NATACIÓN, BENEFICIOS EN LA DISCAPACIDAD INTELECTUAL (SEGUNDA PARTE)

admin-xtnegocio

Escrito por: LEF. DEL OLMO PADILLA ALMA DELIA

Los defensores a ultranza del modelo biológico, y por ende del papel jugado por las variables fisiológicas, sostienen que en muchos trastornos denominados funcionales, como los trastornos de ansiedad, depresión y esquizofrenia, se han descubierto disfunciones orgánicas en el cerebro. Los biologistas han llegado a estas conclusiones gracias a los avances en la investigación sobre las sustancias psicotrópicas. Los estudios sobre el efecto que las drogas tienen en el cerebro han contribuido a que se conozca mejor su funcionamiento, sobre todo en relación a los trastornos mentales que responden positivamente a ciertos psicofármacos (Hollister y Csernansky, 1990). 

De esta forma, sabemos que las alteraciones en la actividad de los diversos neurotransmisores pueden asociarse a diferentes trastornos mentales. Los trastornos de ansiedad, por ejemplo, han sido relacionados con una actividad insuficiente del neurotransmisor llamado ácido gamma aminobutírico (gamma aminobutyric acid, GABA) (Braestrup, Schmiechen, Neef, Nielson y Petersen, 1982; Costa, 1983); la esquizofrenia, con una excesiva actividad dopaminérgica (Angrist, Lee y Gershon, 1974; Sandín, 1984; Snyder, 1981); y la depresión, con un déficit en la actividad de las catecolaminas y la serotonina (Siever, Davis y Gorman, 1991; Sandín, 1986; Schildkraut, 1965). 

En su ambición explicativa más extrema parece hipotetizar que toda la conducta humana puede explicarse en términos biológicos y, por tanto, que todo problema psicológico puede ser tratado mediante técnicas biológicas. Este reduccionismo puede limitar más que potenciar nuestro conocimiento del comportamiento anormal y, en especial, de las psicopatologías. Aunque es cierto que los procesos biológicos afectan a nuestros pensamientos y emociones, también lo es que ellos mismos están influenciados por variables psicológicas y sociales. (Belloch, Sandín & Ramos, 2008, p. 57).

La depresión mayor, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el trastorno de pánico, el trastorno esquizomorfo, síndrome orgánico, autismo o síndrome de Asperger, son algunos de los trastornos psíquicos que se presentan por el comportamiento adaptativo (posiblemente permanente) y cuyo diagnóstico se establece sobre la base de la existencia de una serie de síntomas («criterios de diagnóstico»). Sin embargo, resulta cuanto menos problemático reducir el diagnóstico a un mero “etiquetado”, ya que a veces este procedimiento ha resultado ser contraproducente. 

Si bien el diagnóstico se ha basado con frecuencia, siguiendo este modelo, en criterios etiológicos, actualmente se tiende a evitar la implicación de asunciones teóricas, empleándose con preferencia criterios puramente descriptivos (sintomáticos), tal y como lo establece el manual y diagnóstico de trastornos mentales; el DSM 5, cuyo diagnóstico es válido siempre y cuando es realizado por Especialistas y Profesionales en el estudio de la mente.

Si bien es cierto, suele ser más relevante explicar la discapacidad intelectual exclusivamente en las variables biológicas; sin embargo, la DI se expresa en la relación como en el entorno. Por tanto, depende tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que tiene alrededor. 

Es así como se relaciona al deporte en estudiantes con DI; ya que, da una sensación de placer y relajación, entre otros motivos porque activa las llamadas «hormonas de la felicidad». Así, está demostrado que activa la segregación de dopamina, serotonina y endorfinas, responsables de la sensación de bienestar. Es un efecto inmediato, que percibimos inmediatamente tras realizar deporte. Pero durante años muchos expertos se han planteado si el deporte puede servir también como tratamiento para la depresión. 

Referencias Bibliográficas

  • Belloch, A. Sandín, B. & Ramos, F. (2008). Manual de Psicopatología. Bases Biológicas de la Conducta Anormal. Edición Revisada. España: McGraw-Hill.
Next Post

NADA CON SENTIDO

Cómo crear un grupo de natación para ciegos y débiles visuales sin tener alumnos (Parte 2) Por Mtra. Nut Hernández Después de cuatro años consecutivos de trabajo e investigación observando de cerca a los niños y jóvenes que llegaban a nadar, los jóvenes (de 14 a 23 años) que llegaron […]