SALTA A LA CANASTA

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Por Juan Carlos Mercado

El basquetbol es uno de los deportes más populares en el mundo, su aceptación creció de manera exponencial durante las décadas de los años ochentas y noventas del siglo pasado. Este año, el interés en este impresionante juego se maximizó gracias a la aparición del documental que relata la historia de aquellos tiempos y del que para muchos es el mejor equipo de basquetbol que ha existido de la mano del ídolo de muchas generaciones Michael Jordan.

Durante este verano y derivado del confinamiento que afectó a todo el planeta tuve la oportunidad de prescribir entrenamiento individual a un basquetbolista juvenil de un prestigioso Instituto Tecnológico cuya sede principal se ubica al norte del país y que se encuentra en transición al deporte universitario. Fue una experiencia bastante grata, ya que se trata de un deportista muy disciplinado, que ama su deporte, que tiene muchos deseos de entender su proceso de entrenamiento y seguir triunfando, lo que me llevó a redactar la presente columna acerca del movimiento más importante y característico del baloncesto; el salto. 

Un basquetbolista salta para disparar de media y larga distancia, realizar una entrada a la canasta, ganar un rebote, para bloquear un disparo, entre otras acciones fundamentales. En un estudio se muestra que los basquetbolistas estudiados, todos ellos, menores de 19 años tienen una media de frecuencia de salto de 44 ejecuciones por partido (Abdelkrim, 2007), desafortunadamente no se indican las características de los saltos. Sin embargo, este no deja de ser un dato relevante que permite junto con algunos otros datos, desarrollar un plan adecuado que permita mejorar esta capacidad.

Actualmente en internet, sobre todo en video, existen distintas y múltiples rutinas que suponen mejorar la capacidad de salto. Sin embargo, en muchas de ellas podemos encontrar una enorme cantidad de repeticiones de saltos verticales sobre cajón, caídas desde el cajón y multisaltos donde no se mide de manera adecuada el volumen de estos y por lo tanto tampoco se controla. El volumen de saltos de manera general se mide por el número de veces que los pies entran en contacto con el suelo. El no controlar el número de contactos al día y a la semana es un camino seguro hacia las lesiones de rodilla por sobre uso (Boyle, 2017).

Diferentes autores recomiendan números diferentes de contactos por sesión: Yendo desde 80 en deportistas sin experiencia, hasta 140 en deportistas de nivel avanzado (Haff, 2017); otro texto nos indica 100 contactos, pero los clasifica por semana  (Boyle, 2017).

En un estudio de entrenamiento pliométrico para básquetbol (Gleddie, 1996) se logró que los atletas incrementaran significativamente su rendimiento en los saltos verticales en un promedio de 2.14 cm y destacando que algunos incrementaron la altura del salto vertical en hasta 5 cm. El estudio indica que se realizaron 13 sesiones durante 14 semanas y recomienda que en general en una sesión de entrenamiento pliométrico se deberían combinar 3 a 5 ejercicios en 3 a 10 series de 4 a 10 repeticiones, lo cual resulta en un total de 100 a 200 contactos por sesión, esto permite concluir que las mejoras en la capacidad salto no se dan por la enorme cantidad de repeticiones sino por la adecuada programación basada en el análisis del juego y la calidad de ejecución de cada ejercicio.

Por todo lo anterior, es importante entrenar bajo un programa concreto y bien estructurado. Cada vez que el cuerpo se somete a cargas de ejercicio físico la salud está en juego, y las mejoras y adaptaciones solo se consiguen bajo los estímulos correctos, respetando la fisiología del cuerpo humano. 

Trabajos citados

Abdelkrim, B. (2007). Time-motion analysis and physiological data of elite under-19-year-old basketball players during competition. British Journal of Sports Medicine,.

Boyle, M. (2017). El entrenamiento funcional aplicado a los deportes. Madrid;: Ediciones Tutor.

Gleddie, K. M. (1996). Entrenamiento pliométrico para el Básquetbol. Publice.

Haff, G. (2017). Principios del entrenamiento de la fuerza y del acondicionamiento físico. Barcelona;: Paidotribo.

Juan Carlos Mercado Arroyo

Maestrante en Ciencias del Deporte en la ENED sede León, Gto.
Entrenador de Taekwondo en Guerreros Aztecas Tkd A.C.
Miembro activo de la Asociación Guanajuatense de Taekwondo A.C. y la Federación Mexicana de Taekwondo A.C.
Asesor deportivo y preparador físico independiente.
Docente en nivel superior.

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