
Por Prof. Rafael Adrián Suárez Cortés MEX
El concepto del “segundo corazón” en relación con el músculo sóleo, no es un descubrimiento científico formal, sino más bien una metáfora que se ha popularizado para describir la importancia del este músculo en la circulación y en la función del sistema cardiovascular.
El corazón bombea sangre oxigenada a todo el cuerpo, pero la sangre desoxigenada necesita regresar al corazón y a los pulmones para volver a oxigenarse. Las venas tienen válvulas que ayudan a dirigir la sangre hacia arriba, el movimiento más importante es el de los músculos de la pantorrilla, especialmente el sóleo, que ayuda a comprimir las venas, facilitando este retorno venoso.
Ahora se entiende porque este concepto ha sido utilizado para resaltar, cómo el sóleo actúa como un “segundo corazón”.
EL MÚSCULO SÓLEO
El sóleo, es un órgano polifacético que despierta interés en la comunidad científica debido a su papel crucial en la circulación sanguínea y su impacto en nuestra capacidad para estar de pie y caminar. Este músculo, que contiene importantes venas en su interior, tiene una gran capacidad para ayudar a impulsar la sangre de vuelta al corazón durante la actividad física, especialmente al caminar.
Cuando el SÓLEO se contrae durante la actividad física, comprime las venas que pasan por su interior, ayudando así a bombear la sangre de las piernas de vuelta hacia el corazón. Este proceso contrarresta el efecto de la gravedad, que tiende a acumular sangre en las extremidades inferiores, especialmente en las pantorrillas y los pies.
Este valioso músculo, forma parte del tríceps sural, junto con los músculos gastrocnemios (gemelos) y el plantar delgado. El tríceps sural se encuentra en la parte posterior de la pierna, formando la pantorrilla. El sóleo es un músculo ancho y grueso que se sitúa profundo al gastrocnemio.
Es distinguido por su gran tamaño y masa muscular, principalmente compuesto por tejido muscular puro y con menor cantidad de tejido conectivo en comparación con otros músculos. Su composición incluye fibras musculares de contracción lenta, lo que le confiere resistencia y la capacidad de generar energía de manera eficiente durante largos periodos de tiempo sin fatigarse.
Sus características principales son las siguientes:
Ubicación: Se encuentra en la parte profunda de la pantorrilla, debajo del gastrocnemio o gemelo.
Forma: Tiene forma de banda o cinturón, largo y plano.
Función: Su principal función es la flexión plantar del pie, es decir, ayuda a empujar el pie hacia abajo, como cuando te pones de puntillas o corres.
Origen: Se origina en la cabeza y la cara posterior de la tibia y en la cabeza de peroné o fíbula.
Inserción: Se inserta en el tendón de Aquiles, que a su vez se conecta al calcáneo (hueso del talón).
Tipo de músculo: Es un músculo de tipo esquelético, voluntario, y trabaja principalmente en actividades de resistencia y estabilidad.
Importancia: Es fundamental para caminar, correr y mantener el equilibrio en posición de pie.
Importancia del “segundo corazón”
Mejora la circulación:
El movimiento de las piernas, especialmente al caminar, activa el “segundo corazón” y ayuda a bombear la sangre de regreso al corazón.
Previene problemas circulatorios:
Un “segundo corazón” fuerte y activo, ayuda a prevenir problemas como varices, hinchazón en pies y tobillos, y sensación de pesadez en las piernas.
Contribuye a la salud general:
Un buen funcionamiento del “segundo corazón” está relacionado con una mejor salud metabólica, reduce el riesgo de enfermedades y puede mejorar la salud mental.
En los últimos cinco años, se han incrementado los estudios que exploran la relación del musculo soleo y el retorno sanguíneo al corazón, el Dr. Marc Hamilton, profesor e investigador de Salud y Rendimiento Humano de la Universidad de Houston, publicó en la revista “Science” que el sóleo presenta una anatomía especial que incluye grandes venas dentro del músculo. Estas venas se comprimen durante la contracción muscular, permitiendo que se llenen y vacíen de sangre de manera rítmica con cada paso. Este proceso forma parte de la “bomba poplítea”, un sistema que contribuye activamente al retorno venoso hacia el corazón.
Básicamente, con cada paso que das estás impulsando la sangre que está en tus piernas de vuelta al corazón. Este sistema, que además incluye varias venas del pie y de los músculos gemelos, se conoce como la bomba poplítea.
El sóleo, a menudo subestimado, desempeña un papel esencial en nuestra capacidad para movernos y mantener una buena circulación sanguínea. Su estructura única y su función como “segundo corazón” lo convierten en un músculo digno de atención y cuidado para promover un estilo de vida activo y saludable a lo largo de la vida.
El movimiento muscular de las piernas es el factor fundamental que provoca en gran medida el flujo de retorno de la sangre venosa desde los miembros inferiores al corazón. De entre toda nuestra musculatura de las piernas, principalmente esta musculatura recibe el nombre de Bombas impulso-aspirativas de los miembros inferiores.
