- Los frutos de la disciplina son mediatos. Los efectos de la indisciplina son inmediatos.
Los resultados que se obtienen al ser disciplinados se verán a largo plazo, a diferencia de aquellos actos de indisciplina, que se reflejan enseguida de cometerlos. Las cosas fáciles se lograr rápidamente, las difíciles no se logran en el momento, esto se refleja en la frase Cuesta más construir, que destruir.
La disciplina efectivamente es la llave para lograr objetivos, pero esta actúa a largo plazo a base de constancia. Para obtener resultados, se requiere de disciplina y tiempo, pero es fácil mermar el rendimiento deportivo con la falta de entrenamiento o el desarrollo de hábitos poco saludables.
La disciplina requiere de constancia, sin ésta no se encontrarán resultados favorables, motivo por el cual los resultados se verán a un mediano o largo plazo, en ningún escenario de manera inmediata, pues en tal caso, no serían consecuencia de la disciplina. Sin embargo, dichos logros pueden disminuir con mucha facilidad si se abandonan.
Las adaptaciones paulatinas del cuerpo para lograr el desarrollo máximo de una capacidad física, técnica o táctica también son necesarias en el aspecto psicológico. Sin embargo, requieren de trabajo para vislumbrar sus frutos a lo largo del tiempo. A diferencia de una desadaptación, la cual con las interrupciones de procesos formativos se dan de manera casi inmediata.
Por ejemplo, pensemos en el patinaje sobre hielo en pareja, la disciplina en cuanto a la práctica repetitiva de ejecuciones específicas determinará el dominio de un patinador sobre los saltos, vueltas, levantadas, etc. La interrupción de los entrenamientos de uno de los miembros de la pareja, su falta de disciplina al no realizar los entrenamientos establecidos perjudicará de manera inmediata el desempeño en pareja, perdiendo ritmo y sintonía con su compañero. Si la disciplina es de ambos los efectos y el resultado en la sinergia se verán reflejados en la conexión y el nivel de profesionalismo que proyecten.
Otro ejemplo puede ser cuando después de haber entrenado diariamente y cumplido los objetivos del entrenamiento correctamente, un equipo de futbol ascendió a primera división, ese mismo día, los jugadores hicieron una reunión en donde no siguieron las normas disciplinarias dadas por el entrenador del equipo, por lo que no se encontraban en condiciones óptimas para realizar su preparación precompetitiva; por lo que en su primer partido en primera división fueron superados ampliamente por su rival, es así como se notó la perdida inmediata de su rendimiento.
La deshidratación de un boxeador antes de su competencia por no dar el peso, es otro ejemplo, si el boxeador hubiese reducido su ingesta calórica gradualmente, es muy probable que no recienta los estragos de la misma. Sin embargo, si lo hace de un día para otro o en unas horas, por no disciplinarse en su manera de comer, puede descompensarse y reducir su rendimiento deportivo.
A manera de síntesis, para que un deportista pueda mejorar un tiempo o una marca específica de competición, es necesario que realice un periodo largo de entrenamiento, y de esta manera mejorar sus rutas metabólicas, una hipertrofia de los músculos involucrados, llevar una dieta estricta acorde a sus necesidades energéticas y de macronutrientes y perfeccionar la técnica de dicho ejercicio. No obstante, todas estas adaptaciones pueden mermarse rápidamente si el deportista en cuestión abandona el entrenamiento o su dieta, y al querer retornar a la práctica deportiva, tendrá un desempeño muy pobre en poco tiempo.
Sin duda alguna la disciplina se trabaja diariamente, por lo tanto, los resultados que se tengan como consecuencia de subordinar los intereses del deportista a las del equipo al que pertenece no serán a corto plazo, ahí radica que no cualquiera alcanza metas importantes sin ésta. Efectivamente, los efectos de la indisciplina son inmediatos, hablemos del desempeño tanto en la práctica deportiva como en su vida particular, ya que los deportistas durante la competencia deben guardar los reglamentos del juego y si no son respetados obviamente tendrán sanciones tanto dentro como fuera de éste, además de que son ejemplo ante la sociedad y deben guardar normas de comportamiento ejemplares que si, al igual que las del deporte, no son respetadas también tienen sanciones ejemplares.
