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Cine y Deporte

Breves antecedentes y contextos:

En 1895, los hermanos Auguste Marie y Louis Jean Lumière proyectaron la primera película de la historia en la Sociedad Francesa de Fomento de la Industria Nacional, en la ciudad de Lyon en Francia.

Fueron solamente 46 segundos pero bastaron para cambiarlo todo…

Este año 2020 es el aniversario 125 de la presentación del film “La salida de los obreros de la fábrica Lumière” y de aquel entonces a la fecha, el cinematógrafo (como se le llamó al proyector de imágenes en movimiento), las salas, los contenidos, la tecnología y lo relacionado al mundo del celuloide, son ya otra cosa…

Obviamente antes del cine hubo una gran variedad de científicos e inventores de artefactos ópticos para registrar la imagen que, sin querer quitarles mérito, quedaron en el trabajo de los pioneros del cine o en el ámbito de la fotografía. Ha habido tantos aparatos y tantas historias detrás del invento del cine que recomiendo a quienes les interese conocer anécdotas verdaderamente interesantes y muchas de ellas muy divertidas, leer la obra de Virgilio Tosi (ver Bibliografía)… en ella se describen y ejemplifican algunos de estos aparatos como son la Rueda de Faraday, el Taumátropo, el Taquiscopio de Anschültz  el Pedemascopio, el Fenasquistiscopio, el Daedaleum de Honer, el Zoótropo y el Zoopraxiscopio, el Kinesiskopio, el Revolver y el Fusil Fotográfico, el Aparato Cronofotográfico, el Fonoscopio de Demeny además de todos los que aparecieron posteriormente. 

El cine y sus antecedentes tuvieron sus bases en estudios científicos, astronómicos, anatómicos y deportivos… se observaba y estudiaba la vida del universo, de los insectos y animales, del movimiento de las ciudades y del movimiento humano… se quería entender los mundos micro y macro de cómo funcionan las cosas así como del movimiento corporal durante el ejercicio.

En cuanto a los registros de los movimientos humanos (en algunos casos junto con animales) se realizaron filmando a hombres y mujeres practicando rutinas de diferentes ambientes deportivos como: saltos de longitud, salto de altura, saltos con vueltas en el aire, lanzamientos de pelotas de cricket o de piedras (pequeñas y grandes); esgrima, equitación, carrera atlética, arranques de carreras y diferentes disciplinas de la gimnasia. Sin embargo no había una película en sí. No tenían una narración o trama con un principio y un final. Eran solamente levantamientos de imágenes con la única función de conocer y ver lo que a simple vista no se veía: el desplazamiento de cada segmento del cuerpo o en otras palabras, el lenguaje corporal. Y qué mejor que el deporte para revelar la mecánica humana.

Luego llegó el cine con argumentos o sea, con estructura para la relato mediante un planteamiento, un climax y un desenlace aunado a la tipología o sea, al tipo de historia. Así inició la industria cinematográfica.

Ahora el cine se ha convertido en mucho más que una industria. Los cambios y los avances están en constante evolución y adaptación. El cine se proyecta a sí mismo como una película que nunca termina y por lo contrario, sus múltiples y variadas narrativas nos tienen en atención permanente. El cine es una gran propuesta para la producción de conocimiento por que todo el tiempo explora, investiga, desarrolla tecnologías y se enfrenta a grandes retos dentro del mundo del entretenimiento y la cultura.

De la presencia del cine en México:

México fue el primer país en el mundo al que llegaron los Hermanos Lumière para presentar y proyectar su invento y obra así como una segunda película conocida como “Llegada del tren a la estación de La Ciorat”. Este acontecimiento fue relevante por dos razones particulares: la proyección se llevó a cabo a menos de un año de su aparición en Francia. Y la segunda razón fue que el primer espectador en asistir y ver la película fue el presidente Porfirio Díaz en el Castillo dentro del Bosque de Chapultepec. México estaba a la vanguardia y se colocaba por encima de los demás países latinoamericanos y europeos en innovación. En México los hermanos Lumière tuvieron todas las facilidades para hacer decenas de cortometrajes pero lo trascendente fue el hecho de que el mismo Porfirio Díaz promovió el cine entre la ciudadanía abriendo al público la posibilidad de conocer aspectos de la vida de la sociedad francesa y mexicana a través de las salas llamadas cinematógrafos iniciando éstas, con el Salón Rojo en la ahora calle de Madero en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La comunicación masiva estaba en marcha.

