Por : Daniel Aceves Villagrán
Un día como hoy, pero de 1894, el barón Pierre de Coubertin fundó los Juegos Olímpicos modernos y el pentatlón moderno, así como el Comité Olímpico Internacional (COI). Han transcurrido 129 años y el Movimiento Olímpico se constituyó como una filosofía basada en los valores universales, partiendo de símbolos que identifican a los Juegos Olímpicos y de las bases del olimpismo e inspirado en los juegos modernos y de la antigüedad.
Coubertin decía: “El futuro de nuestra civilización no reposa sobre cimientos económicos o políticos, sino que depende únicamente de la orientación de la educación”, en este contexto, el olimpismo es una filosofía de vida que exalta y combina, en un conjunto armónico, las cualidades del cuerpo, la voluntad y la mente. Al asociar el deporte con la cultura y la educación, el olimpismo propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo, la responsabilidad social y el respeto por los principios éticos fundamentales universales.
El objetivo del olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armonioso del ser humano, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana. El Movimiento Olímpico es la acción concertada, organizada, universal y permanente ejercida bajo la autoridad suprema del COI, incluyendo a personas y entidades inspiradas por los valores del olimpismo; se extiende a los cinco continentes y alcanza su punto culminante en la reunión de los atletas del mundo en el gran festival del deporte que son los Juegos Olímpicos; su símbolo está constituido por los cinco anillos entrelazados.
La práctica deportiva es un derecho humano, toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio. Como el deporte es una actividad que forma parte de la sociedad, las organizaciones deportivas en el seno del Movimiento Olímpico tendrán los derechos y obligaciones de autonomía, que consisten en controlar y establecer libremente las normas del deporte, la estructura y gobernanza de sus organizaciones, disfrutar del derecho a elecciones libres de toda influencia externa y la responsabilidad de garantizar la aplicación de los principios de buena gobernanza.
El disfrute de los derechos y libertades establecidos en la Carta Olímpica debe garantizarse sin ningún tipo de discriminación, ya sea por raza, género, orientación sexual, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, riqueza, nacimiento u otra condición.La pertenencia al Movimiento Olímpico exige ajustarse a la Carta Olímpica y contar con el reconocimiento del COI; los valores fundamentales del olimpismo son la excelencia, el respeto y la amistad. México ha sido un gran protagonista de esta historia, al haber obtenido 73 medallas olímpicas, 13 de oro, 24 de plata y 36 de bronce, y haber sido la primera sede latinoamericana en México 1968, así como haber generado en su siglo de pertenencia al COI un sinnúmero de aportaciones humanas, técnicas, culturales, históricas y deportivas.