Varios casos que ilustran la afirmación de que los efectos de la indisciplina son inmediatos, implicando conflictos no sólo en el ámbito deportivo sino también en la vida privada de éstos, como el caso de once elementos del tricolor donde fueron castigados con multas superiores a los 50 mil pesos y donde además Carlos Vela y Efraín Juárez fueron suspendidos seis meses de la selección mexicana en septiembre del 2010 en Monterrey, un año después en el 2011 vuelven a hacer lo mismo durante la Copa América, siendo suspendidos de la selección nacional 6 jugadores por seis meses, sin olvidar también el caso donde el director técnico de la selección nacional Miguel Herrera agredió física y verbalmente a un reportero, lo que provocó que fuera destituido. En el ámbito internacional podemos presentar el del atleta Oscar Pistorius, exatleta paralímpico quien fue acusado de asesinar a su esposa, perdiendo su carrera deportiva y el aprecio que la gente sentía por él.
El cuerpo humano requiere de un proceso para adaptarse a los estímulos. La disciplina permite que este proceso se haga de manera óptima. Sin embargo, los resultados del trabajo físico e incluso psicológico tardan en dar frutos palpables y significativos. Sin embargo, al no cumplir con estos procesos y hacer uso de la indisciplina el organismo empieza a desadaptarse, por lo tanto, pierde las propiedades obtenidas mediante el entrenamiento
Tras la indisciplina los resultados suelen ser el bajo desempeño de las capacidades físicas y psicológicas, así como de los técnicos y tácticos que intervienen en el rendimiento deportivo. La indisciplina causa de manera rápida la perdida de los elementos ganados por el deportista.
La disciplina comienza en casa y en la familia, es el agente principal de formación del niño, los valores le servirán para realizar cualquier actividad de forma ordenada. En este sentido, la disciplina ayuda a controlar impulsos que apartan del objetivo e inclinan a lo fácil, placeres más inmediatos. Por lo tanto, conseguir frutos con la disciplina lleva tiempo, autodeterminación, esfuerzos, sacrificios y al contrario de la indisciplina que favorece para alejarnos de nuestros objetivos y causar efectos negativos inmediatos.
Michael Jordan, basquetbolista reconocido a nivel mundial por su trayectoria como jugador, posteriormente como comerciante y ahora como uno de los más fructíferos y exitosos en toda su carrera dentro y fuera de las canchas. Para llegar hasta donde hoy sabemos, tuvo que pasar por varios acontecimientos en su vida, le negaron la entrada al equipo de basquetbol, primeramente, por su altura y le comentaron que ese no era deporte para él. Sin embargo, el siguió entrenando para recibir una oportunidad y cuando la tuvo, se dieron cuenta que era un talento innato y había que trabajarlo, se unió al equipo y sobresalió desde un inicio convirtiéndose en el novato del año, fue seleccionado de su país en repetidas ocasiones, formó parte del “dream team”, tenía sus objetivos muy claros, tuvo la capacidad para dominar sus impulsos, se adecuó a las normas y preceptos necesarios, fue constante, ordenado, obediente con sus entrenadores, pero sobre todo fue un atleta muy disciplinado dentro y fuera de la cancha, y esto que escribo se lee fácil, sin embargo, le llevó años de esfuerzo y disciplina, entrenamientos arduos, caídas, desalientos, pero sus ganas de sobresalir lo llevaron a realizar sus metas, cosa contraria hubiese sucedido si no fuera disciplinado en su carrera, porque el éxito no le llegó sólo.
Paulino Rafael Pérez Prado
Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Santander. Maestro en Filosofía Social por la Universidad La Salle Ciudad de México. Maestro en Administración Educativa por la Universidad La Salle Ciudad de México. Licenciado en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México. Cursó los diplomados de Elaboración de Programas de Capacitación para Entrenadores, en Ottawa, Canadá; así como de Diseño Curricular para Estudios de Posgrado en la Universidad de Extremadura, España; entre otros.