PROPIOCEPCIÓN, ALGUNAS CLAVES PARA SU APLICACIÓN

De forma sencilla, se define como la conciencia sobre la postura corporal respecto al medio que nos rodea. Es fundamental para la prevención de lesiones, para la regulación y dirección del rango de movimiento permitiendo respuestas automáticas; ejemplo de esto podría ser que al pisar el desnivel del terreno sobre el cuál andamos, pues el sistema nervioso central indica al músculo como debe ser la contracción, al ligamento sobre el sostén y a la cápsula articular para resistir torsión, tracción o golpe.

Además ser una fuente de información en el momento de mantener posturas, realizar movimientos mecanizados o bien desconocidos en cualquier momento, al pasar por una lesión esta información sufre un deterioro aumentando la posibilidad de volver a dañarse. La propiocepción se encuentra siempre presente porque se trata de prestar más atención a la información que recibe el organismo y por esa razón lo ideal es añadirla como parte del entrenamiento habitual.

Ciertamente el entrenamiento de este aspecto es de gran ayuda al momento de la recuperación tras una lesión articular, pero no se debe mantener únicamente en esa situación, con el entrenamiento de la propiocepción por medio de ejercicios específicos resulta la mejoría de capacidades condicionales y coordinativas que se traduce a la estabilidad articular.

Teniendo en cuenta lo anterior, es de gran importancia para fisioterapeutas y entrenadores en la preparación del deportista prestando atención en todos los sistemas que conectan al foco de la lesión y no sólo al mismo, esto para lograr una estabilidad global.

Para la preparación del sistema propioceptivo, es mejor no añadir implementos como peso extra o bases inestables si una persona no está suficientemente preparada para ello, esto sumado a la importancia de individualizar la preparación dependiendo de las necesidades que se tengan y aún cuando esto se tiene claro, lo ideal es comenzar con el entrenamiento general para lograr llegar a los propios de las acciones deportivas específicas.

Sin un buen trabajo de core los gestos deportivos resultan ineficaces y para compensar la falta de estabilidad se tiene que recurrir a compensaciones, es más recomendable (sobre todo al principio) que se realice en ausencia de fatiga o bien en condiciones controladas de sólo algunos gestos deportivos. Al paso en que se hace mas evidente la adaptación al movimiento, es necesario cambiar parámetros de ejecución modificando velocidad, posición, base de sustentación, alternar vías sensoriales, etc. causando sólo ligera fatiga para no caer en sobreentrenamiento.

EDITH PEÑA MALDONADO

Estudiante de la Licenciatura en Entrenamiento Deportivo

Entrenadora del semillero dirigido al equipo representativo del equipo Espartacos de la alberca semi-olímpica “Tejolote” en Ixtapaluca, Edo. Méx.

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