NADA CON SENTIDO

admin-xtnegocio

Cómo crear un grupo de natación para ciegos y débiles visuales sin tener alumnos (Parte 1)

Por Mtra. Nut Hernández

Actualmente varios padres de familia me preguntan el porqué de mi insistencia de que cuando entrenan conmigo en la Escuela Técnico Deportiva o Equipo Representativo de Para Natación de Benito Juárez, los nadadores no solamente nadan, ellos nadan con sentido, he escuchado que esto significa que no hay lógica en el entrenamiento o que consiento a los nadadores bajo mi dirección, esto me divierte un poco ya que efectivamente el trabajo con ellos es muy gradual, pero es de esta forma porque no sólo responde a las necesidades biológicas y deportivas de los niños con discapacidad, sino también a las necesidades del Para deporte competitivo, el cual es muy longevo.

Nada con sentido, se originó hace aproximadamente doce años, cuando bajo la Subdirección de Desarrollo del Deporte de la Delegación Benito Juárez, con la batuta del Mtro. Alfonso Geoffrey Recoder Renteral, se nos concedió un espacio para formar y establecer un grupo de natación para niños y jóvenes con discapacidad visual, sin embargo, no tenía una población que quisiera aprender a nadar y entrenar para competir; aprovechando que la alberca del Centro Paralímpico Mexicano (CEPAMEX) se había fracturado y estaba en remodelación, invité a los padres de familia con hijos con discapacidad visual y habían detenido sus entrenamientos, convencí a los padres de familia y a la Asociación de Deportistas Ciegos y Débiles Visuales del Distrito Federal, a la que estaban afiliados los muchachos y representaban varias delegaciones, pero que entrenaban en el CEPAMEX, continuaran su educación acuática en la Alberca Olímpica Francisco Márquez y de esta forma en marzo de 2008, inauguramos las actividades de natación para niños con discapacidad visual, con 15 niños y jóvenes entre los 10 y 14 años, que ya competían en Paralimpiada Nacional, entre quienes destacan Matilde Alcaráz, Daniela Nolasco y Erasto Reyes, quienes estaban “prestados” por parte de la Asociación para resolver de manera inmediata la falta de entrenamiento de natación de los entonces únicos nadadores ciegos de ese entonces del Distrito Federal.

Debido a que estos nadadores infantiles y juveniles eran “prestados”, y no representaban a la Delegación Benito Juárez, al reabrirse la alberca de CEPAMEX, de parte de la Subdirección del Deporte se nos solicitó que todos los niños que habían llegado con la Asociación de Deportistas Ciegos que no representaban a la Delegación debían regresar a su centro de entrenamiento de origen y debido a esto regresaron a entrenar al Centro Paralímpico Mexicano, mientras que el grupo en la Alberca Olímpica Francisco Márquez, se conformó con algunos nadadores quienes decidieron, por alguna razón, permanecer nadando en la AOFM o no les permitían entrenar en el CEPAMEX, por ser principiantes y no nadadores competitivos ya que este centro es para talento deportivo, no para iniciación deportiva, de tal forma que el grupo de la AOFM se quedaron cinco nadadores principiantes Raymundo, Rosalía, Cristina y Wendy y un nadador competitivo Erasto Reyes Guadalupe, nadador juvenil quien un año antes entrenando bajo mi dirección, en Julio de 2007 ganó en 50m Libre la medalla de oro en el Mundial Juvenil para Ciegos y Débiles Visuales IBSA en Colorado Springs, Colorado USA.

Esta inevitable ruptura del equipo de natación para ciegos de la AOFM y la Asociación de Deportistas Ciegos y Débiles Visuales del Distrito Federal, me llevó a analizar por qué los niños con discapacidad visual practicaban el deporte de la natación y es que desde el 2006, cuando conocí la actividad deportiva para ciegos en México, en el Centro Paralímpico Mexicano bajo la coordinación de la Asociación de Deportistas Ciegos y Débiles Visuales del Distrito Federal, los niños practicaban Atletismo y Gol Bol o Natación y Gol Bol, e incluso las tres actividades deportivas, ya que todo se brindaba en las mismas instalaciones deportivas sin costo y a pesar de ello, la Natación, concentraba muy baja población de participantes a diferencia de los otros dos deportes, al mismo tiempo analicé el por qué la población en general del Distrito Federal goza de nadar en la Alberca Olímpica Francisco Márquez ya que siempre ésta saturada y en 2008 obtener un espacio para entrar a nadar era muy complicado, encontrando las siguientes razones:

  1. Satisfacer la necesidad de aprender a nadar.
  2. Satisfacer la necesidad de desarrollar una actividad deportiva.
  3. Satisfacer la necesidad de integrarse a un equipo competitivo de alguna actividad deportiva acuática o de piso.
  4. La ubicación céntrica del Complejo Olímpico México ’68 y su facilidad de acceso por el transporte público y particular.
  5. La ausencia de otros espacios acuáticos que desahoguen la demanda deportiva.
  6. Las diversas, variadas y de calidad de actividades deportivas tanto acuáticas como de piso.
  7. El carácter icónico de la instalación deportiva, ya que en este estadio deportivo se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos de 1968 y en estas instalaciones se obtuvieron hasta ahora las únicas medallas olímpicas de natación.