Y mientras tanto en los Estados Unidos…

En Estados Unidos el cine tuvo inicio en 1896, el mismo año que en México, a través de un invento similar al de los Lumière realizado por Thomás Alva Edison y conocido como el Kinetoscopio.

De aquellos albores del cine nacional e internacional, ya pasaron (solamente) 125 años.

Pero ¿ha habido una producción cinematográfica especializada en la temática deportiva?

La respuesta es sí. Si hay un cine con temática inherentemente deportiva y es parte importante dentro de la industria del cine en general. Sin embargo este segmento específico del cine tiene un aspecto nada positivo para nuestro país mientras que en Estados Unidos, es un sector multibillonario.

En México el cine deportivo, por llamarlo así, no es propiamente un área especializada en la construcción de saberes, pertinencia ni identidades mientras que en el país vecino, es una poderosa maquinaria estratégica para crear una sólida estructura de la conciencia nacional, empresarial, social, científica, ambiental y ni se diga económica de los Estados Unidos.

México ha pasado de un cine eminentemente cómico-terrorífico-deportivo con las películas de luchadores a otros acercamientos más “serios” al deporte como los que se llevaron a cabo con propuestas que entran en la psique de los personajes y sus relaciones familiares y sociales como las del box nacional (Pepe “El Toro” con Pedro Infante o Campeón sin Corona con David Silva). Otros sub-géneros como los del beisbol (El Beisbolista Fenómeno pero también El luchador fenómeno, El Aviador Fenómeno, El Futbolista Fenómeno con Adalberto Martínez “Resortes”) se enfocaron a lo burlesco, a lo clasista y al lenguaje vulgar; En el ambiente deportivo automovilístico se tienen ejemplos de la cotidianidad popular en Mecánica Nacional (con Manolo Fábregas y Héctor Suárez) donde los problemas y realidades del barrio se evidencian cuando las clases sociales se enfrentan para resolver un problema generalizado; y en lo futbolístico la orientación ha sido primordialmente hacia el público infantil con casos como El Chanfle (de y con Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”) o Atlético San Pancho (con Plutarco Haza y Lumi Cavazos) y Rudo y Curso de Carlos Cuarón (con Diego Luna y Gael García) por mencionar sólo algunas de las producciones nacionales. Por los años 60´s y anteriores hubieron películas de Antonio Espino “Clavillazo” y Sara García sobre la historia de “Las Chivas” del Guadalajara (Los fenómenos del futbol) así como del Atlante y el Club Asturias con Joaquín Pardavé (Los hijos de Don Venancio).

En total las películas mexicanas desde aquel 1896 que tratan el tema de los deportes en general oscilan las 100 producciones…

El cine nacional ha aportado menos de lo que se quisiera y debiera. El cine nacional de deportes ha sido muy aleatorio con escasos presupuestos y resultados.

En Estados Unidos se producen alrededor de setecientas películas anualmente. Desde 1915 (con The Champion de Charlie Chaplin) se han producido miles de películas deportivas o donde el tema del deporte es el eje de la trama (el cine deportivo americano está dividido en 55 deportes diferentes con 13 subcategorías y cada una de ellas tiene a su vez otras subcategorías perfectamente catalogadas en 1,683 páginas del World Sports Encyclopedia). El sitio especializado de cine IMDb menciona en su página web que se han realizado más de diezmil reseñas acerca de largometrajes basados en los deportes y el listado de los títulos de filmografía deportiva es tan extenso que es casi imposible contabilizarlo ya que se segmenta en tantos estilos que es difícil tenerlos en una sola clasificación o deporte específico. A veces se trata del tema central y a veces es un recurso así como a veces, hace solamente breves apariciones. Sin embargo su presencia es fundamental dentro de la trama. Más de ocho mil películas son específicas de deportes o juegos deportivos de los pueblos indígenas u originarios de los Estados Unidos.

La industria del cine americano es cosa seria.

