ABANDÉRATE POR MÉXICO
Carlos Monsiváis decía: “Vengo de la nada y llegaré hasta donde alcance”. México está viviendo, como nación global, problemas locales que afectan sentidamente no sólo el ámbito sanitario, económico, político y social, sino también, de manera muy particular, invade la esfera del individuo en sí, de la sique colectiva que, ante lo inédito que es enfrentar la pandemia y la consecuente sindemia que el covid-19 origina, lo que algunos han llamado un humor social desafortunado en términos de motivación y de esperanza.
Todos los indicadores traducen una serie de dificultades que empiezan a fortalecer la hipótesis del incremento en la pobreza moderada y extrema, la multiplicación del desempleo y el incremento de la espiral de violencia y de inseguridad, que ya de por sí son de las principales preocupaciones y angustias en todo el país.
No obstante, la pregunta recurrente estriba en el qué puedo hacer yo, creo que, en principio, buscar no ser parte de la estadística de alguno de los males que nos aquejan, como, por ejemplo, ser un difunto o un contagiado más, un afectado por la violencia criminal y también económica o, en otro caso, mantener el empleo, la escuela o el proyecto del cual formaba parte antes de que iniciara la pesadilla de los patógenos.
En este contexto, hay esfuerzos, como el que realiza la Fundación Alfredo Harp Helú para el Deporte, asociando programas, como el Semáforo Deportivo, que en su código cromático implementa la prevención de adicciones en color rojo, la cultura de autocuidado de la salud, en amarillo, y el fomento de una cultura de la paz, en color verde. Y que incorpora el programa Abandérate por México, el cual tiene como objetivo promover, a través de diversos símbolos, como el patrio, y los que dan sustento a las causas enarboladas representadas en banderas y que se portan como un elemento simbólico de esperanza y cohesión social.
La sociedad poscovid-19 enfrenta una nueva realidad que está ya impactada, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), por un aumento en las adicciones de alcohol, tabaco y drogas ilícitas, así como por un incremento del 75% respecto a la inactividad física en las personas. Este sedentarismo agrava las enfermedades no transmisibles y que son parte de la explicación del alto índice de letalidad del coronavirus.
La encuesta realizada por el INSP refiere una muestra nacional de adultos mexicanos en la que las características de salud, seguridad alimentaria, diversidad de la dieta y factores asociados ante la dinámica epidémica del covid-19 se vuelven una radiografía de aquello que tendremos que transformar a fin de darle viabilidad a una sociedad, en donde las enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes, hipertensión, obesidad, cardiopatías y cánceres, entre otras, determinarán el problema de la salud pública, que será piedra angular de la viabilidad de México.
Esencial
Daniel Aceves Villagrán
danielacevesv@yahoo.com.mx
