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Significación del deporte entre las sociedades en transición (1 de 3 partes).

Por: G. Stefano Niro Serrano

Cuando Baquílides, originario de Yúlide ciudad de la isla de Ceos, la más occidental de las Cíclades, compone su primer texto para el canto poético en honor a Cleoptólomeo de Tesalia vencedor en la carrera de carros tirados por caballos de los Juegos Petreos (de menor importancia que los Juegos Olímpicos, Píticos, Ístmicos y Nemeos pero conocidos y relevantes en la época por que contaban con instalaciones que se adaptaban a múltiples eventos), corre aproximadamente el año 495 a.C.

Antes, Píndaro ya había escrito en el año 498 a.C. su famosa Pítica X (en referencia a los Juegos Píticos) en honor a Hipocleas hijo de Fricias, por la doble victoria en la carrera de niños al recorrer dos veces el estadio (un Estadio tenía aproximadamente 175 mts.) pero posteriormente ambos, Baquílides y Píndaro, componen un Epinicio cada uno por separado para cantar el triunfo en el pancracio del joven Píteas en Nemea…

Trescientos años antes, Homero -Canto XXlll acerca de los Juegos Funerarios en honor a Patroclo dentro de la Ilíada– ya hace una recopilación exhaustiva de datos sobre juegos y deportes de la época lo cual acontece alrededor del año 720 del siglo Vlll a.C.

Si bien hablamos de varios siglos antes de Cristo, lo cierto es que el deporte ya existía antes de las anécdotas de Baquílides y Píndaro y los cantos homéricos.

Los deportes en sus diferentes formas como las prácticas gimnasticas o acrobáticas; de cultura física o ritualistica; de educación física o del areté (sobre el honor y la cortesía con que se respeta al adversario vencido) o del hombre olimpiónico; en su forma de y para la guerra o de lo mágico y religioso, existían -los deportes- desde los Sumerios 5000 años antes de nuestra actualidad, pero fue en la Grecia clásica que el deporte asumió las características de un fenómeno de amplia difusión, en algunos aspectos similares al de los tiempos modernos -tanto por el número como por la importancia de las competiciones, tanto por su regulación precisa- como finalmente por el florecimiento impetuoso de un profesionalismo y un divinismo que entró profundamente en la costumbre de la civilización helénica.

Solamente para mencionar algunos de esos deportes homéricos aludidos en la Iliada, las referencias son: las carreras de carros (tirados por cuatro caballos y por consiguiente, la prueba más espectacular y deseada de las contiendas deportivas y sólo practicada por las familias adineradas debido al alto costo de los desplazamientos a las sedes de los juegos y los gastos excesivos para el mantenimiento y sustento de animales, equipo y gente); se mencionan también el pugilato, la lucha, el pancracio, la natación, la caza y el atletismo; el lanzamiento de jabalina, de disco y de peso; equitación, salto de longitud y tiro con arco así como la música, la danza y el canto.

Ya Platón en su famosa República (Libro lll), y por ser causal de las deidades, conjuntaba en una unidad inseparable a la gimnasia y a la música en algo que denominó Paideia o sea, el ideal que conducía a la conciencia de uno mismo. Paideia es la armonía y el equilibrio del alma y por ende de los pasos para encontrar el camino de la moral y la contemplación para la apreciación de la belleza que lleva al conocimiento de lo bueno y lo bello que es de lo que se nutre el alma para imprimirlo en la propia vida de los atletas. Entonces, la gimnasia y la música en esa dualidad, son el equilibrio: la gimnasia cultiva la fortaleza mientras que la música, los sentimientos del alma. De no fomentar ambas, uno se volvería bruto o un blandengue sentimental.

Por eso los atletas triunfadores eran venerados como semidioses y se les premiaba con una corona de apio fresco o de olivo.

El deporte en la antigüedad era cosa seria. 

Tan serio era el deporte que su significado estaba directamente identificado con las y los dioses y de ellos, y para ellos, se significaba absolutamente todo: los eventos políticos, los fenómenos ambientales, los rituales agrícolas, la fertilidad, las conflagraciones, los aspectos sociales, educativos, religiosos, artísticos y prácticamente todo lo que hacía que la civilización antigua se desarrollara y avanzara en el tiempo. Todo estaba dedicado a los dioses y de ellos derivaba todo. Los dioses eran los que manipulaban el destino y la vida de cada forma sobre la tierra.

Lo que caracterizó al deporte antiguo fue el profundo significado de lo sagrado, de lo espiritual y del ascenso moral para la gloria de los atletas; se perseguía la belleza estética del cuerpo y la nobleza del alma.

Una característica relevante del deporte griego para su estabilidad a lo largo de los siglos y la difusión de sus disciplinas en el mundo conocido, fueron las treguas durante los conflictos armados por toda la continuidad de los juegos y la reafirmación de lo sagrado a través de la veneración, los ritos y sacrificios en honor al dios Heracles (Hércules en la mitología romana) patrono de los atletas y fundador de todas las manifestaciones deportivas.

El deporte en la Grecia clásica coincide con la historia de los Juegos Olímpicos de la antigüedad que duraron doce siglos (de la primera edición en el 776 a.C. a la última en el año 393 d.C.).

