Esencial
Por Daniel Aceves Villagrán
México ha generado acciones con una coordinación interinstitucional con la sociedad civil y enlaces internacionales…
La población de niñas, niños y adolescentes de 0 a 19 años en México, de acuerdo a las estimaciones más recientes, es de 43 millones de personas, en un comparativo, serían la población total similar a la de Canadá, Irak o Yemen, por lo que hablar de la crianza positiva y la limitación de entornos violentos se convierte en una herramienta poderosa para el desarrollo integral de este sector de la población y que debe ser prioridad promover su bienestar y otorgarles las habilidades necesarias para afrontar el futuro.
La atención primaria a la salud tiene en los determinantes sociales un eje de acción, en donde la alimentación, la salud sexual y reproductiva, entorno físicos saludables, entornos psicosociales saludables, crecimiento y desarrollo infantil, diversidad, equidad de género, actividad física, derecho a la salud y la participación social son parte de las funciones esenciales de la salud pública y, por lo mismo, a través del fomento a la educación para la salud, la detección, protección específica, diagnóstico, tratamiento, limitación del daño, rehabilitación y control para la salud del individuo, la familia y la comunidad.
La misión es garantizar el acceso a los servicios de salud para todas las personas, con énfasis en las niñas, niños y adolescentes. Una reflexión trascendente se dio en el foro nacional La paz comienza en casa: la crianza positiva para prevenir la violencia, en donde se abordó un producto de la colaboración de organismos internacionales como lo es Inspire, que cuenta con una larga trayectoria de promoción de estrategias coherentes basadas en datos empíricos para prevenir la violencia contra la niñez en el mundo y, en la misma, están implicados los sectores de la salud, el bienestar social, la educación, las finanzas y la justicia, para que haya un reforzamiento entre sí y se apliquen de manera conjunta, en donde las siete estrategias están basadas en experiencias internacionales (Unicef-OPS) y son: aplicación y vigilancia del cumplimiento de las leyes, normas y valores, entornos seguros, apoyo a los padres y a los cuidadores, ingresos y fortalecimiento económico, servicio de respuesta y apoyo y educación y aptitudes para la vida.
México ha generado acciones con una coordinación interinstitucional con la sociedad civil y enlaces internacionales para reformar la agenda educativa y reforzar la permanencia escolar a través del otorgamiento de apoyos económicos (becas) en todos los niveles, enfoques educativos con perspectiva humanística, científica, inclusiva, con igualdad de género, activación física para el mejoramiento de la salud y el fortalecimiento de Vida Saludable, una estrategia enfocada en la promoción de la salud mental y física, con énfasis en la alimentación, prevención de la obesidad y adicciones, activación física, salud bucal y visual.
Desde el Sector Salud se promueven también acciones coordinadas para sumar habilidades para la vida de niñas, niños y adolescentes en problemáticas como: violencia, embarazo en adolescencia, ansiedad, depresión y suicidio, adicciones, métodos de disciplina violenta y en temas sociales, como educación para la paz, derechos humanos y responsabilidades, entre otros.
Estas habilidades son autoconocimiento, empatía, relaciones interpersonales, comunicación asertiva, toma de decisiones, solución de problemas y conflictos, pensamiento creativo y crítico, manejo de emociones, sentimientos y estrés. Los facilitadores y multiplicadores para el desarrollo de esta estrategia deberán contar con herramientas de comunicación, empatía, liderazgo, trabajo en equipo, responsabilidad y compromiso. Mahatma Gandhi decía que la paz no sólo es la ausencia de la guerra.
