
Dr. Héctor Manuel Icaza Campa
PARTE UNO.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de presentar nuestro más reciente libro que lleva por título el mismo de esta columna: La Ciencia de la Educación Física y que aborda en cuatro capítulos los resultados de nuestra investigación que nos permiten afirmar que, efectivamente, la Educación Física es una ciencia y para ello, en el segundo capítulo se hace referencia a que uno de los criterios para considerar a un cuerpo de conocimientos como ciencia, que posea un objeto de estudio propio; y, es precisamente este punto el que abordaremos a continuación en una pequeña síntesis de lo que fue nuestro trabajo doctoral acerca del objeto de estudio de la Educación Física y que posteriormente se reelaboró como un libro que publicamos.
El Objeto de Estudio de la Educación Física
Sabemos que una de los criterios fundamentales para la ciencia, es contar con un objeto de estudio propio. Y en este sentido, se dice que toda disciplina científica cuenta con un objeto material y un objeto formal. Por lo que, el objeto material significa el tema general de una ciencia y que puede – o de hecho lo hace – ser compartido por otras ciencias (ejemplo: La anatomía, la fisiología, la biomecánica, la psicología, estudian al ser humano al igual que la educación física); en tanto que el objeto formal significa el aspecto o ángulo especial que define una ciencia desde el cual estudiar a ese objeto material.
La Educación Física coincide parcialmente con la anatomía, la fisiología, la biomecánica y la psicología en su objeto material, pero se distingue de todas ellas por su objeto formal, tal como explicaremos a continuación.
La educación física tiene como tema general u objeto material al ser humano en movimiento (cuyas cualidades inherentes le son su cuerpo y su capacidad de movimiento); es decir, la serie de manifestaciones del ser humano en esta capacidad de moverse y expresarse a través y con su cuerpo.
Interesan especialmente aquellas manifestaciones que entrañan un cierto enigma o paradoja, tales como el fenómeno del hecho educativo (que a fin de cuentas es un conocimiento científico), los juicios de valor que se emiten sobre este, la libertad para expresarlos y realizarlos, los de la comunicación interpersonal entre compañeros y entre maestro y alumno, entro otros muchos.
Ahora bien, la descripción del hecho educativo podría tener un carácter meramente narrativo, que no es propio de una ciencia. Anécdotas, cualidades y mitos constituyen también elementos de este hecho; pero en tanto permanezcan en ese nivel empírico, carentes de estructura, todavía no pertenecen a un cuerpo propiamente científico.
Pero, cuando se hace alusión al hecho educativo, encontrando aporías o contradicciones en este y ser analizadas con detenimiento riguroso y sistemático, se podrá encontrar en él, una estructura, un orden, una sistematización y una lógica, es en ese momento que empieza a adquirir su carácter de científico.
El conocimiento en la educación física no es una simple relación entre sujeto y objeto como en las ciencias empíricas, sino que es mucho más complejo ya que la relación que se establece en el hecho educativo es una relación interpersonal, es decir una relación sujeto-sujeto, lo cual lo hace ser diferente de la relación sujeto-objeto tradicional de aquellas ciencias, por este motivo, en el hecho educativo, el conocimiento es de otra naturaleza, donde no se trata solamente de manipular u observar al sujeto, sino de interactuar con él, considerando en ello su subjetividad, su dignidad como persona, lo cual implica una forma muy diferente no de crear el conocimiento, sino de compartirlo, de acompañar al otro en su adquisición y vivencia del mismo.
Por otro lado, es posible analizar esta situación desde otra perspectiva distinta. Cuando ponemos en la ecuación a un objeto formal como tal y no al sujeto que se está educando, ya que en la educación física esto es posible toda vez que esa es su realidad, el interactuar con otros sujetos, pero, a través de un elemento mediador (nuestro objeto formal) que, en este caso ese objeto formal para nosotros es el Ejercicio Físico. Y con esto, entonces se tiene la posibilidad de enfocar la atención y análisis a ese objeto y sí, manipularlo, experimentar con él, observarlo, modificarlo. De aquí resulta o surgen algunas interrogantes: ¿Cómo es posible que este objeto sea asimilado y unificado por el sujeto, cuando- después de todo-, el objeto mantiene una diferencia con el sujeto, es parte de él (pues es el sujeto el que se ejercita), pero a la vez, conserva sus propiedades como objeto independiente del sujeto?
Para ello, fue necesario hacer un análisis epistemológico y sociohistórico acerca de lo que es el ejercicio, y posteriormente llegar a la síntesis que permitió concluir que, efectivamente, el Ejercicio Físico reúne las cualidades o propiedades que permiten considerarlo como el objeto formal de la EF.