Otro médico especialista el Dr. Madhu Salvaji del “The heart specialists Group” en Nueva Jersey EU, certificado en Cardiología, Cardiología Intervencionista, Medicina Interna, Ecocardiografía, Cardiología Nuclear y Medicina Endovascular, con formación avanzada en Angioplastia, afirma que el cuerpo tiene aproximadamente 96.000 kilómetros de vasos sanguíneos, el corazón late aproximadamente 100.000 veces al día, bombeando 8.900 litros de sangre, una persona promedio da aproximadamente 9.000 pasos al día.
También afirma, que existen dos sistemas venosos en las piernas: el sistema profundo y el sistema superficial. Las venas del sistema profundo son de gran diámetro y se sitúan cerca del hueso, rodeadas de músculo. Las venas del sistema superficial se ubican en el tejido adiposo subcutáneo y a veces son visibles. Estos dos sistemas se unen, uno en la ingle y el otro detrás de la rodilla y se juntan a través de una serie de venas conectoras llamadas perforantes.
Una vez que se inicia la circulación de retorno, el latido del corazón llega muy atenuado, y no es estímulo suficiente para que la sangre arterial circule de vuelta hacia el corazón, el segundo corazón o bomba muscular de la pantorrilla, es el encargado de estimular para que nuestra circulación arterial circule de retorno, por las vías citadas anteriormente.
Una actividad cotidiana habitual (pasear, hacer tareas en casa, trabajar o practicar algún deporte recreativo), generará el movimiento de las piernas y será estímulo suficiente para garantizar una buena circulación de retorno.
Las personas con una movilidad reducida, ya sea por problemas de salud, lesión, hospitalización o vida sedentaria excesiva, necesitan hacer de forma específica gran cantidad de ejercicios que activen esta musculatura o aumentan de forma exponencial el riesgo de sufrir síntomas como hormigueos, hinchazón, piernas cansadas, enfermedades relacionadas con el mal retorno venoso, como trombosis y favorece otros problemas como varices o insuficiencia venosa crónica, entre otras.
Este músculo, es muy importante para la flexión plantar del pie (mover el pie hacia abajo) y para la estabilidad de la pierna al estar de pie. También contribuye a la acción de caminar y correr. La densidad de sus fibras hace que tenga una capacidad energética muchísimo mayor que otros órganos del cuerpo, incluyendo algunos conocidos como “vitales”.
Rutina general para fortalecer el sóleo
Calentamiento (5 minutos)
Caminata suave en el lugar o en una caminadora, levantando las rodillas ligeramente.
Movilidad articular: rotaciones de tobillos en ambas direcciones, 10 veces por pie.
1. Elevaciones de talones sentado
Posición: Sentado en una silla con los pies planos en el suelo.
Ejercicio: Levanta los talones manteniendo los dedos de los pies en contacto con el suelo, sostén unos segundos y baja lentamente.
Repeticiones: 3 series de 15 repeticiones.
2. Elevaciones de talones de pie
Posición: De pie, con los pies separados con la anchura de las caderas.
Ejercicio: Levántate lentamente sobre las puntas de los pies, sostén unos segundos y baja con control.
Repeticiones: 3 series de 12-15 repeticiones.
3. Elevaciones en escalón
Posición: De pie en un escalón o plataforma, con los talones colgando.
Ejercicio: Levántate sobre las puntas de los pies, sostén unos segundos y baja lentamente por debajo del nivel del escalón.
Repeticiones: 3 series de 12 repeticiones.
4. Estiramiento del sóleo
Posición: Con una pierna adelante y la otra atrás, ambas con rodillas ligeramente flexionadas, talones en el suelo.
Ejercicio: Inclínate hacia adelante para sentir el estiramiento en la pantorrilla. Mantén 20-30 segundos y repite 2 veces por pierna.
Consejos adicionales: La utilización de medias elásticas en las piernas son muy útiles para mejorar la circulación sanguínea. Su función principal es comprimir suavemente las piernas, lo que ayuda a que la sangre fluya de manera más eficiente de regreso al corazón. Esto puede ser especialmente beneficioso si pasas mucho tiempo de pie, si tienes problemas de circulación, o si estás en recuperación después de una cirugía. Además, pueden reducir la hinchazón, prevenir varices y aliviar molestias relacionadas con la mala circulación.
Es recomendable realizar ejercicios de respiración y relajación al final de la rutina de ejercicios. Realiza los ejercicios lentamente y con control.
Usa una silla o una pared para mantener el equilibrio y evitar caídas. Mantén una respiración constante durante toda la rutina. Sí sientes dolor o mareo, detente y descansa.

Profesor de Educación Física con 42 años de trayectoria en los niveles básico, medio y superior. Egresado de la Escuela Nacional de Educación Física, cursó la Licenciatura en la ESEF y la Maestría en Desarrollo de la Motricidad Infantil en la Universidad de Puebla. Cuenta con diplomados y certificaciones en Cuba y Brasil en rehabilitación deportiva, masoterapia y cultura física terapéutica. Fue Director de la ESEF-CDMX y responsable de Educación Física en la DGSE. Reconocido con la Medalla Adolfo Pérez Acosta (FIEP), Premio Maestro Rafael Ramírez (SEP) y la Medalla Trascendencia WKS 2023, entre otros.
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