
Por Mgtr. Haydée San Lucas ECU
Docente de Educación Física, promotora del deporte integral y la recreación con sentido.
Cuando un niño o una niña toma una raqueta por primera vez y logra conectar con el volante, ocurre algo más que un simple golpe: ocurre un despertar. El bádminton tiene ese poder. Es veloz, técnico, desafiante y profundamente formativo. Sin embargo, en muchas instituciones educativas de Sudamérica, sigue siendo un deporte desconocido o apenas considerado. Es momento de cambiar eso.
El bádminton no solo es el deporte de raqueta más rápido del mundo (con smashes que superan los 490 km/h en el ámbito profesional), sino que también es uno de los más ricos a nivel cognitivo, coordinativo y emocional. Se ha comprobado que, en un solo set, un jugador toma más de 200 decisiones en fracciones de segundo, evaluando constantemente trayectorias, posiciones, ángulos y movimientos del oponente. Esto convierte al bádminton en un entrenamiento mental tanto como físico.
En el entorno escolar, el bádminton promueve:
- Coordinación visomotriz y control postural.
- Atención selectiva, velocidad de reacción y toma de decisiones.
- Autonomía, estrategia y pensamiento táctico.
- Desarrollo de habilidades motrices específicas, como desplazamientos multidireccionales, golpeos aéreos y equilibrio dinámico.
- Autoestima y seguridad personal, al permitir que todos los estudiantes encuentren su ritmo de progreso y logro.
- Mejora del rendimiento académico, al estimular funciones ejecutivas relacionadas con la memoria de trabajo, la planificación y la resolución de problemas.
En países asiáticos y europeos, el bádminton forma parte del currículum escolar como una herramienta integral para el desarrollo del estudiante. En cambio, en muchas regiones de Sudamérica, su implementación es aún mínima o nula. No por falta de valor pedagógico, sino por falta de visibilidad, formación docente y recursos adecuados.
Y es ahí donde muchos docentes hemos empezado a trabajar desde el aula, desde las comunidades, desde los patios donde apenas hay espacio, pero sobra corazón. Instituciones que han confiado en propuestas más amplias, niños y jóvenes que descubren en la raqueta una oportunidad diferente para sobresalir, y colegas que comparten la convicción de que el deporte escolar debe ser plural, inclusivo y estratégico.
Quienes conocen de cerca la trayectoria de ciertos docentes en Ecuador y otros países, saben que hay una labor silenciosa pero constante, altruista pero profesional, de siembra de alternativas deportivas. Docentes que no descansan hasta abrir caminos para que niñas, niños y adolescentes accedan a un verdadero abanico de oportunidades más allá del fútbol o el voleibol. Profesionales que se han capacitado con profundidad, que estudian, que planifican, que investigan, y que creen que la Educación Física no es solo movimiento, sino también emoción, vínculo y decisión.
Desde esta columna, el llamado es claro: que el bádminton deje de ser una excepción y empiece a formar parte de las experiencias deportivas escolares. Que las instituciones educativas se atrevan a incluirlo. Que se formen entrenadores desde una visión pedagógica, recreativa y competitiva. Y que los ministerios y federaciones lo reconozcan como lo que es: una herramienta educativa de alto impacto.
Los deportes no son solo para formar campeones: son para formar ciudadanos. El bádminton es preciso, estratégico, resiliente, dinámico y profundamente humano. Y cada escuela donde se lo practique es una victoria silenciosa que florecerá en las próximas generaciones.
Gracias por jugar en equipo. Que nunca dejemos de creer en el juego como lenguaje para educar, unir y transformar.
Haydée San Lucas P. ECU

Magíster en Educación y docente ecuatoriana de Educación Física con amplia trayectoria en el ámbito escolar. Apasionada por el movimiento, la recreación y la formación integral, impulsa desde su práctica docente espacios donde el deporte es una herramienta de inclusión, autoestima y crecimiento. Como columnista en El Deporte No Descansa, comparte su visión pedagógica y su compromiso por ampliar las oportunidades deportivas y de actividad física para niñas, niños y jóvenes del Ecuador, convencida de que educar con el cuerpo también transforma el alma.
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