Por Miguel Lara
La lectura va mas allá de una renuncia o de que alguna otra ciudad los quiera. Pasa por decisiones y tendencias populistas que están viendo que el deporte es capaz de unir a la gente y a los pueblos y eso no lo quieren ver. Petro es un populista que no cree en las dinámicas deportivas porque significan desarrollar negocios por los privados neoliberales. Por lo tanto el tema de pago pasa por una negligencia, planeada para que el pueblo no se una, sólo que los populistas, no hacen cálculos políticos en torno al deporte como si lo hicieron los soviéticos, por ejemplo en 1980 donde el eje deportivo sostenía una guerra fría.
Hoy en la era de los excesos, del caos, en la era en donde el todo no es demasiado, los populistas no quieren entender la importancia del deporte como factor de inversión, competencia, detonador de industrias como la inmobiliaria, la turística, la automotriz, el comercio y desarrollo de infraestructura. A los populistas todo les parece “caro” porque no tienen idea de como invertir recursos para mejorar a mediano y largo plazo la infraestructura y desarrollo del deporte colombiano, así como la detonación de economías. Los populistas no planean porque quieren resolver de inmediato las cosas, además en medio de la pandemia de ansiedad más grande de la historia humana. Lo de Barranquilla pasa por decisiones políticas, no por negligencia, sino que obedece a otros factores de control.
Barranquilla es la ciudad con mayor desarrollo inmobiliario del país. Con una generación de empleos de más de 23% por encima de la media nacional. Es la puerta de entrada del turismo internacional junto con Cartagena de Indias y Antioquia. Es una ciudad que aumentó sus frecuencias de vuelos internacionales directos a USA, Canadá Europa y México, con aportes al deporte colombiano como infraestructura deportiva moderna debido a que organizaron los Juegos Centroamericanos en el 2018 y pese, también, a que el ex presidente Juan Manuel Santos había negado recursos para ese evento cuando Alejandro Char era Gobernador del Departamento de Magdalena-Atlántico donde se encuentra Barranquilla.
Siguiendo un poco el elemento de pirámide invertida, los Juegos de Barranquilla, siempre estuvieron en peligro, un antecedente histórico es que Colombia ha sido el único país en el mundo que renunció a un Mega-evento Deportivo como el Mundial del 86, otro antecedente no menor, es que nunca han tenido voluntad política ni asignación presupuestal para construir el metro de Bogotá, por ejemplo, y eso se atribuye también a gobiernos “neoliberales”. Hoy la organización está en manos de quienes los presupuestos solo los asignan para efectos políticos y nada está por encima de eso.
Samuel Martínez en su artículo “Mega eventos Deportivos en América Latina: implicaciones Mega-eventos deportivos en América Latina: implicaciones, características y tendencias. ¿Los gobiernos deben seguir apoyando económicamente su realización? Señala: “Ahora, desde un punto de vista estrictamente empresarial y de la óptica de las relaciones públicas, resulta oportuno considerar que el término evento casi siempre se presenta para potenciar un determinado producto/servicio o fortalecer una determinada idea o marca. Es decir, en el campo de las empresas y sus publirrelacionistas al evento se le concibe como un acto mercadotécnico que se usa para dar a los clientes o consumidores una experiencia o una oportunidad de acercamiento directo a una marca determinada”, pero con seis elecciones presidenciales en América Latina y 40 en el mundo, y el populismo y la derecha peleando cada voto de la población, los mega-eventos deportivos pueden ser un modelo de desarrollo e inversión o imagen, o definitivamente un evento de control desde el presupuesto. El mapa político será más diverso entre gobiernos de centro derecha y de “izquierda”, más la elección estadounidense que influirá definitivamente en la región, más el escenario bélico que hoy predomina en el mundo, sumado a que la IA y el desarrollo de la algoritimia impide a la gente pensar más allá de su celular.
Los legados e impactos de los mega-eventos son importantes, legados en infraestructura e impactos en lo político y en lo económico como pasó recientemente en Santiago, que se traduce no sólo en una mejor infraestructura deportiva, sino que hay un desarrollo inmobiliario alrededor de las instalaciones panamericanas.
En fin, es lo que les quiero compartir el día de hoy no pensemos solo en incompetencia o negligencia, es que el deporte se convierte en carne de cañon, mientras incluso muchos pueblos tengan que ceder derechos democráticos, como por ejemplo dictadura por paz, en el Salvador, o inversiones por permisos inmobiliarios como en Barranquilla. Lo de Petro es un modelo de política populista que ya afectó a los Juegos Panamericanos.
Saludos
Miguel Lara
