 atletas en 22 disciplinas deportivas; de esta forma el Movimiento Olímpico se preparaba para librar retos de mayor significado, aun sin saberlo.
Diez años después Berlín sería la sede de los VI Juegos Olímpicos, pero en 1914 una gran cantidad de países europeos eran parte de la primera guerra mundial; ante ello el COI tuvo que cancelar el evento después de valorar y echar por la borda la posibilidad de celebrar la justa en Estados Unidos aun cuando consideraba que era un territorio neutral. Este era el primer gran golpe en el siglo XX al COI con dicha cancelación, en cambio, el movimiento se mantuvo con vida y permitió que Amberes fuera sede de los Juegos Olímpicos de verano en 1920 y Chamoix de los primeros juegos de invierno en 1924.
Para 1936 Berlín es sede de los Juegos de la XI Olimpiada, y este suceso estuvo amenazado por el boicot que distintos países intentaron ante el descontento marcado por la instauración del tercer Reich en el país anfitrión. Los primeros logros deportivos en tierras germanas con un mensaje antirracista corrieron a cargo del atleta de raza negra Jesse Owens al colgarse 4 preseas doradas, por dicha proeza no solamente fue segregado por Adolfo Hitler, sino también por el gobierno de su país. En este sentido, el Movimiento Olímpico triunfó gracias a los valores de un deportista y no de los dirigentes políticos de dos países que años después serían antagónicos en el contexto de la II Guerra Mundial. ¿En qué medida el Movimiento Olímpico sobrevivió por las alianzas del COI con Adolfo Hitler y los intereses que representaba?
La década de los cuarenta fue completamente caótica, estalla la segunda guerra mundial y los juegos de verano de Helsinki 1940 y Londres 1944 fueron cancelados, igualmente los de invierno en Cortina d’Ampezzo en el último año referido. Fue una docena de años los que el COI no pudo concretar justas deportivas, y a pesar de ello mantuvo con vida el Movimiento Olímpico, y para 1948 Londres se convirtió en sede olímpica. Medio siglo posterior a la creación del COI y ante las adversidades el Movimiento Olímpico seguía en pie, ¿Cómo lo logro?
Finalmente concluye la última guerra mundial, y posterior a ello existe un reordenamiento global que da como resultado una nueva confrontación entre dos naciones potencialmente poderosas, y que a golpe de billetes y diversas conquistas pretenden hacerse del control; de esta forma se declara el comienzo de la Guerra Fría, y derivan una serie de descontentos por parte de países emergentes, principalmente en el continente africano y asiático. De esta manera el Movimiento Olímpico se encuentra frente a un nuevo reto que le implicaba equilibrar las disputas entre países del primer mundo vs aquellos considerados del tercero, y dentro de los cuáles México figura para organizar la XIX olimpiada con resultados muy interesantes posterior al acontecer de los Games of the New Emerging Forces (GANEFO) en 1963 y 1967.
De igual forma, el Movimiento Olímpico ha superado sucesos internos como la pugna entre el amateurismo y el profesionalismo de los deportistas y otros asuntos como el tratamiento de lo político y racial desde lo deportivo, sin dejar de lado las estrategias antidopaje que tanto han machado los Juegos Olímpicos.
Otros sucesos relevantes que ha logrado rebasar el Movimiento Olímpico es el boicot recíproco entre la extinta URRS y los EUA en los juegos olímpicos de 1980 y 1984 de forma respectiva, esto a consecuencia de la guerra fría entre ambas potencias.
Más en la actualidad, otro reto que se resolvió favorablemente fue la celebración de los juegos olímpicos de Tokio 2020 en el contexto de la ultima gran pandemia mundial provocada por el virus SARS-CoV-2. Por lo anterior he de afirmar que el Movimiento Olímpico frente a distintas adversidades se ha mantenido y fortalecido, aunque los desafíos siguen siendo profundos para considerar que sus logros tienen un impacto integral en nuestra sociedad.
¿Qué personajes han sido la clave para que el movimiento olímpico trascienda en el tiempo?
Sin lugar a duda, nombres como el del Barón Pierre de Coubertin quien impulso y consolido el movimiento olímpico en sus inicios merece principal reconocimiento, de igual forma, aun con su cuestionable personalidad y ciertas determinaciones, Avery Brundage dio realce al movimiento que bastante lastimado resurgió de la segunda guerra mundial, además de transitar la agitada década de los sesenta; por supuesto Morris Killanin que en el periodo más crítico de la guerra fría y los boicots pudo mantener el movimiento y los juegos a flote; de igual forma, José Antonio Samaranch quien se encargó de liderar nuevos logros mucho más centrados en el desarrollo social a través de los Juegos Olímpicos, y que decir de los Roge y Bach, que han intentado combatir los males que aquejan a nuestra sociedad y el deporte como la inequidad, la exclusión y el impacto ambiental, entre otros no menos importantes como la competencia desleal a través del dopaje.
¿Qué decisiones podrían haber sido cruciales para que el movimiento olímpico se fortaleciera en tiempos de crisis mundial? y ¿Qué talentos ha demostrado el COI como empresa para legitimarse a través de la celebración de su magno evento?
Considero que las decisiones que tuvo que tomar el COI a través de sus dirigentes y que fueron cruciales para que el Movimiento Olímpico se mantenga vivo y con alto grado de vigencia hasta nuestros días se relaciona con la determinación de Pierre de Coubertin de lograr que los juegos olímpicos fueran una justa mundial que permitiera a las naciones vincularse y hermanarse a través de sus valores para enaltecer las virtudes y facultades humanas que nos convierten en precisamente en eso, humanos practicando deporte. Considero que la determinación de las dirigencias del COI por mantenerse en vida como organización mundial frente a los acontecimientos bélicos de mayor relevancia global fue una extraordinaria decisión, pues ayudaron a salir de la profunda crisis existencial que quizá un sector de la población mundial pudo experimentar, es decir, el deporte como un medio que ayuda a transformar las situaciones más adversas que como humanidad podamos vivir, sobre todo en el contexto de la post guerra. Otra buena decisión y gran talento puede ser que el COI a través de los valores que representa el Movimiento Olímpico pudo sentar en la misma mesa a la URRS y los EUA, que finalmente han logrado participar conjuntamente sin boicot en la justa deportiva más importante a nivel mundial, y que si bien, las tensiones no hay sido del todo resueltas, el deporte es un espacio de convivencia neutral en el que pueden coexistir.
Finalmente, creo que el gran talento del COI, es poder identificar, comprender, aprovechar y capitalizar las adversidades que la dinámica global le ha presentado en formato de retos y desafíos que involucran sistémica y complejamente hechos y fenómenos políticos, sociales, económicos y ambientales, de tal modo que hasta hoy le permiten presentarse como una de las pocas alternativas que cada cuatro años le recuerda a la humanidad sus valores más profundos a través de la realización de los Juegos, y si bien, los logros a titulo personal no los considero de impacto integral, vale la pena seguir creyendo en el Movimiento Olímpico, pero sobre todo en las personas que lo construimos por confiar en nosotros mismos a través del deporte, muy a pesar de los países, organismos o sujetos que no representan los ideales más puros del olimpismo.