Estas razones suelen ser utilizadas para la población en general, es decir para niños, jóvenes y adultos sin discapacidad, pero ¿Cuál era la razón por la que los niños y jóvenes ciegos y débiles no llegaban a inscribirse a la actividad deportiva?, ¿Cuál era la necesidad que la natación para ciegos satisface en esta población? estas preguntas nos ayudaron a establecer las necesidades a resolver con esta actividad deportiva, recuperando el análisis hecho a la Federación Mexicana del Deporte para Ciegos y Débiles Visuales (FEMEDECIDEVI), recordé el séptimo punto: “Desarrollo de un plan estratégico para la difusión de la actividad, en ciudades y al interior del país”, en mi caso, al ser una alberca y actividad local, lejos del apoyo de la FEMEDECIDEVI o la Asociación de Deportistas Ciegos y Débiles Visuales del DF, tendría que difundir esta actividad de manera personal y a nivel local, es decir sólo en el Distrito Federal cercano a las instalaciones del Complejo Olímpico México ‘68, así que diseñé un tríptico informativo de la actividad y lo mandé reproducir de mi bolsa, para difundirlo diseñé e implementé tres estrategias:

  1. Investigué las organizaciones, escuelas y hospitales que atienden a la población con discapacidad visual y organicé un calendario para realizar difusión dirigida, en base a pláticas en grupos invitados en:
    1. Hospitales especializados en oftalmología, tanto públicos como de iniciativa privada.
    2. Escuelas de educación especial enfocados a niños y jóvenes ciegos y débiles visuales
    3. Asociaciones en pro del desarrollo para personas con discapacidad visual
  2. Cuando me transportaba a cualquiera de estos centros y me encontraba en el transporte público a niños o jóvenes ciegos o débiles visuales, hablaba con ellos o con su acompañante, entregándoles un tríptico y los invitaba a participar en la alberca olímpica.
  3. Les entregué a los padres de familia varios trípticos para que los compartieran entre sus conocidos con discapacidad visual.

Durante los siguientes 4 años (2008 al 2011) estas estrategias de difusión de la actividad se continuó desarrollando de la mano de los padres de familia, lo que conllevó a un incremento de nadadores con discapacidad visual de 6 adolescentes de 11 años en 2008 a 25 niños y jóvenes entre los 6 y los 23 años a finales de 2011, durante este tiempo poco a poco los padres de familia se convencía y promovían a nuevos integrantes del grupo de natación para ciegos y débiles visuales los beneficios obtenidos con esta actividad deportiva al mismo tiempo que cursan los estudios básicos, sin embargo, ante la pregunta ¿Qué necesidad resuelve la práctica de la natación para los niños y jóvenes con discapacidad?, no se tuvo una respuesta clara aproximadamente hasta finales del 2011, debido a que el trabajo en el agua con los niños con discapacidad visual y las constantes pláticas con los padres de familia, nos orientaron a un análisis, pero siendo pioneros en el área, no había nada escrito y lo único que quedaba era ser autodidactas y aprender de las experiencias generadas con cada día de trabajo, observando el comportamiento de los niños en la alberca, con un seguimiento de cerca en el ámbito académico, que de manera natural surgió de los niños, sus padres y mi persona. 

Mtra. Nut Citlali Hernández Castro

Estudió la Licenciatura en Entrenamiento Deportivo y la Maestría en Ciencias del Deporte, en la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos (ENED), con la Especialidad en Natación y subespecializándose de manera autodidacta en para deporte.

Entrenadora Nacional de la Selección de Natación para ciegos y débiles visuales en el año 2007, por parte de la Federación Mexicana del Deporte para Ciegos y Débiles Visuales (FEMEDECIDEVI), cuenta con 4 preseas de bronce en los Juegos Para Panamericanos de Río de Janeiro 2007. Fundadora en 2008 del equipo de Natación para ciegos y débiles visuales Tiburones Blancos, ahora Ballenas Azules y creadora del programa de Para Natación de la Escuela Técnico-Deportiva de Para Natación con la que actualmente trabaja la Alcaldía Benito Juárez, la cual desarrolla el talento deportivo de los niños y jóvenes con discapacidad visual, parálisis cerebral, discapacidad intelectual, síndrome de down y trastornos motores.

Desde el 2016 es Docente Universitaria en la Licenciatura en Ciencias del Deporte, en la Universidad YMCA, impartiendo cátedra teórica-práctica, referente a la disciplina de Natación y Natación Adaptada.

Next Post

CONSIDERACIONES PARA EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA EN LOS DEPORTISTAS (PARTE 3)

Los frutos de la disciplina son mediatos. Los efectos de la indisciplina son inmediatos. Los resultados que se obtienen al ser disciplinados se verán a largo plazo, a diferencia de aquellos actos de indisciplina, que se reflejan enseguida de cometerlos. Las cosas fáciles se lograr rápidamente, las difíciles no se […]