El puente histórico formado entre los siglos estuvo constantemente vinculado con grandes cambios y transformaciones de manera interrumpida a lo largo y ancho de aquella enorme extensión geográfica que es la región euroasiática misma que vio nacer, florecer y perecer tantas civilizaciones y culturas por lo que la significación del deporte en los procesos de adaptación no es cosa menor.

Hablar de Significación del deporte concerniente a los cambios de paradigmas en la civilización griega (o de cualquier otra sociedad) es entrar en la referida cultura directamente y separando la visión “presentista” que nos caracteriza ahora, veinticinco siglos después, interpretando desde el aquí y el ahora de nuestro presente, cualquier acontecimiento del pasado. Se trata por lo tanto, de comprender el pensamiento, los códigos socio-culturales, las creencias, las mentalidades y las teorías, así como los valores, desde la propia experiencia y conocimientos de sus personajes o ciudadanía que nos remonta a la pertinencia de las representaciones del deporte entre la comunidad antigua, sus tradiciones y costumbres.

Al hablar de significación, expresamos los aspectos epistémicos por que la significación en su esencia, abarca y comprende lo que provoca una acción al generar o inducir un efecto para que tal acción tenga el significado deseado o sea, hay una causa necesaria y un desenlace subsiguiente.

Lo denotado en la significación es la vinculación teórico-empírica del enfoque con el que se trata el tema en los procesos del conocimiento para explicar la construcción del fenómeno socio-deportivo con los acontecimientos entre los dioses y los hombres más allá del deporte mismo. Como apunta Julio Horta en su introducción a la Sociosemiótica y Cultura hablando de cómo se constituye el conocimiento científico …a partir de procesos de significación, donde intervienen relaciones sígnicas en el nivel lingüístico…; en el nivel icónico-visual…; icónico-lógico… dan como resultado “ensamblajes sígnicos”

La significación en la antigüedad estaba reservada al juicio de quienes poseían el conocimiento (de los sabios -filósofos-, de los ancianos y de los tutores). Los emperadores, reyes y gobernantes en general, representaban los símbolos divinales o jurídicos y según el caso, eran considerados o auto-denominados descendientes directos de los dioses. Sin embargo y a pesar del rango, no llevaban consigo la carga de la comprensión del Todo. De hecho, el conocimiento y su fundamentación en cuanto a la noción de su representación e interpretación social, es parte de los procesos de la episteme (conocimiento, pero determinado por su alcance, límites del propio saber y su validez) que, como pieza fundamental de la filosofía griega clásica, utiliza al logos (estudio del qué y el cómo se produce el tema alusivo) para referenciar al objeto y al sujeto en las formas de su desarrollo. En otras palabras, los griegos antiguos interpretaban y representaban al deporte en la forma en que comprendían a los fenómenos sociales y cómo éstos se materializaban en textos, símbolos, imágenes, discursos, etc. 

Finalmente la significación en las sociedades ha sido la base para entrar y transitar entre los cambios de una civilización a otra, de una cultura a otra, de una religión a otra. Los griegos con su culto a la estética, a la ética, a las ciencias y a todo aquello que unía a los cielos con la tierra, mutaron, se transformaron, se diluyeron, se re-significaron… 

Y el deporte sigue ahí…

•De la obra Baquílides, Odas y Fragmentos. Introducción, Traducción y Notas de Fernando García Romero. Editorial Gredos, Madrid, España, 1988.
•Píticas, Píndaro. Introducción, versión y notas de Rubén Bonifaz Nuño. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1991.
•Epinicios. Píndaro. Bádenas de la Peña, Pedro y Alberto Bernabé Pajares. Ediciones Akal, Madrid, España, 2002.
•La educación física y el deporte en la Antigua Grecia. Filosofía, Educación, Ética, Política, Religión y Mitología. Galbis Reig, Natalia. Universitat de Valencia. España, S/F.
•Treccani – http://www.treccani.it – http://www.treccani.it/enciclopedia/sport/#sestremi-1
•República, Platón. P.411.
•Purificar la mirada, La dimensión ética del saber en Platón. Ortiz de Landázuri, Manuel C. P.111. Editorial Dykinson, Madrid, España, 2015
•Baquílides, Odas y Fragmentos. Introducción, Traducción y Notas de Fernando García Romero. P. 24-25. Editorial Gredos, Madrid, España, 1988.
•Sociosemiótica y Cultura. Principios de semiótica y modelos de análisis. Horta, Julio, Georgina Paulín y Georgina Flores. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2019.

GIOVANNI STEFANO NIRO SERRANO

Académico con 25 años de trayectoria. Publicista. Presidente y Socio Fundador de Circuito Ultras organización para la Paz a través del Deporte. Asesor para la transversalidad del Deporte de la Alianza para la Educación Superior; VP de la RED de Investigadores sobre Deporte, Cultura Física, Ocio y Recreación; VP Relaciones Interuniversitarias de la Asociación Nacional de la Publicidad; Asesor externo del Consejo Nacional de Autorregulación y Ética Publicitaria. Autor de libros y artículos en investigación sociológica y mercadotécnica del deporte. Coordinador de foros para la investigación del deporte en las áreas de: mercadotecnia, salud y bienestar, equidad e inclusión, arte y cultura, políticas públicas y política. Ultramaratonista.

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