Medicina del Deporte No Descansa en una Vida Sana y Feliz

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El uso de cubre bocas y la relación social en situaciones de aislamiento

Dr. Antonio Eugenio Rivera Cisneros MD, PhD.

Decano de Ciencias de la Salud, Universidad del Fútbol y Deporte, Investigador Instituto de Medicina regenerativa

Te veo pero no. Esta sensación frecuentemente prevalece en situaciones de aislamiento, como el periodo actual.  El uso de las máscaras o cubre bocas alteran la conexión y comunicación humana ya que la gesticulación, el tono de la voz o la dirección de los ojos en primates como el humano, pueden interrumpir nuestra capacidad de comunicarnos y conectarnos. Pero hay formas de superar las desventajas en un periodo como esta pandemia.

Estudios pioneros de la década de los 60, desarrollados por un psicólogo llamado Albert Mehrabian de  UCLA (Universidad de California en Los Angeles) indagó sobre técnicas para  catalogar y cuantificar la importancia de las palabras habladas, el tono de voz, la postura, los gestos, las expresiones faciales y otras formas verbales y verbales y de la comunicación no verbal.

Su pregunta central fue: ¿en qué confían más las personas cuando intentan entenderse? Su conclusión contraria a lo esperado,  fue que las cosas que dice una persona parecen tener menos importancia que la forma en que esa persona actúa, señala, gesticula y expresa la emoción de lo que dice.

“Un gran porcentaje de la comunicación es no verbal”, coincide Mark Frank de la Universidad de Buffalo en Nueva York. Cualquiera que haya enviado un mensaje de texto o correo electrónico que fue mal interpretado, es porque no tiene la oportunidad de ver el rostro o el lenguaje corporal de la persona que recibe el mensaje.  “Aún si te expresas mal, pero ves una sonrisa en el rostro, puedes percibir que es una broma”

En estos días, la presencia o ausencia de la sonrisa es lo más importante para el ser humano, particularmente cuando las circunstancias son adversas,  En respuesta a Covid-19, las máscaras ahora son obligatorias ahora, como una medida de prevención e higiene. En consecuencia la comunicación humana se altera. 

 Las mascarillas ocultan lo que las palabras no pueden decir

Si bien los implementos que cubren la cara en estos tiempos salvan vidas, también crean desafíos y fricciones sociales. “Las palabras solas no son suficientes para comunicar nuestras actitudes, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y todo lo demás que es importante para crear lazos sociales y emocionales entre las personas”, señala  David Matsumoto, en la Universidad Estatal de San Francisco. Este autor denomina a todos los diferentes tipos de intercambio verbal y no verbal el “paquete de comunicación total”, y dice que las todo lo que cubra nuestra cara,  pueden impedir más elementos de comunicación de lo que la mayoría de la gente supone. “Hay algunas emociones que se expresan únicamente en la parte inferior de la cara”, explica. El asco y el desprecio son dos ejemplos.

La pérdida de esas emociones en los espacios públicos probablemente no sea un gran problema. Para Matsumoto la “sonrisa social”, como el tipo de sonrisa fugaz que le envías a un vecino cuando pasas por la calle, o le ofreces a la persona que paga en la tienda de comestibles, es una forma de acercamiento social. Engrasa los rieles de la cortesía. 

Frank también enfatiza la importancia de la sonrisa social, especialmente en un momento en que Covid-19 deja a la mayoría de las personas aisladas y con ansiedad.  “Cuando pasas junto a alguien o tienes una interacción donde no puede ver esa sonrisa debido a una máscara, estás perdiendo algo que transmite a otras personas que eres amigable, educado y accesible”.

La investigación en ciencias de la salud respalda este hecho. En 2013, se efectuó un estudio en un entorno hospitalario y se encontró que los pacientes percibían que los médicos que usaban implementos en su cara eran menos atentos y empáticos. En un momento de preocupación y tensión generalizadas, ocultar las sonrisas sociales detrás de las máscaras puede contribuir a sentimientos de peligro, aislamiento o paranoia.

¿Cómo nos afecta?

Las máscaras pueden presentar otros peligros más agudos. De acuerdo a Matsumoto,  “Digamos que estás pasando por un guardia de seguridad en una tienda o hablando con un policía”, “Estas son situaciones en las que conocer las intenciones es extremadamente importante y la falta de comunicación íntegra tiene consecuencias”. En estos escenarios, pequeños malentendidos pueden conducir a altercados de vida o muerte. En algunos grupos humanos, la presencia de una persona con la cara cubierta puede dar la sensación de peligro

Las máscaras también pueden fomentar malentendidos. Según Frith de la Universidad de Londres “Todos usamos la lectura de labios sin darnos cuenta”, las personas pueden malinterpretar lo que otros dicen si no pueden ver la boca de la gente moviéndose mientras hablan.  Esto es especialmente cierto para aquellos que tienen problemas de audición: un grupo que ya está en riesgo de enojo y depresión como resultado de su condición sensorial, y para quienes las máscaras podrían exacerbar estos desafíos.

Las máscaras pueden impedir más elementos de comunicación de lo que la mayoría de la gente supone. “Hay algunas emociones que se expresan únicamente en la parte inferior de la cara”.

Una posible solución: usar más gestos

Firth insiste en que los ojos y las cejas son muy importantes para la comunicación no verbal. Tener especial cuidado al mirar a alguien mientras habla con él ayuda a reducir las probabilidades de un malentendido o falta de comunicación.

Hay otras formas de compensar cualquier déficit de comunicación relacionado con la máscara. “Usa más gestos”, aconseja Matsumoto. El uso de ademanes en las manos, los pulgares hacia arriba, movimientos de cabeza, ente otros, refuerza lo que está diciendo y, por lo tanto, puede mejorar las probabilidades de que usted y con quien esté hablando permanezcan en la misma sintonía comunicativa. Se gana más en favor de la comunicación humana si utilizamos otros recursos de nuestra filogenia.

Finalmente, no es una mala idea inyectar un poco de diversión en  de tu implemento facial. Con una máscara con cara sonriente, un mensaje inspirador o el logotipo de tu equipo de fútbol favorito es solo otra forma no verbal de comunicarte con los demás y hacerles saber que no estás dejando que una situación difícil te desanime.

“Creo que en algunos casos la máscara podría ser una especie de vínculo común”, agrega. ¿Y sabes qué? Estoy de acuerdo finalmente todos usamos  “Estás usando una máscara y yo estoy usando una máscara. Estamos en esto juntos.” Somos una especie humana en la que nos estamos reconociendo nuevamente.

ANTONIO EUGENIO RIVERA CISNEROS MD, PhD.

MEDICO-CIRUJANO, UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO. MAESTRIA EN
CIENCIAS MEDICAS, UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO. ESPECIALIDAD EN
FISIOLOGIA HUMANA, UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO. DOCTORADO EN
CIENCIAS MEDICAS, UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO. ESPECIALIDAD EN
PROGRAMACION NEUROLINGUISTICA, CENTRO MEXICANO DE NEUROLINGUISTICA. MAESTRIA EN EDUCACION, UNIVERSIDAD IBEROAMERICAN. ESPECIALIDAD EN GESTION Y LIDERAZGO, INSTITUTO DE ORGANIZACIÓN UNIVERSITARIA INTERAMERICANA. CERTIFICACIÓN EN CONSEJO NACIONAL DE ESPECIALIDAD MEDICA DE MEDICINA DEL DEPORTE. MIEMBRO DE NUMERO ACADEMIA MEXICANA DE CIRUGÍA, SILLÓN MEDICINA DEL DEPORTE.

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