Se invierten anualmente billones de dólares en las producciones (11.1 billones de dólares americanos o USD 11,100,000,000.00 dólares que son aproximadamente $21,980,400,000,000.00 de Pesos Mexicanos). Se invierten en su difusión a través de la mercadotecnia y la publicidad, las compañías productoras y distribuidoras hacen alianzas estratégicas con el gobierno federal y los estatales así como con otras corporaciones del entretenimiento además de empresas y marcas de todo tipo de productos y servicios que van desde equipos de cómputo, armas, autos, líneas aéreas, resorts y vías de comunicación hasta cientos de productos de consumo que se diseñan y manufacturan como parte del merchandising para reforzar los lazos con los aficionados a cada género fílmico. Participan instituciones públicas y privadas como bancos, universidades, fuerzas militares, hospitales, la NASA, aseguradoras, funcionarios públicos, personalidades de los ámbitos más variados, supermercados, laboratorios y todo aquello que sea parte del “American Dream”.

El cine de los americanos es de los americanos en toda la extensión de la palabra; todos son parte de la gran producción cinematográfica y por supuesto el deporte no puede faltar. El deporte desde siempre, ha sido la cara y el reflejo de los valores y principios norteamericanos. La bandera a rayas y estrellas es el máximo símbolo del país y no hay película en donde ésta no aparezca para dar realce a esos principios de unidad y posición ante el mundo. Es una estrategia de la marca país Estados Unidos muy bien planeada y convenida desde siempre. Es la mercadotecnia en su estado más puro.

Aunado a lo anterior, el cine americano tiene una (otra más) estrategia poderosa: construye ídolos, héroes y leyendas. Sus protagonistas desde las y los directores hasta las actrices y actores, se convierten en seres con atributos que caracterizan el ideario y el imaginario colectivo tanto de la población local americana como la de millones de personas en todo el planeta. Se han construido personajes icónicos (hombres por lo general) que definen los anhelos y deseos de la gente común como Mickey Rourke (El Luchador), Leonardo Di Caprio (The Basketball Diaries – Fórmula E), Arnold Shwartzenegger (Pumping Iron), Kevin Costner (McFarland USA – American Flyers), Kirk Douglas (The Champion), Michael Douglas (Running), Martin Scorsese dirigiendo a Robert De Niro (Raging Bull), Tom Cruise (The Color of Money), Sivester Stalone (Rocky)… eso sí, sigue habiendo un tema de género que será tema de otro artículo.

Sería muy oportuno que quienes se reconocen como autoridades en la materia de nuestra industria fílmica, vieran en el cine deportivo una gran ocasión para construir nuevos héroes y heroínas tanto histriónicos como deportivos, hacer de nuestro cine una referencia al menos regional y contribuir a la construcción de la marca País México que dicho sea de paso, no le caería nada mal en estos momentos de tan alta sensibilidad social.

Aprovechemos que el deporte tiene todos esos elementos de valor para hacer una mejor sociedad. Aprovechemos los formatos de entretenimiento y cultura como los tiene el cine, para expresar todo lo valioso que tenemos.

Después de 125 años del nacimiento del cine hagamos una industria seria y con visión.

Hagamos la nueva película de nuestro México. 

Bibliografía

Tosi, Virgilio. El cine antes de Lumìere. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1993.

Tosi, Virgilio. Manual de cine científico. UNAM-UNESCO, México, 1987.

World Sports Encyclopedia. Wojciech Liponski, Editorial MBI, Minnesota, USA,  2003

Sitiografía

http://www.enac.unam.mx/

https://www.imdb.com/

GIOVANNI STEFANO NIRO SERRANO

Académico con 25 años de trayectoria. Publicista. Presidente y Socio Fundador de Circuito Ultras organización para la Paz a través del Deporte. Asesor para la transversalidad del Deporte de la Alianza para la Educación Superior; VP de la RED de Investigadores sobre Deporte, Cultura Física, Ocio y Recreación; VP Relaciones Interuniversitarias de la Asociación Nacional de la Publicidad; Asesor externo del Consejo Nacional de Autorregulación y Ética Publicitaria. Autor de libros y artículos en investigación sociológica y mercadotécnica del deporte. Coordinador de foros para la investigación del deporte en las áreas de: mercadotecnia, salud y bienestar, equidad e inclusión, arte y cultura, políticas públicas y política. Ultramaratonista.

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