
Por Diego Martínez
Hace años era común ver goleadas de escándalo de las grandes potencias de la CONCACAF, como México o Estados Unidos, a escuadras como Haití, Curazao, Republica Dominicana, entre otras.
No obstante, tras el sufrido 3-2 de la selección contra la selección dominicana hubo mucha crítica por la “pena” de sacar un resultado pidiendo la hora contra una selección de este nivel. No me haré al tonto a señalar que México debió ganar con mayor facilidad, pero pensar en resultados como victorias por 5 o 6 goles tampoco era realista, ya no son selecciones amateurs como hace tiempo.
Países como Curazao o Surinam han aprovechado sus jugadores con doble nacionalidad neerlandesa para constituir equipos conformados por jugadores de la Eredivise, Jamaica en menor nivel hace lo mismo con ingleses, aquí destacan el delantero Michail Antonio y los extremos Demarai Gray o Leon Bailey, los 3 con experiencia en la Premier.
Otros países como la misma Republica Dominicana o Guatemala han optado por proyectos deportivos a largo plazos, mismos han tenido frutos; recordemos que México no fue a los últimos Juegos Olímpicos al perder contra Guatemala y los chapines se quedaron con las ganas ante los dominicanos, algo han de estar haciendo bien.
El mejor ejemplo es Panamá, selección goleada a por montones en el hexagonal de 2006 y que no llegó a esta ronda en 2010, su proyecto se quedó a las puertas del mundial de 2014 y tuvo éxito en el proceso rumbo a Rusia, pese a quedar fuera de Qatar, la selección canalera continuó trabajando (ahora en rejuvenecer la plantilla) y en la actualidad es la carta más fuerte de Centroamérica y CONCACAF a clasificar al próximo mundial, sin contar que han sido finalistas de la pasada Nations League y Copa Oro por encima de Estados Unidos, además de eliminar a esta selección en la Copa América y meterse a cuartos de final.
Que no se nos haga raro que cada vez los juegos contra estas islas o países centroamericanos y del Caribe sean más complicados, no por la displicencia mexicana; sino porque ellos ya juegan… y unos juegan muy bien.
Diego Cesar Martínez Vera

Licenciado en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, estudiante de la Maestría en Periodismo Deportivo. Un pambolero amante de más deportes con gusto en contar historias y dar su opinión, me encanta combinar un estilo periodístico con momentos de reflexión.
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