¿Qué hay en el Ejercicio Físico que le posibilita considerarlo como el objeto formal de la EF, a pesar de la oposición que pueda o haya surgido en su contra?…
Lo que se encontró al respecto de las características o cualidades del ejercicio físico para considerarlo como el objeto formal de la Educación Física, son las siguientes:
De acuerdo con Barriga y Henríquez (2003), para la construcción del objeto de estudio se debe de responder a cuatro preguntas que se presentan como núcleo de la ciencia a partir de las cuales se puede desarrollar el proceso investigativo y que para el propósito de establecer una relación del objeto de estudio en la Educación Física, las respuestas a las 4 preguntas, indican, de forma transparente, la manera en que se construyó nuestro objeto de estudio: El Ejercicio Físico
Las preguntas en cuestión son: ¿QUÉ SABEMOS?
Sabemos que la Educación Física (EF) es una ciencia pedagógica de tipo teórico-práctica que se encarga del estudio de las diversas formas del Ejercicio Físico practicado por los seres humanos en lo relativo a su capacidad de desarrollo físico-motor como una forma de contribuir a su formación o educación integral, entendiendo por ello a la posibilidad de intervención en todas y cada uno de las dimensiones o componentes que la constituyen, a saber: intelectuales, afectivos, físicos, psicológicos, sociales, actitudinales y ecológicos y, que además, se le considera como unidad o totalidad, sin embargo esto no implica negar su naturaleza física en cuanto a que es un ser biológico que es y posee un cuerpo y una capacidad de movimiento que lo hacen o denominan como “hombre semoviente” o como la persona con la capacidad de movimiento, en donde se considera al Ejercicio Físico como la forma específica y concreta de manifestarse.
¿CÓMO LLEGAMOS A SABERLO?
Sabemos que la EF es una ciencia de tipo teórico- práctica porque a lo largo de la historia y evolución de la humanidad (y dentro de esta a la creación de la cultura y la educación como su agente principal de transmisión y desarrollo), la Educación Física ha venido evolucionando de forma paralela, e incluso, puede afirmarse como lo cita Nóvikov (1977), que gracias a la EF la humanidad ha alcanzado el nivel de desarrollo que actualmente posee. De igual forma lo hizo Lesgaft (1930), al señalar el origen de la EF., como una forma evolutiva del ser humano a través del Ejercicio.
¿CÓMO SE EXPLICA O INTERPRETA ESTO?
La explicación que se da al respecto es precisamente el cuerpo de conocimientos que hoy constituye la Teoría y Metodología de la Educación Física, misma que se ha venido construyendo durante todo este proceso histórico-evolutivo de la propia humanidad y consecuentemente de la EF.
¿QUÉ SUPUESTOS HAY DETRÁS DE ESTO?
En primer lugar, está el supuesto de que la EF es una dimensión de la Educación Integral que ha venido evolucionando a lo largo de la historia de la humanidad y dentro de esta, al surgimiento – como se anotó líneas arriba –, de la cultura como una producción o creación de los seres humanos y a la educación como la forma específica o agente de aculturación de los grupos sociales a quienes se les forma en este proceso educativo.
En segundo lugar, que la EF se ha constituido como un corpus teórico específico, gracias a los avances y producciones en este campo de la educación que tienen ya una tradición formal de más de siglo y medio, durante lo cual se ha acumulado tal cantidad de conocimientos y experiencias al respecto que ha permitido ordenar y sistematizar tales saberes en lo que se conoce hoy como una teoría propia de esta disciplina.
En tercer lugar, los aportes que desde otras ciencias se han obtenido en beneficio de la EF, le han permitido a esta desarrollarse hasta alcanzar su nicho propio; es decir, construir su propio objeto de estudio, su campo disciplinario, su cuerpo de conocimientos, su propia metodología y campo de intervención más allá de toda duda.
La Ciencia de la Educación Física

Dr. Héctor Manuel Icaza Campa
Dr. en Ciencias del Deporte. Maestro en Educación. Maestría en Teoría del Entrenamiento en Moscú, Rusia. Especialidad en Educación Deportiva y Prácticas para la salud. Profesor y Lic. en Educación Física. Entrenador de Levantamiento de pesas y atletismo. Fue Subdirector Académico de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos. Catedrático de la ESEF México, por 30 años. Profesor por horas en la Universidad de Colima. Metodólogo del Deporte en el Instituto Colimense del Deporte. Creador de la Licenciatura en Entrenamiento Deportivo de la Universidad José Martí en Colima. Presidente del Colegio Colimense de Profesionales de la Educación Física. Autor del Manual para la elaboración de planes de entrenamiento Autor del Libro del Profesor de Educación Física. Autor del Libro Filosofía de la Educación Física. Autor del Libro Propuesta de un Modelo de Educación Física con Enfoque Formativo y Orientado a la Salud. Autor del Libro Manual de Levantamiento de Pesas.